Salvación.

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Narra Naruto.

- ¿Qué tal está?.- pregunto al doctor. Su expresión seria y dura hace que se vea más profesional.

- Siendo sincero, está grave. Es muy pequeña y lo que le pasó...- suspira, mis ojos se empañan. -probablemente no sobreviva.- al llegar esas palabras a mis oídos, la información se procesa y me desplomo. En un movimiento rápido me sujeta de los brazos y me hace sentar en una de las sillas que está en la sala de espera.- Sé que esta noticia es muy fuerte para usted, pero tiene que afrontar la situación.- asiento. Me suelta y se marcha.

Se supone que todo debía de estar bien, se supone que las personas mayores deben ocuparse de los niños. Deben de atenderlos, cuidarlos y asegurarse que no les pase nada. Pero la realidad es otra, vivimos en un mundo de espejos y ya no sabemos cuál es nuestra realidad. Pensé que tenía clara cuál era mi realidad, pero parece que no es así, creo que soy una más de esas personas que llegado un punto no sabe qué hacer con su vida. 

Soy un punto en la nada, así me siento. Todo por lo que vivía, todo por lo que luchaba era ella. Pero un día está y al siguiente, probablemente, ya no este. 

Yo tuve que a ver la cuidado, yo tuve que haber impedido eso, yo tuve que haber sido un mejor hermano, un mejor compañero, ser alguien que estuviera ahí siempre para ella. Pero no fue así, fue mi culpa todo lo que pasó, es mi culpa lo que está pasando y lo que, probablemente, llegue a pasar. 

Las lágrimas caen sin parar, subo mis piernas sobre la silla y oculto mi rostro en mis piernas. Caída, tras caída. No paro de hacer eso, de caer y derrumbo a las personas que están a mi alrededor. Y por más que intente cambiar y ser mejor... no logro conseguir nada, si ella se va... yo ya no tendré nada.

- ¿Cómo se encuentra?.- escucho una voz familiar, levanto la cabeza y veo al causante de esto.

- El- me levanto de la silla de un salto y agarro del brazo al imbécil.

- ¿Cómo piensas que está?.- mi voz está quebrada, pero no me importa, ya nada importa.

Su mirada es dura, pero aún así no se atreve a responderme.

- Ya le conté todo lo que tenía que contarle a el hermano de la pequeña niña. Si tengo alguna novedad les estaré comunicando. Si me disculpan.- el doctor se retira, suelto del brazo al hombre.

- Fue en un descuido, ella-

- No me importa -, me giro y me voy a sentar.- ¿de qué me sirve discutir con un ser cómo tú?, pasó lo que pasó y no puedo hacer nada para remediarlo.- mis lágrimas se habían secado, pero por dentro seguía derramando agua salada.

- Es mejor que te vayas, yo la cuidaré y-

- ¿Ah, si?. Así cómo la has cuidado hasta ahora, no creo que sea una gran idea dejarte con ella.- me cruzo de brazos.- me quitaron a mi hermana porque no estaba capacitado para cuidar a una niña. Pero ustedes tampoco tienen la capacidad de cuidarla, ¿cómo es que nunca le ha pasado nada estando conmigo?. Y sólo la dejo un mes con ustedes y le pasa de todo.- las palabras salen con rabia pero aún así al hablar lo hago de manera tranquila. Estoy realmente dolido, temeroso, pero la rabia puede más.

- Kurama tranquilo, no hace falta que salgas. Tranquilo.-

- Por ahora no saldré, pero no me pidas que no salga cuándo esto empeore.-

- Estás molesto, lo sé-

- No, no lo sabes y nunca lo sabrás.- me levanto y voy hacia el recibidor.

- Señorita, disculpe.- la chica levanta la vista y sus ojos azules miran los míos.- voy a salir un momento, si pasa algo-

- No se preocupe Señorito Uzumaki, ya le avisaré si ocurre algo.- me sonríe y yo intento devolverle el gesto, pero me sale, más bien, una mueca.

Salgo y respiro el asqueroso aire contaminado por el humo de los automóviles.

Camino sin rumbo. Estate tranquilo, todo estará bien. Veo las personas pasar, cada uno ha de tener sus problemas, pero ¿cuánto de ellos logran resolverlo?. ¿Cuántas personas logran sobrellevar sus problemas y hacer cómo si no le afectaran?.

Quisiera poder ser cómo esas personas, que pueden fingir y ya. ¿Por qué no puedo ser cómo ellos?, ¿por qué no simplemente finjo y ya?.

Me detengo y miro el cielo, está nublado. Espero que llueva.

* Flash back.*

- ¡Naru!. ¡Ven!.- escucho a Hinata gritar desde la sala. Bajo las escaleras y voy a verla.

- ¿Qué pasa?.- veo que está embobada mirando la lluvia.

- Mira.- susurra y sigue admirando la lluvia. Me posiciono a lado de ella, y me pongo a su altura.

- Es sólo lluvia.- digo con voz tranquila.

- Es muy bonito.- bosteza.

- Parece que estás cansada.- suelto una pequeña risa.

- Déjame ver un poquito más la lluvia. Me gusta.-

* Fin de flash back.*

- Ahí estás... ¿Por qué lloras?.-

Me giro, pequeñas bolsas con aguas salada dentro ruedan por mi mejilla.

- Ella, ella no... no...- se acerca a mí.- ella no se va a salvar, Sasuke.- sus brazos me envuelven como una manta, se siente bien.

Dejo salir todo lo que tiene que salir ahí, no puedo guardarme nada estando con él.

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Capítulo nuevo, espero que les haya gustado. Es corto pero ya es algo.

Atte. Fujoshi.

Juntos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora