CAPÍTULO DOS

37 7 3
                                    


Emily

Después de dos horas de camino y canciones nostálgicas, aparqué el auto a unas calles de donde se encontraba mi padre.
Quería que el clima de invierno devolviera mi mente a la realidad. Todo era muy confuso a mi alrededor, como siempre que visitaba a mi padre.

Tomé las flores que Emma me dio y bajé del auto observando a lo lejos el camino que desde que tenía 8 años he recorrido por lo menos una vez al mes.

Respiré fuertemente una y Otra vez, tratando de ahuyentar la tristeza pero con cada segundo que pasa se hacia mas fuerte dentro de mi pecho.

-bien... Aquí vamos de nuevo- me dije para mis adentros mientras comenzaba a caminar lentamente, tratando de convencerme, como todas las veces, que iba a estar bien.
O al menos eso me hacia creer.

Entre despacio observando todo a mi alrededor.
Flores y mas flores.
Estatuas
Monumentos.
Era escalofriante pero acogedor.
Porque aquí esta mi padre.
Porque este es su hogar.

El sonido de mi móvil me sacó de mi ensimismamiento, era un mensaje de Emma:

*oye pequeña, tranquila
si?
Todo esta bien. I♥U.*

*gracias Emm.
No me esperes
para cenar*

Apagué el móvil pues Quería un poco de privacidad con mi padre, y seguí caminando hasta quedar frente a él.

-Hola papá, se que hace mucho no vengo a visitarte, pero... ya sabes como es el trabajo.- Suspiré tratando de contener las lágrimas.

-mira esto- dije colocando las flores que Emma me dio para él - La chica Sullivan me las dió para ti, no es grandioso? Son las favoritas de mamá y, pensó que seria
un lindo detalle y...- caí de rodillas frente a su tumba, mientras no paraba de mirar fijamente tu Lápida.

"Mauricio Anderson
1977-2010
Excelente padre, esposo y amigo.
Te vamos a extrañar"

-¿Sabes?- comencé a hablar mientras una pequeña lagrima rebelde caía por mi mejilla quemandome la piel. -Sullivan está haciendome un nuevo tatuaje, aunque es un dolor en el alma- levanté la manga de mi camisa roja a cuadros e hice ademán de mostrarle mi tatuaje en proceso - Son los tres magos de aquella leyenda que tanto solías contarme antes de dormir. Pensé que sería genial tener un recuerdo tuyo en mi piel, aunque supongo que no hace falta porque siempre estas conmigo y... - no podía continuar siendo fuerte, así que lo dejé salir.

-Te extraño tanto papá -

Fue lo único que logre decir antes de desbordarme en un llanto desgarrador.

-Que culpa estoy pagando yo!
Que carajo hice para que todos me abandonaran de esta manera?- dije golpeando la tierra y captando la atención del guardia que hacia su ronda de vigilancia en el cementerio. Pero no me importó.

Quería gritarle!
Quería que escuchara todo el dolor que sentía desde que él y el abuelo murieron, desde que mamá me abandonó, quería que supiera lo que sentí ante la burla de todos por tener que dejar el colegio y trabajar.
Quería que sintiera un poco de lo que yo sentí todos estos años.

Pero no me iba a escuchar.
Por más que quisiera no iba a apretarme fuertemente contra su pecho mientras dice que todo estará bien.

No volveremos a comprar mi helado favorito y holgazanearemos frente al televisor todo el día...

Por mas que llore, grite o sufra el no volverá.
-si es que mamá te quería tanto porque se alejo de ti llevandome consigo.- dije en apenas un susurro mirando hacia el cielo en busca de una respuesta que nunca iba a llegar.
-porqué no luchaste por mi... ¿acaso ya sabías que ibas a morir? ¿Porque no me lo dijiste? De que querías protegerme papá!-

Era inevitable que hiciera esta preguntas cada vez que solía visitarlo. Sé que era muy pequeña para entenderlo en ese entonces, pero lo habría entendido ahora.

Y sin embargo 10 años después sigo sentada hecha una miseria en mis lágrimas hablando con un pedazo de piedra grabada.

-Así como te llevaste al abuelo también debías llevarme contigo!- dije demasiado alto pero con cada siguiente palabra mi voz iba reduciendose hasta parecer un simple susurro.
-POR FAVOR!!-
-Por favor-
Dicen que la vida no cumple caprichos.
Pero lo mio no es un capricho.
Lo mío es una necesidad.
Algo que desde los 12 años he deseado cada noche junto a mi ventana.
-En que clase de mundo has dejado a tu pequeña, Mori.-
Dije cerrando los ojos permitiendo que los recuerdos de mi padre y de mi abuelo con vida inundaran mi memoria.

Cuando abrí los ojos las estrellas se encontraban en lo mas alto del cielo y el único ruido que me acompañaba era el canto que los grillos regalaban a la luna cada noche.

Prendí el móvil mientras abrazaba mis brazos con fuerza. Era invierno y especialmente éste era el más frío de toda la historia.

Sonidos de notificaciones hicieron vibrar mi móvil como loco y cuando se detuvo me exalté al notar que eran casi las 12 de la noche.

Rápidamente me levante y me dirigí hacia la salida.
No me fue un problema encontrarla puesto que sabia el camino de memoria.

Telefonee un par de veces a Emma pero no siempre daba directo al buzón de voz.
«supongo que ya estará dormida» pensé.

Y justo cuando me disponía a entrar a mi coche, un estruendoso sonido y un cuerpo siendo arrojado al otro lado de la carretera pasaban lentamente frente a mis ojos, dejandome congelada entre el susto y la impresión.

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
GRACIAS infinitas por seguir conmigo en esta historia.

A que es un poco triste lo que pasa con Emily.

Para que no tengan dudas el nombre completo de Emily es *Emily Diann Anderson* para los que tengan dudas, aunque mas adelante se nombrará este punto.
Si tienen alguna otra duda no duden en dejar sus hermosos comentarios pues los leeré y responderé todos.

Tampoco olviden votar pues así me ayudan a que la historia llegue a mas personitas.

#Besos de café #

*Créditos de la Imagen* GeralHdz

BESOS DE PAPEL  (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora