➳Recuperar el tiempo➳

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Para Elizabeth los días se hicieron cada vez más cortos.

Estando entre diversos exámenes médicos y ultrasonidos; hasta sus sofocantes sueños que aparecían sin ningún sentido lógico.

Su mejor amiga había venido a visitarla constantemente, hablaba siempre con la madre de la castaña antes de irse.

Y si bien; dedujo que tuvo algún tipo de accidente.

Pero no recordaba nada; y por lo que había escuchado ya habían pasado dos largos años desde lo último que recuerda...

Entonces, aún tenía dudas de lo que había sucedido en ese largo lapso de tiempo; porque estaba muy cambiada, Noah había regresado; y... ese chico misterioso del día en que despertó.

Le darian de alta en aproximadamente tres días por lo que; Ally logró aclararle algunas cosas.

Primero; ya estaban cursando último año, y le iba excelente en clase por lo que le solicitó a su madre que trajese sus libros para poder retomar sus estudios con normalidad.

Segundo; al parecer Noah había vuelto efectivamente por ella, pero no le dijeron el tiempo exacto así que debía esperar a hablar con él personalmente.

Y tercero; el chico misterioso debía ser de su clase, pues tenía el mismo uniforme que traía la azabache en sus visitas.

Pero sentía que no le habían dicho toda la realidad, pues siempre que comentaba sobre su clase evitaban el tema a toda costa.

Así que las siguientes noches durmió inquieta, recordando el rostro preocupado del rubio al verla llorando; y aunque era retorcidamente guapo, se mantenía como un martirio en su mente.

El día que pudo salir de ese tenebroso lugar llamado ¨Hospital¨ le llegaron diversos presentes de todos mis amigos; pero uno en particular le llamó la atención, era un brazalete color plata con detalles de cobre rosado con un dibujo de claveles con detonación blanca y rosa; en ese momento su mente recordó aquel dije, eran prácticamente la pareja idéntica.

Ese fue el único regalo que se dejó, los demás fueron irrelevantes; a excepción claro, de uno de sus libros favoritos dados por Alexandra y un ramo de rosas rojas de Noah.

Llegó a su hogar y comenzó a dejar sus ahora nuevas pertenencias, miro el conjunto de bisutería que tenía; y decidió mirar en la red sobre su trastorno.

...

Según su clasificación etimológica. La pérdida total de la memoria. Puede deberse a un mecanismo de defensa, el cual ocurre después de un evento traumático. El desorden de estrés postraumático puede acarrear el regreso espontáneo de recuerdos traumáticos no deseados.

Si eso era verdad; ¿que podría haber visto ella como para bloquearlo de su mente?

Sin más, al lunes siguiente retomó sus clases; aunque claro, con muchas ayudas e indicaciones de todos.

Pero lo que más hacia la joven enfermiza en los primeros cuatro días retomando su vida era buscar con la mirada a aquel extraño...

Pero todo cambió cuando el quinto día; viernes, el chico egocéntrico apareció por las puertas de su curso al parecer algo distraído del mundo.

Paso atenta a las chicas que lo rodeaban, y eso la molesto.

"¿Porque demonios me molesto? Es solo un idiota ligón, debe ser eso"

Y sin más se dispuso a alejar de su mente a aquel zagal.

...

A la salida Alexandra le había avisado que hoy tendría que ir a casa pronto, por lo que me iría sola todo el recorrido.

O eso pensaba; pues luego de aproximadamente cinco minutos de camino, noto la presencia de "Víctor" como lo llamaban todas las chicas en el instituto.

¿Se puede saber porque me sigues?

No sabía que la calle era tuya.

No, pero que yo recuerde este es el camino hacia MI hogar.

¿Y que con eso? Yo también vivo en esa dirección.

Mentiroso, nunca te había visto.

¿Me lo dices enserio? Lleva-....

¿Que ibas a decir?

Olvídalo Elizabeth, solo vivo por aquí también.

Y al escucharlo decir su nombre con tanta familiaridad, no pudo evitar intrigante más.

Pero antes de que pudiese pronunciar sonido alguno, Víctor cruzó una esquina separando sus caminos.

Y era extraño, pues el vivía al lado opuesto del parque; mismo en el que Noah la debía estar esperando.

Sin más se precipitó hacia el centro del parque, encontrándose al fin con el azabache.

Elli, por fin llegas; vamos te acompaño a casa.

Perdón; me entretuve, y gracias me agradaría tu compañía.

Después de caminar un rato en silencio el mayor decidió romper el hielo.

Veo que estas aun más hermosa, Elli.

Gracias Noah, tú también has crecido.

¿Te disgusta?

No, para nada; solo que me venía preguntando hace un tiempo... Estuviste en mis 15's.

¿Tus 15's?, pero que preguntas Elli.

¿Que me diste de presente?

¿Regalo? ¿Te refieres a la esfera de nieve de Miami?

A-ah..si, me preguntaba si ese me lo habías dado tu... Ya sabes, mi memoria...

Tranquila, estaré contigo; mira ya llegamos, te visitare luego, nos vemos Elli.

Y así partió el oji azul, sin saber que le había dado una pista de sus memorias erradas a la querida Elizabeth.

--Sara Ovalles.


Memorias ¿Borradas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora