Justin dio un par de toques a la puerta.
- Pase.
Giró el pomo y entró a la oficina de su jefe, Snade. Se sentó en frente de él.
- ¿Y bien? – dijo Justin con una expresión fría en su rostro. La que tenía.- Te llamé para que nos vuelvas a dar tus servicios.
- Snade, te dejé claro que no volvería a trabajar para la CIA después de lo quepaso con Milena.
- Vamos, hace más de tres años que pasó esto. – sacó una foto de una pequeña carpeta. La puso boca abajo. La curiosidad invadió a Justn.
- Esta vez tenemos a una experta masajista. ________ ________. Ha tratado con personajes importantes, incluido a Alexander Donovan.
- ¿El criminal?
- Eso creemos. Últimamente han muerto muchas chicas, y tememos que haya sido él. Además, pensamos que _______ ha tenido relaciones con Alexander. Y puede ser la próxima en morir. Tendrás que interrogarla para averiguar si sabe algo y... - la penetrante mirada de Snade se clavó en la de Justin– protegerla de cualquier peligro. Tú eres el más adecuado para ello, has sido uno de los mejores entrenados.Justin Bieber negó con la cabeza. En ese momento Snade giró la foto. Justin se quedó mirando a la seductora mujer que había en ella.
- Piénsatelo.El Lamborgini de color negro aparcó delante de la clínica.Justin se quitó las gafas y miró por la ventanilla. Jugueteó con la foto en sus dedos. Volvió a mirar a la mujer que había en ella. Preciosa. Justin se acomodó en el asiento de su auto. Un top negro, unas gafas Ray Ban y unos jeans que dejaban a la vista unos buenos muslos. Sandalias de tacón alto y el _____(color de tu pelo) pelo suelto.
Sonrió, era lo suficiente explosiva para que los hombres se tuvieran que girar para volver a verla. Algo distrajo su atención. Eran las siete y media de la mañana, y alguien abría la clínica.
La vio, de espaldas metiendo la llave en el cerrojo del portal. Llevaba un blusa de media manga y una minifalda que llegaba por media cintura. De nuevo las provocativas sandalias negras de tacón. Entró y dejó la puerta abierta.- Bueno, vamos a ver qué aplicada es en su trabajo.– Justin intentó asomarse, vio a _______ terminando unos arreglos en la oficina principal. Se relamió al verla agachada. Hermoso culo. Alguien entró por la puerta.
- Buenos días, preciosa. Ella se giró y se levantó, analizando quien era. Sonrió.
- Hola, Alex. – observó que llevaba algo en las manos - ¿Y eso? – alzó una ceja.
- Es para ti. – le alcanzó un ramo de flores enorme.
- No hace falta que me regales nada... - dijo ella fingiendo una sonrisa.Justin no dejó de observarlos. Sacó un par de fotos con la cámara que le había prestado Snade.
- Así que es cierto que estas con ese criminal, muñeca... - sonrió – la sorpresa que te vas a llevar cuando te diga que es un coleccionador de mujeres muertas.
Se volvió a acomodar en el asiento y siguió observándolos.
- Espero que hoy aceptes la cena... - dijo Alexander acercándose a ella. La intentó besar, pero ________ lo rechazó.
Justin soltó una leve carcajada.
- Buena chica. Sigue rechazándolo. – sonrió. Una sonrisa limpia y blanca, que haría estremecer a cualquier mujer en solo verla. Cogió su calibre del 38 y lo colocó en su cinturón, camuflado.
Alexander la miró apenado.- ¿Qué es lo que no te gusta de mí? – dijo abriendo los brazos.
- A ver... - ________ puso los enormes ojos _____(Color de tus ojos), en blanco. – que sí, que eres muy atractivo y que tendrás a muchas mujeres detrás. Pero a mí, no-me-gustas.
Alex se le abalanzo. Las alarmas de Justin se despertaron y se dispuso a salir. Pero lo único que hizo Alex fue besarla. _______ lo forzó a dejarla.
- Piénsalo ¿si? – se giró, dejándola perpleja.
_______ negó con la cabeza y se metió en la clínica masajista de nuevo.