Capítulo 1.

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-Cuando un humano pelea codo a codo con los dioses, y es capaz incluso de sellar a uno, entonces ese humano es diferente al resto de los otros

-¿Qué estás diciendo? –Lo miró extrañado. Sasuke sabía que lo que estaba viendo no era exactamente real, sin embargo estaba sucediendo.

Habían pasado cinco meses desde la pelea con los Otsutsuki, entonces ¿por qué estaba sucediendo?

-¿Acaso no puedes verlo? – Momoshiki tomó con fuerza el brazo del Uchiha. Miraba su muñeca y después desvió su mirada a los penetrantes sharingan y rinnegan de Sasuke- ¿ni siquiera con esos artilugios que tienes?

-Frunció el ceño. Por un extraño motivo, por primera vez en mucho tiempo se sentía inquieto. Incluso una gota de sudor rozó su frente- solo veo lo que necesito –sentenció-

-Esos ojos han cambiado –sonrió divertido- ya no son como eran antes. Sin embargo esa oscuridad que persiste en ti. Esa oscuridad que nunca se ha ido.

Puedes engañar a todos, inclusive a ti, pero en el fondo sabes de lo que hablo –el sujeto, pasó ambas manos al rostro del Uchiha en un movimiento rápido. Nuevamente Sasuke tuvo esa detestable sensación- tu vida y tu futuro son muy interesantes –sonrió nuevamente complacido- he podido verlo de principio a fin.

Tu pasado, tu presente y tu futuro no son como las de un ser inferior cualquiera.

-¿Qué quieres decir? –Intentó preguntar con frialdad, pero para ese momento se sentía bastante confundido-

-¿De verdad no lo sabes? Sé que eres más inteligente que eso.

Ambos sabemos que esos ojos terminarán por destruirte. Y será un deleite, ver como sucede –en ese instante Momoshiki comenzó a desvanecerse en el aire. Lucía como si estuvieran en una de las dimensiones donde hace ya tantos años había peleado contra Kaguya-

-¡Espera! –Exclamó Sasuke con un tono dudoso en su voz. Sin embargo, ya había desaparecido por completo.

De un momento a otro, Sasuke notó como todo se iba oscureciendo, como si de nuevo estuviera en un cambio de dimensión; intentó usar su rinnegan pero no funcionó en nada. Antes de quedar completamente sumergido en la oscuridad, a lo lejos pudo escuchar algo que lo dejó aún más desconcertado. Después, esa negra oscuridad lo consumió por completo.

Entonces despertó. De forma muy abrupta, como casi siempre y con la guardia alta. Por un segundo había olvidado que se encontraba en la aldea. Sí, en Konoha. Después de la pelea con los Otsutsuki y el riesgo latente de un nuevo ataque, tanto los kages como Naruto, decidieron que lo mejor sería que Sasuke se quedara en la aldea por un tiempo. Incluso el mismo Uchiha lo creía conveniente mirando la situación que tenían encima.

Se levantó con cierta dificultad dado el vértigo con el que cargaba en ese momento, pero una vez repuesto, se vistió rápidamente para salir directamente a la oficina del Hokage.

[*]

-¿Qué es lo que tanto te preocupa? –Preguntó Shikamaru. Llevaban aproximadamente quince minutos discutiendo acerca de la agenda de ese día, pero más bien parecía que Nara estaba hablando con la pared.

Conocía a Naruto y sabía lo despistado y cabezota que podía llegar a ser, pero ese día en particular, era diferente-

-¿Eh? –Contestó sin ni siquiera mirarlo a la cara. El rubio estaba leyendo unos papeles sobre su escritorio, pero Shikamaru sabía muy bien que solo estaba fingiendo- ¿Por qué estaría preocupado?

-¿Crees que vuelvan a atacarnos? –Preguntó con su seriedad típica.

Naruto terminó de firmar esas hojas que tenía encima, y está vez lo observó serio-

Fuego oscuro, fuego negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora