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Regalo atrasado para NeblinaLlameante y para Mikaela Mcqueen Felicidades

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Hola mis lectores, hoy les contare una historia muy tierna, algo triste pero con un bonito final..

En una juguetería se vendía los peluches de gatos mas famosos de la ciudad, los gatos Uchiha y aunque muchos los querían había uno al que nunca compraban, un gato de color azul y orejas negras ya que decían que su mirada oscura espantaba a los niños que iban ahí, pues su cara era muy seria para un peluche.

El dueño al ver que paso mas de tres meses y ese muñeco aún no se iba decidió moverlo a la estantería de las ofertas, donde ponía los muñecos menos populares o en algunos casos defectuosos.

En la noche el hombre se retiro a su hogar no sin antes cerrar el lugar, mas no sabía que una vez cerrada la tienda, el lugar y sus habitantes cobraba vida.

- ¡¡¡El jefe se ha ido!!! - grito el pájaro cucú del reloj.

Y esa fue la señal de los juguetes para despertar.

- ¡¡Al fin!! - grito un oso de peluche mientras se estiraba desde el suelo. - Los niños solo me agarran y ni siquiera me regresan a mi lugar.

- Al menos te agarran. - dijo un payaso de peluche que salia de una caja sorpresa. - Conmigo se espantan.

- ¡¡¡Por fin es hora de bailar!!! - grito una muñeca bailarina y puso música.

- ¿Donde estoy? - se levanto el peluche de gato azul y observo que no se encontraba en su estante cerca de la ventana si no que estaba en uno casi al fondo del lugar.

- Estas en la estantería de ofertas, querido amigo. - dijo un peluche que no se veía de que era pues estaba en la parte mas oscura del estante.

- ¿Como?, ¿Quien esta ahí? ¡Muestrate!. - exclamo y exigió saber el gato azul.

- De acuerdo... Que amargado eres para ser un gato.

Aquel peluche empezó a salir despacio y al verle en la luz se extraño.

- Mucho gusto, soy Naruto. - dijo y le miro de arriba a abajo, era un muñeco muy remendado, sus orejas eran naranjas al igual que su cola y una de sus patas, pero todo lo demás era amarillo además de que tenia una gran sonrisa y sus ojos eran azules.

- Hmph, me llamo Sasuke. ¿Que hacemos aquí? - pregunto con curiosidad ya que era su primera vez en esa parte de la juguetería.

- Pues... Esperar que alguien nos compre, muchos de aquí tardan años en irse. Kakashi por ejemplo, era un oso polar de peluche pero un niño travieso le tiro un ojo y vino a parar aquí, se fue hace un mes por que un niño de cabello castaño se lo llevo o el caso de Hinata una muñeca bailarina a ella le quitaron una pierna pero aun así se la llevaron, y yo pues... Llevo mas de tres meses aquí y nadie me lleva. - dijo todo melancólico el pequeño gato remendado. - Pero... ¿Tu que haces por aquí? - se pregunto al ver a un muñeco en buen estado por este lugar.

- Pues como me ves, tengo una cara muy seria para un muñeco y según los humanos doy miedo. - se señalo. - Y, ¿cual es tu historia? - le pregunto a Naruto pero este al estar enojado le ignoro

- ¡¿Que?! ¡Eso es una tontería! - grito molesto Naruto. - Tu no das miedo, eres muy bonito incluso con esa cara. Tu no... Eres como yo... Yo... Yo soy defectuoso. - suspiro y empezó a contarle su historia. - Yo no era un gato, aunque ahora si, yo era un zorro, era de esos muñecos de edición limitada o algo así entendí, los zorros Uzumaki, eramos muy populares pero muy caros, entonces a un chico se le ocurrió la idea de que si los muñecos estaban defectuosos le podrían bajar de precio y ya sabrás lo que sucedió. - dijo cabizbajo y camino para sentarse cerca de Sasuke.

- Te arranco las orejas y cola para que le hicieran descuento. - dijo Sasuke y lo miro de nuevo.

- Pero no le funciono, ya que la juguetería tiene cámaras de seguridad en la parte delantera, el dueño le cobro por mi y este enojado me arranco la pata y me arrojo al suelo, luego se fue corriendo del lugar. - suspiro de nuevo. - El dueño al verme en ese estado me compuso con tela vieja de su taller y me remendó, aunque no le quedaba mucho para la pata trasera, al terminar me trajo aquí y pues esa es mi historia.  - bajo la mirada.

- Wow. Que malo lo has pasado. - dijo Sasuke. - Pero, ¿sabes que? - le levanto el rostro. - Yo creo que eres muy lindo a pesar de todo. - el corazón de algodón de ambos gatos latieron con fuerza y se abrazaron.

A la mañana siguiente...

Los muñecos volvieron a sus lugares correspondientes menos el gato remendado que se encontraba a un lado del gato amargado.

El dueño abrió la juguetería y vio a los gatos juntos así que decidió venderlos juntos.

Un hombre de edad madura los compro pues era un regalo para su hijo pequeño, quien desde hace un tiempo quería un gato de peluche, pero al ver que habían dos en oferta se los llevo a ambos.

El pequeño emocionado al ver que su padre le trajo no solo uno sino dos muñecos dio un abrazo y los colocó en su cama.

En la fiesta del pequeño vinieron muchos niños y algunos junto al cumpleañero subieron a jugar al cuarto de este, una de los niñas que jugaban con el vio a los peluches con desagrado.

- Oye porque tienes esas cosas tan feas. - dijo la pequeña pelirrosa.

- No son feas, a mi me gustan. - dijo el pequeño mientras los abrazaba. - Mi papá me los regalo, me dijo que son pareja y yo pienso que a pesar de su apariencia extraña son muy bonitas.

- Claro que piensas que son bonitas, ya son igual de raras que tu. - dijo la mocosa y lo empujó al suelo, los demás se reían de el, menos un niño de cabello azabache.

- Ya dejalo en paz vomito de unicornio. - se acercó al pequeño y le ayudo a levantarse. - ¿Estas bien?

- Si, gracias. - el pequeño apretó a sus muñecos.

- Sasuke-kun no deberías tocarlo, el tonto de Naruto es raro y se te puede pegar. - dijo la pelirrosa enojada al ver que este le ayudaba al pequeño rubio.

- Ya basta, Sakura. Eres una persona muy superficial. Debería darte pena el burlarte de Naruto quien es una persona buena y desinteresada que ve belleza en todos. - dijo Sasuke quien volvió a mirar a Naruto. - Eso es lo que me gusta de el.

El pequeño rubiecito se puso colorado de la pena y feliz por saber que el niño del cual se había enamorado le correspondía. Sakura al oírlo se fue corriendo puso a llorar, los demás niños al verse ignorados se fueron y les dieron privacidad.

- Tu también me gustas teme. - le enseñó el gato azul. - Este gatito se llama Sasuke, se parece a ti. - y luego le mostró al gato amarillo con naranja. - Este gatito remendado se llama como yo. - termino por decir con un tierno sonrojo.

- Entonces si ellos son novios... ¿Tu y yo podemos serlo? - dijo Sasuke serio pero apenado.

Sin que se diera cuenta Naruto le dio un beso en la mejilla y le dijo que si, ambos felices bajaron para seguir disfrutando de la fiesta.

El papá de Naruto vio como su hijo bajaba junto al hijo menor de su amigo juntos muy felices, solo rezo al cielo que ambos pudieran ser siempre felices.

FIN

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