Ellos piensan lo mismo

Capítulo 1

Alice

Decir que estaba nerviosa, era mentira, por que eso nisiquiera se acercaba a lo que estaba sintiendo en ese momento, cuando la encargada de pasantes me llamó a las 8:00 am para avisarme que tenía que recoger mis papeles del instituto en ese instante y llevarlos a la empresa donde pasaría 2 meses de mis vacaciones de verano antes de empezar el último año.

Claro que no es como que le hubiera entendido mucho en la corta conversación que tuvimos, eran las 8:00 am por dios, mis neuronas nisiquiera estaban despiertas todavía.

Lo único que recuerdo es haberle llamado a mi madre para avisarle que empezaría el periodo como pasante, vestirme y salir corriendo a la parada del bus para llegar al instituto y recoger mis papeles.

Luego de recoger mis papeles espere a mi amiga, Rossy, es una chica de 1,68, piel blanca, pelirroja y de ojos verdes, llevamos siendo amigas desde que me mude a este instituto.

Cuando salió de la oficina de la secretaria vi que venía acompañada de Tesa, una compañera de instituto, por lo que Rossy me contó por texto en la mañana ella estaría en la misma empresa que nosotras.

Las tres tomamos un taxi del instituto hasta la empresa y al entrar fuimos directamente con la recepcionista para comunicarnos con la ingeniera en jefe. Rossy y yo íbamos a estudiar para ser arquitectas, mientras Tesa se inclinaba más por la ingeniería.

Luego de unos minutos pasamos a la oficina de la ingeniera en jefe, ella nos explicó como iban a ser las cosas y en especial recalcó que no íbamos a estar juntas, cada una iba a estar en un área diferente. Nos tomó un tiempo elegir cada una nuestra área, pero luego de eso nos entregaron unos cascos y el chófer de la empresa nos llevó a nuestras áreas elegidas.

Yo era la primera en bajar, ya que elegí el área que estaba más cerca del centro, ya que había acordado con mi madre quedarme esos 2 meses en la casa de padre.

El chófer noto que estábamos nerviosas, lo sé por qué estaba haciendo chistes y contando anécdotas por el camino para intentar hacernos sentir mejor. Cuando llegamos al primer destino, Cesar el amable chófer que nos trajo me acompaño hasta la oficina donde estaba la ingeniera que estaba acargo de mi.

Luego de que Cesar halla abierto la puerta de la oficina para mi, senti cinco pares de miradas sobre mi, pero había una que se sentía más pesada.

Pero en ese momento... Sentí que los nervios se multiplicaron por mil.