Libertad.

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¿Qué tal si empezamos por el final? El final empieza en una sala clara,en blanco. Estoy tumbada entre sabanas blancas y en la habitación no hay nadie,exceptuando que estoy yo. ¿Que hago aquí? Eso lo recuerdo borroso. Estaba en... si,estaba en casa,muy nerviosa por... eso,porque recordaba que lo que había echo no estaba bien. Se que me acerqué a la estantería donde estaban los utensilios de cocina y cogí uno. Ya no recuerdo más. Acaba de entrar en la sala mamá. Tiene los ojos llorosos.

-¿Qué tal estás,cariño?-dijo mamá sentándose en una silla cerca de mi cama.

A eso no sabía muy bien que responder. Estoy bien,claro,porque estoy medio dorgada con todas las medicaciones. Y por no preocuparla le dije:

-Estoy muy bien mamá,¿por qué estamos aquí?

Ella me miró como aquellas veces que le contaba algo que no le había contado. Era una mirada cariñosa y dulce,le respondí con una sonrisa.

-Tuviste -se para- una crisis emocional.

Mamá,no sabes nada de mi vida.

-Bueno -digo decidida- ¿por qué la tuve?

A eso no iba a saber responder.

Cariño,eso es lo que queremos saber todos -me acaricia el pelo-.

-¿Todos,te refieres que papá está aquí? -le miro impresionada-.

Mis padres se divorciaron hará 4 meses,más o menos en mi primera “crisis”. Mi padre se veía con una mujer que claramente no era mi madre. Mi madre se enteró gracias a mi tía,ya que era su amiga la que salía con mi padre. Mi madre quedó destrozada después del juicio. Yo la verdad,me lo veía venir.

-Cielo -me vuelve a mirar con la mirada dulce- Él fue quien te encontró en casa sangrando.

Y ahí es dónde comenzó todo.

Bueno,claro,relativamente,ya que he empezado por el final.

60 segundos para la libertad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora