Se giró para irse de nuevo. Pero Justin la cogió del brazo, cerró la puerta y la apoyó contra su cuerpo, entre él y la madera maciza de esta. Acarició su mejilla. Y sobraron las palabras. Justin empezó a comerle la boca, desesperadamente. No había luz, apenas, solo por un par de agujeritos de la persiana de la ventana de la habitación de Justin. ________ rodeó su cintura con los brazos. Justin la abrazó. Ella apoyó su cabeza contra su hombro y empezó a llorar de nuevo.
- No vuelvas a decir eso, no vuelvas a insultarte. – dijo contra su cuello – tu eres lo más perfecto que mis ojos han visto nunca... y yo... yo...
- ¿Tu? – murmuró ________, separándose y mirándolo. Sus pupilas se habían acostumbrado a la oscuridad y podía distinguir la figura de Justin, y viceversa.
- Te amo, joder... te amo más que a nadie en este puto mundo. – volvió a besarla.
Y en ese instante, nada importó. Solo ella, ella... _________, que estaba entre sus brazos, que la quería, que la amaba, y se lo quería demostrar de todas las maneras posibles. No la dejaría marchar, no... porque sabía, ahora lo veía claro, no tenía dudas, de que... de que su corazón la había estado esperando a ella, y solo a ella... __________, que había llamado su atención des del primer momento en que Snade le había enseñado la sencilla foto. Ahora solo tenía ojos para ella, su corazón solo latía por ella, su respiración solo se agitaba por ella. Se había olvidado... hasta de Milena.
La desnudó. Sin dejar de besarla. La tumbó en la cama. Ella le apartó el albornoz.
Tuvo el placer de contemplar el bello cuerpo de Justin. Era completamente perfecto.
Justin sonrió y volvió a besarla, colocándose entre sus piernas. La acarició, toda... toda suya. Sus pezones ya estaban erguidos, y su sexo ya estaba mojado, invitándolo a entrar. Quería hacerla suya... dios... no deseaba nada más en estos momentos.
Mordisqueó el cuello de ________ haciendo que ella alzara las caderas. Justin buscó un preservativo, no aguantaba más sin poseer el cuerpo de su amada mujer.- No. - ________ lo detuvo. – Tomo la pastilla. – Rodeó su espalda con sus brazos y lo acercó a ella. – Quiero sentirte... completamente. Sin... sin barreras de látex de por medio.
Justin gimió escuchando sus palabras. ¿Hacerlo sin condón? A carne viva... sentirla, a ella, a su interior, sin algo que lo cubriera... era la mejor propuesta que le habían hecho nunca.
- ¿Estás preparada para mí? – murmuró Justin besándole la frente.
________ asintió. Si hablaba se pondría a llorar. Apoyó la cabeza contra el hombro de Justin y se lo besó. Sintió como él empezaba a abrirse adentro de su propio cuerpo.
Justin no pudo evitar gemir al sentir... como la húmeda y estrecha carne de _______ comenzaba a apretarle el pene. Pero algo lo detuvo. Había... alguna cosa allí. El corazón le latió fuerte. Ahora lo entendía todo, ahora entendía por qué __________ no había querido sexo con él, ahora... encajaban las piezas del puzle. La miró, conmocionado.
Ella tenía los ojos inundados en lágrimas. Aquel día la había visto llorar demasiado, y eso le dolía. Otra muestra de que lo que había allí, de lo que sentía, era mucho más que simple afecto. __________ abrió la boca para decir algo. Quizás otro 'te amo'.- No me dejes... - murmuró, abrazándolo por la espalda, aún más fuerte. Justin le apartó un mechón de la cara y se lo colocó detrás de la oreja. La miró, con los ojos humedecidos.
- ¿Por qué te iba a dejar? Si esto es lo más hermoso que he vivido nunca...
Justin se tumbó detrás de _______ abrazándola. Le besó el cuello, el hombro. Ella sonreía. Los tapó a los dos.