Capítulo 1.

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-_____, cariño, ¿dónde están los pañales?

-Niall, cuántas veces te eh dicho que yo lo cambio, la última vez que tú lo hiciste se chorrió todo.–dije aguantando la risa.

-¿Y cuándo va a ser el glorioso día en que me enseñes? –se acercó peligrosamente.

-No lo se, tal vez en 20 años más.–reí.

-¿A los 20 años Thomás usará pañales?

Reí. Esto era una de las cosas más bellas que me han pasado. Niall y Thomas son lo más importante de mi vida, sin ellos no soy nada.

Nos besamos, cómo siempre, hasta que sentimos que llamaban la puerta.

Niall soltó un bufido y se encaminó hacia la puerta principal.

-¿Señores Horan? –me acerqué.

-¿Sí? –dijo Niall.

-Tengo ésta carta para ustedes, es anónima.

Niall le quitó la carta de las manos y le cerró en cara.

-¡Niall!

-¡¿Qué?! ¡Nos interrumpió!

Lo miré desafiante.

Bufó -segunda vez que lo hace en el día- y abrió la puerta.

-Gracias–sonrió falsamente y cerró.

Bufé. Creo que este es el día de los bufidos.

-Después la leémos, vamos dónde Thomas.–lo miré–Y te enseñaré cómo poner pañales.–le besé la mejilla.

-Okay, vamos.

Llegamos a la habitación de Thomas.

-¿Donde está?–dije al ver que no estaba en la cuna.

-Lo deje aquí mismo y ya no está.–Respondió asustado.

-¡¿Qué?! ¡Niall, supongo que no dejaste la ventana abierta!

-No ____, ¡No la deje abierta!

-Llamaré a la policia.–dije con el teléfono en mano.

-No, puede que haya salido, la otra vez lo pillé en el baño. Yo iré a ver a las otras habitaciones.

Niall salió y inmediatamente empecé a dar vueltas por la habitación, desesperada y con algunas lagrimas callendo.

¿No se les hace raro que un niño de 6 meses aparesca en lugares difíciles?

No lo sé, pero para mi es muy raro.

Fuí al living y leí la carta, ansiosa y nerviosa.

"Thomas. ¿Recuerdas que siempre has querido llamar así a tu hijo?

¡Wuau! Tienes casi todos tus sueños cumplidos. Lástima que no durará mucho y Niall no estará ahí para ayudarte.

X."

-¡Niall! ¡¿lo encontraste?!

-Sí ___, le estoy poniendo pañal, esperame.

No puede ser, muchas preguntas pasan por mi cabeza y ¡no logro decifrar quién es!

No le diré nada a nadie. Me pondrían guardias y todo, no es mi modo.

Me levanté y fui a la habitación de Thomas. Estaba Niall intentando ponerle el pañal –reí– ¿entiénden porqué los amo tanto?

Me sequé las lagrimas y me acerqué a Niall.

-Cariño, te ayudo.–me puse adelante de Niall y le dirigía sus manos.

-Y... ¡listo!–dije pegando la última ala del pañal. –¿Entendiste?–dije al ver su cara.

-Creo que nunca aprenderé si me sigues enseñando de esa forma.–sonríe y me besa.–

A pesar de todo, no estaba tranquila, tampoco quería mostrarle el papel a Niall ya que podría hacer un escándalo y tampoco era la idea. Nunca nadie había dicho que me odiaba, claramente no faltaban las personas que envidiaban a todo el mundo.

Somos una familia feliz, a punta de gran esfuerzo he logrado todo lo que he querido, Thomas era mi realidad sacada de un cuento y Niall era mi principe azúl. Ahora estaba esta persona “anónima" que quería destruir mi felicidad. Pero no lo logrará.

Real LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora