La nieve le llegaba hasta las rodillas. A diferencia de la última vez que había estado ahí, el clima apremiaba a apurarse. El castillo de Kaguya seguía igual que como lo recordaba, o tal vez un poco más lúgubre.
Entró por la puerta principal, como siempre lo había hecho desde hace ya tanto tiempo. A veces sentía como en ese momento, que a pesar de explorarlo e investigar cada rincón, algo se le estaba escapando. Algo que siempre ha estado ahí, pero no podía verlo. Terminó acercándose a los restos de la enorme estatua de Kaguya; ahora que lo pensaba bien, tal vez dentro de ella, encontraría algo que le ayudara a esclarecer la situación.
La cabeza aún quedaba intacta en el suelo, resultado de las peleas anteriores que había tenido ahí. La miró unos segundos, se acercó a palparla y fue cuando ese tipo que había aparecido durante los exámenes chunnin salió de la nada. Tal como Kaguya lo hacía al cambiar de dimensiones.
Al principio, parecía una batalla muy similar a la de Momoshiki. Finalmente, los Otsutsuki parecían tener un mismo estilo de combate; y que Sasuke podía detener con cierta facilidad siempre y cuando no comieran sus estúpidas bayas. Pero en algún momento, en algún instante, Sasuke pudo notar que un movimiento, cierta acción, en determinado momento... algo tan insignificante como para poder ver, hacía que su rinnegan no le funcionara.
Al fin lo había entendido. Todo se resumía a un absurdo jutsu que todo ese clan era capaz de activar. Algo parecido a lo que Itachi hizo con él, cuando vio a Madara por primera vez.
No cabía duda, era algo así; pero tal vez su resolución había llegado demasiado tarde. Mientras lo estaba analizando y aun se sentía con el control de la situación, esa sensación de malestar inundó su cuerpo haciendo que casi se cayera sobre la nieve sin ni siquiera recibir un empujón.
Solo bastó esa pequeña distracción para que dos minutos más tarde, estuviera luchando por abrir el portal antes de quedar inconsciente-
"¿Qué piensas hacer ahora?"-escuchó en su cabeza pocos segundos antes de quedarse dormido. ¿De quién era esa voz? Sabía que la había escuchado antes, pero, ¿dónde?
[*]
-¿Qué debo hacer ahora? –Naruto estaba sentado en la sala de la casa de Sakura. La pelirrosa había preparado un poco de té medicinal para ambos. Kakashi se había adelantado a la oficina del Hokage para arreglar el papeleo con respeto a Sai-
-A estas alturas, al menos con Sasuke, debes actuar como Naruto, y no como el Hokage –el rubio soltó un gran suspiro-
-Hasta ahora no se ha filtrado nada, pero en caso de que sucediera... -en ese momento, Sakura lo interrumpió de manera un poco abrupta-
-Creo que hay algo que debes saber –el de ojos azules claro que lo intuía. Tenías que ser tonto para no verlo; pero todos, optaban por mil razones más, antes que eso-
-Dime... -cerró los ojos. No podía negar que estaba bastante preocupado-
-Lo que pasó con Sai, –dudaba un poco porque tampoco quería decirlo en voz alta. Sin embargo, era importante- desde el momento en que vi el cuerpo...
-Sí... -murmuró Naruto, esperando a que la chica terminara la frase-
-Las heridas y el tipo de arma con el que fue atacado –apretó con fuerza los puños- tú y yo sabemos que hay muy pocas personas en los cinco países, capaces de...
-De causar esa clase de daño con elemento rayo –completó Naruto- lo sé Sakura –el rubio intentaba mirar hacia otro lado, mientras la de cabellos rosas dedicaba su vista al té ya frío que poseía entre sus manos- sé que en estos momentos, la única persona que podría infligir esa clase de daño, esa clase de heridas, esa... manera de asesinar... es característica de Sasuke –al fin soltó. El aire se tensó bastante en la habitación-
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Fuego oscuro, fuego negro
FanficHan pasado algunos meses desde su encuentro con Momoshiki. Sin embargo, Sasuke comienza a experimentar toda una serie de misteriosas afecciones que preocupan tanto a extraños como a desconocidos, ya que parece que su Rinnegan y su pasado tienen algo...