capitulo nueve

34 4 4
                                    


                                                      PETER

No podía creer todavía que ella aceptara salir conmigo después del trabajo. Tengo la mejor suerte del mundo pero, ¿A dónde me hará llevarla?

Miro mi reloj que marca 8 minutos antes de la hora de salida y yo estoy nervioso y tiemblo más que un jodido venado recién nacido. ¿Como es que se llamaba esa película? Creo que Bubi, ¿o era Bumbi? no importa de igual forma me tranquiliza saber que con cualquier cosa o tontería que yo diga tengo la oportunidad de sacarle una sonrisa a Diann y con eso me doy por bien servido. En toda la tarde ella no se separo de mi dándome indicaciones de todo lo que tocaba o preparaba, fue un poco frustrante, ya que ya no soy un niño pequeño al cual deban cuidar y decir las cosas que tiene que hacer, pero aun así no me imaginaba que ella tuviera tanto conocimiento sobre el tema a pesar de la edad tan joven que aparenta tener y mas aun del poco tiempo que lleva trabajando en este lugar.

Creo que tendré que preguntar mas tarde de donde es que aprendió todo eso, es simplemente fascinante todo lo que se puede llegar a aprender de ella.

-Bien Peter, creo que hemos terminado. Los de limpieza se encargaran de organizar el desastre que hiciste en el suelo con la salsa de tomate que misteriosamente hizo explosión en tus manos.

Trato de ocultar la sonrisa pero no le salió del todo bien. Pequeños hoyuelos enmarcaron sus labios y una sonrisa se escapo de los míos.

-Oye, no fue mi culpa que una chica testaruda que insistió toda la tarde en vigilar mi trabajo me pusiera nervioso cuando me disponía a hacerme un perro caliente. Admítelo, fue tu culpa

-Da gracias a dios que no estabas preparando algún platillo para los clientes porque señorita odio-a-mi-mejor-empleada te hubiera colgado de los calcetines en la bodega detrás de los costales de papas. – comenzó a reír sonoramente haciéndome reír a mi también, había que aceptarlo, ella tenia un buen sentido del humor.

Dio un largo suspiro mientras ambos nos dirigíamos hacia los casilleros para guardar los mandiles cuando se giro rápidamente haciéndome chocar con ella tomándome por sorpresa.

-un segundo, ¿te preparabas un perro caliente antes de tu hora de comida?- me miro inquisitiva y yo alcé mis brazo en señal de inocencia y su cara comenzaba a arrugarse con disgusto

-¿Hasta ahora lo notaste? Que grandiosa supervisora eres- reí provocando que arrugara más el entrecejo en señal de molestia

-y tu eres un grandísimo idiota, pudiste haberme metido en problemas con la señorita Dennis porque estabas bajo mi cargo cuando rompiste una regla y conforme a las reglas ella es muy estricta.

-oye cálmate, no fue tan malo- trate de calmar un poco las cosas pero al parecer con cada palabra que salía de mi boca estaba empeorándolo todo

-no me interesa si en otros lugares te dejaban hacer lo que quisieras sin reprimenda alguna, este es un restaurante de alta categoría y mientras estés bajo mi supervisión harás lo que yo te diga ¿me entendiste?

-pero...

-¡Te hice una pregunta y quiero que me respondas ahora!

<<Diablos, que intensa>>

-Bien, de acuerdo lo siento. No pensaba que eso fuera a molestarte, no sabia que fuera tan malo, de verdad no lo hice para molestarte, yo...- trate de explicarme de la mejor manera posible para tratar de tranquilizarla un poco. Yo creía que estaba jugando y por eso bromee con lo de ser una gran supervisora pero cuando comenzó a gritarme en medio del pasillo frente al guardia en turno me di cuenta que iba muy enserio

BESOS DE PAPEL  (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora