03: Mi lugar seguro

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Abrí la puerta del camarín, aún aturdida por todo lo que acababa de pasar.

-¡Estuviste genial!- exclamó Amanda al segundo en que puse mi pie dentro- ¿Qué... Qué ocurre?- se acercó a mi preocupada. Supongo que mi cara no transmitía mucha felicidad, estaba en shock- ¿Es por la previa esa? No te preocupes, aman hacer un show. Y Daniel y tú se las arreglaron bastante bien, se notó que él sabía lo que hacía. Tendrás que acostumbrarte. Ya aprenderás a manejarte, y ya ni siquiera te importará tanto.- sobaba mi brazo en entendimiento, intentando hacerme sentir mejor. Pero lo que no entendía era que yo no me sentía mal.

-Bailé en la pista más famosa del mundo.- comenté en voz alta, mirando hacia un punto fijo de la habitación.

Amanda rió.- Bueno, yo no diría del mundo, pero... Sí.

Por fin centré mis ojos en ella.

-Amanda... Bailé en la pista más famosa del mundo.- repetí, y una sonrisa comenzó a formarse en mi rostro.

-Sip, lo hiciste. Y, ey... Fue genial.

-Lo fue, ¿verdad?

Finalmente nos fuimos acercando hacia el centro de la habitación, cerrando la puerta.

-Tu puntaje lo demuestra. ¡Los jueces te amaron!

-Nos amaron.- hice énfasis en el 'nos'- Debo admitir que Oliver no lo hizo tan mal.

Mi compañera volvió a reír.- Es verdad.

Nos sentamos. Un silencio se instaló entre nosotras, y la observé detenidamente. Sus ojos estaban clavados en sus manos sobre su regazo, y entonces recordé su bailé y todo lo que los jueces le habían dicho.

-Amanda...- toqué su mano.

-Mandy.- me corrigió. Sonreí.

-Mandy... ¿Estás bien? Vi tu baile.

Ella suspiró.- Sí, yo... Sabía que pasaría. En los años que he concursado he tenido bajas notas, críticas y todo eso, es parte del bailar y mucho más aquí.

-¿Pero...

-Pero fueron un poco duros.

-¿Un poco? ¡Demasiado diría yo! Y no lo merecías. Es decir, ¡estuvieron re bien! Habían algunas fallas, sí, pero todo lo que les dijeron fue...

-Supongo que se debe a que gané el año pasado. Quizá esperaban más de mí. Seguramente. Es entendible.

-¡Pero no para denigrarte de la manera en que lo hicieron! Hay formas y formas de decir las cosas. Ellos eligieron la incorrecta, la fuera de línea, la desubicada. Ellos fueron los que estuvieron mal, no tú.

Sonrió.- Gracias. Tus charlas motivacionales de hecho funcionan.

-¿Acaso alguna vez lo haz dudado?- levanté una ceja.

-Bueno, no. Pero se supone que esas te las debería dar yo, tú eres la nueva.

Bufé.- Tonterías. Es probable que ya tengas que dármela de todos modos, si es que siguen con el tema de Daniel y la ruptura.

-¿Qué hay de eso? Entre ustedes. Siguen... ¿Sintiendo cosas?

-¿¡Qué!? No, claro que no.- desmentí sin pensarlo ni una sola vez. Si después de aquella ruptura realmente seguían habiendo sentimientos, estábamos locos.

-No lo sé, él te defendió bastante. Y te miraba de una manera que...

-Cariño.- la corté- Nos tenemos aprecio, ya sabes, después de todos estos años...

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