Robert levantó las manos en señal de rendición. No tenía nada que hacer contra todo ese ejército que ahora probablemente le temía, y se quedó allí parado, orando a un beato anónimo.
Aunque tal vez ese beato si tenía nombre.
-¡Arretez vous!- Gritó el chico que se encontraba tendido a sus pies. Algunos soldados bajaron sus armas; no los suficientes como para que Sauveterre se sintiera tranquilo, pero era un avanze.-¡El mató a los hijos de Inglaterra!¿No tiene derecho, a caso, de una oportunidad para explicar su situación?
-Joven Jousset, entendemos tu misericordia, pero no conocemos nada de este sujeto o sus intenciones; y no sabríamos con certeza si esas infalibles armas serán o no usadas en contra nuestra.-habló un soldado algo mayor.
-Vosotros lo habéis mencionado; no tenéis la certeza de sus propósitos, pero ¿Por qué otra razón habría, sino, de proteger a un extraño como yo?
Así, después de una larga junta; durante la cual Robert estuvo parado en su misma posición, con algunos soldados apuntandole aún, se acercó un soldado que parecía tener un rango alto, y luego de mirar hacia los ojos de Jousset, habló:
- Mon ami, agradécele al muchacho, al cual todos estimamos mucho, porque hemos decidido darte una oportunidad: con una semana para que demuestres tus intenciones y lealtad. Si en ese tiempo observamos actitudes sospechosas de tu parte, morirás. Mañana nos explicarás quién eres y que hacías bajo esos escombros. Maintenant, quedarás bajo la custodia del joven Jousset.
Sauveterre y Jousset se miraron desconcertados.
-¡P-pardon pour mon audance!¡Yo n-no propuse eso e-en ningún momento!- Silvain balbuceaba, intentando no parecer demasiado atrevido. Eso de que el extraño se quedara en su tienda no lo habían mencionado, y mucho menos él lo había propuesto.
- ¡Se quedará con usted si no quiere que me arrepienta! À propos,¿Como se llama usted, mon Ami?
-Robert, Robert Sauveterre.
______________________________________-M-mille excuses pour l'inconfort, Monsieur Sauveterre...- Dijo el joven de cabello castaño haciendo una leve inclinación con la cabeza, ya en su tienda.
-No tienes porqué ser tan formal, mon garçon.- Contestó, sacándose el chaquetón y arrojando su maletín en un costado de la tienda.- Robert está bien.
-Oui, monsieur Robert!
-Quita el monsieur, me hace sentir viejo. Tengo solo veintiseis años.
Silvain no sabía que pensar. El hombre le había salvado la vida, y parecía alguien de fuertes principios, sin embargo; su forma de hablar era totalmente informal, y su acento era extraño. Se sentó en su cama, afligido. Esta semana sería muy larga.
Ya era tarde, y no había mucho que hacer en el campamento. Otro grupo había ido a buscar provisiones, que se empezaban a agotar. Tendría que quedarse en la tienda con el extraño.
Pensó que sería aburrido, hasta que; regresando de sus pensamientos, vió al extraño sacar un extraño libro vertical con anillos y un delgado trozo de madera.
Se acercó despacio, y vió que aquel libro pequeño había una silueta parecida a una mujer con ropa de bailarina.
No sabía si preguntale que era todo eso o quedarse sentado observando cómo mágicamente aparecía esa mujer. Claro que conocía el carboncillo, pero todo lo que veía le parecia extraño, ¿Cómo habían logrado introducirlo en una vara tan delgada y a la vez hacerlo tan perfecto? Se decidió por la primera, y tratando de sonar lo más respetuosamente posible, dijo:
-Monsieur, excusez-moi, ¿Qué es eso?
-¿Mh?¿Cuál de todos?
-Ah, emm... Todo.- dijo sintiéndose ignorante y desviando la mirada.
Sauveterre solo sonrió de esa forma tan típica suya y le empezó a explicar de cada uno de los objetos.
RS: Esto, mon garçon, es una libreta; esta varilla, que contiene carbón, es un lápiz, y lo que estoy dibujando es una bailarina de ballet. No te preocupes si no entiendes, ni siquiera deberías haber visto esto.
SJ: Está muy delgada... - Comentó luego de unos segundos.
RS: Oh, me imagino que no estás acostumbrado a ver a las mujeres de esta contextura por acá...
Robert podía verse muy relajado externamente, pero internamente estaba gritando y buscando algo que decir al día siguiente... Si es que no estaba muerto o se había vuelto ezquisofrenico. No podía decir "Vengo del siglo XX" así a la ligera. Lo fusilarian y lo arrojarían a una fosa común, o aún peor; tirarían su cuerpo y lo dejarían a merced de las bestias.
Pasaron aproximadamente media hora hablando de diversos dibujos de su libreta, y la mayor parte de este tiempo se empleó en un intento de explicación por parte de Sauveterre acerca de ese extraño pájaro grabado que portaba gente.
Después de ese tiempo, ingresó a la carpa un soldado (que por suerte no se percató de la libreta) trayendo dos porciones de carne salada y verduras, dos panes, dos pedazos de queso, una bolsita de sal, una jarrita de aceite y una botella de vino. Dejó todo, dió las buenas noches y se retiró.
Cuando empezaron a comer, Robert pensó que sería descortés que le invitaran comida y él no aportara nada en compensación; así que sacó de sus provisiones una lata de frijoles en conserva y la abrió ante los asombrados ojos de su nuevo compañero con un abrelatas que siempre traía consigo.
-Podemos comer la mitad cada uno, lo que hay que procurar es que no quede nada en la lata, ya que no se puede guardar eso más de un día, mon garçon... Aunque sabría mejor caliente...-Dijo susurrando la última parte, pero Jousset lo escuchó.
-Monsieur Robert! ¡Puedo llevarlo al fuego de afuera y calentarlo un momento!- se ofreció pese a no saber que era eso en realidad.
Así Silvain salió, y fingiendo quererse calentar en la fogata llevó consigo la conserva, hasta que un olor hizo que todos los soldados en el rango buscaran el origen. Lo llevó a su tienda y lo compartieron tal y como había quedado con Sauveterre, quien contestó a su asombro por el sabor de la comida.
Al final Silvain se acostó en su cama, y Robert hizo lo mismo en esa manta provisional, aún ansioso por qué diría al día siguiente.
-Bonsoir, monsieur Sauveterre...
-Bonsoir, Silvain.- Contestó con una sonrisa y se sumió en las tierras de Morfeo.
Continuará...
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Llaminota:Los dibujos son referenciales, y OBVIAMENTE no son míos. Derechos a su respectivo autor. Lo que si busqué la información de que consumían los soldados napoleónicos para lo que traía el soldado. Lo de las expresiones francesas me dió la idea este cubo v:B
Sh:Oie v':<H
Agradece que te doy crédito Shan v:B
Chaooooo
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Timeline: The Lost Soldier
General FictionRobert, un soldado de la 2da guerra mundial, queda atrapado bajo los escombros de una casa por sacar a un niño que quedó atrapado. Luego de que sus compañeros lo abandonaran, dándolo por muerto, siente que las vigas sobre sus hombros se levantan, de...