En épocas anteriores a la nuestra, guerreros de armaduras místicas, portadores de armas blancas legendarias, vivían para proteger y protegían para vivir. Los Caballeros, seres valientes, de humildad infinita, honorables ante las legiones, temidos po...
Hoy en día no muchas personas recuerden esa batalla tan atroz, o como dijeron los soldados de aquella batalla "Nuestro día para cenar en el infierno" No se tiene muchos registros de esa batalla, solo la información plasmada en un libro muy antiguo escrito por el mismo caballero que sobrevivió a ese ataque. Relatando algo más que solo vivir lo imposible:
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Era el año 1300 d. C, estábamos saliendo del Castillo María aproximadamente a las 17:30.
Íbamos en rumbo a un campamento temporal, el cual estaríamos unos dos días para luego partir a donde sería nuestro cementerio, o como decían mis compañeros, "La puerta para entrar al banquete eterno"Mientras caminábamos saque de mi bolsillo un dibujo que le hice a mi esposa y me juré "Haré todo lo posible para que tú me veas sano y salvo, es una promesa" guarde el dibujo y seguí marchando.
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Tardamos unas tres horas y media en llegar al campamento, cuando llegamos nos pidieron a todos que fuéramos al comedor donde nos esperaba el General para darnos un discurso así como algunas palabras de bienvenida y de consuelo.
Después de terminar el discurso nos trajeron la cena, era una comida un tanto diferente a las que habíamos comido en anteriores ocasiones. Acabando de terminar, nos ordenaron ir a los dormitorios para luego entrenar mañana por la mañana. Entramos a los largos dormitorios, fui directo a la cama que me correspondía y organice todo para el día siguiente, después de eso me acosté a dormir. Al cerrar los ojos me invadió un sueño que me marco para toda la vida: Estaba yo parado en una colina viendo ante mis ojos como mis compañeros y los del bando enemigo perecían ante unas bolas de fuego azules que caían del cielo, no las podía reconocer bien, estaba todo muy borroso, pero antes de que mi mente pensara el cielo se puso de un azul oscuro brillante, luego de eso desperté muy asustado y agitado. Como si fuera brujería, alguien abrió la puerta bruscamente, era el General que gritaba con fuera "¡Tenemos que partir inmediatamente al campo de batalla!" No pude creerlo ¿Ya están aquí? Me enteré de que un explorador informa que el bando enemigo se habían movilizado más rápido de lo que aviamos pensado. Yo me levanté de la cama sorprendido y con mucho miedo, pero no había tiempo para calmarse, teníamos que salir lo antes posible del campamento. Me apresuro en ponerme mi equipo de combate para luego tomar mi espada, mi escudo y salir lo más rápido del dormitorio. Al llegar afuera vi como los caballeros marchaban a la puerta de salida, rápidamente me reincorpore con ellos.