02: Que comience el show

5 0 0
                                    

-¡Es tan injusto!- grité enojada hacia la televisión.

Sí, a pesar de ser ahora participante del programa, seguía siendo una tonta fan. Pero era que realmente era muy injusto. Amanda había bailado muy bien, sin embargo, el jurado la estaba matando. Por su cara podía darme cuenta que estaba pasando un mal rato y me daba tanta pena. Se notaba que quería mandarlos al diablo, pero no, ella se mantenía en su lugar, escuchando- o fingiendo- todas las críticas para nada constructivas que le hacían. Y así, de repente, el miedo se extendió por mis venas. Dios. ¿Y si no les gustaba lo que habíamos preparado? ¿Y si se las agarraban con nosotros? ¿Si alguno de ellos desarrollaba algún tipo de odio personal con nosotros y nos hacía la vida imposible por el resto del certamen?

Debía calmarme. Ya. Maquinar mi cabeza no me llevaría a ningún lado más que a caminos de los que luego no podría salir.

Volví a prestar atención al frente mío y ya Amanda junto a su pareja de baile se estaban retirando del escenario.

-Bueno, eso fue algo duro para la campeona del año pasado.- comentó el conductor- En fin, ¡continuemos! La tercera pareja de esta noche está compuesta por...

Voces se oían fuera de mi camarín. Me paré inmediatamente, pensando en que quizá se trataba de Amanda. Un golpe en la puerta me hizo acercarme para abrirla.

-¿Sí?- pregunté al ver al mismo hombre de hace un rato, el que había llamado a mi compañera. Tom. Bueno, no era Amanda, lo cual era lógico. No podía bajar tantos pisos en tan poco tiempo.

-¿Ella Stuart? Te toca luego de esta pareja.

Oh Dios. Me paralicé. Joder.

-Ah, b-bien...- Tom asintió y se dispuso a irse- Gracias.

El corazón me comenzó a latir cada vez más rápido. Hasta comencé a sudar. Y mucho.

-Inhalo... Exhalo... Inhalo... Exhalo...- comencé a repetir, siguiendo los ejercicios que mi coach Taissa nos había dado a Oliver y a mí. Aunque Oliver se rió en su cara, ya que según él "soy un cantante profesional, no necesito ese tipo de cosas". Bueno, yo sí las necesitaba pero... ¡No estaban funcionando!

Miré hacia atrás, enfocándome en la nueva pareja de baile en la pista del certamen, quienes hablaban muy entretenidamente con Martin. Vamos. Yo podía. Podía hacer esto, ¡vamos! Valentía, querido corazón. Valentía.

Suspiré y, con una gran fuerza de voluntad, salí del camarín.

Me sorprendió la cantidad de gente fuera en ese pasillo. Bailarines, empleados... Todos se encontraban allí hablando tan... Relajados. Ojalá pudiera estar como ellos. Intenté no enfocarme en las caras a mi alrededor. No quería quedarme colgada viendo a tantos famosos tan cerca de mí. Debía llegar a esa pista urgentemente.

-Permiso, permiso.- me fui haciendo lugar entre la gente hasta el final del pasillo. Dios, era como si se multiplicaran. Cada vez habían más personas allí.- Uh, lo siento.- me disculpé al chocar con alguien. ¡Ven! Gente salía de todos lados.

-¿Ella?

Mierda. Su voz. Era él. Me di la vuelta nerviosa. Daniel.

-H-hola.- intenté esbozar una sonrisa, sin éxito alguno.

Nuestros ojos se quedaron conectados por más tiempo del que hubiese querido. No se veía sorprendido, y cómo estarlo, lo más seguro era que él ya supiera que este año yo estaría concursando. Era el productor, después de todo.

Pareció abrir la boca para decir algo, pero terminó cerrándola, sin pronunciar palabra alguna. Era la primera vez que nos veíamos después de haber terminado todo y era... Verdaderamente incómodo. Y doloroso.

Detrás del ShowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora