Encontrados

3.

Con tantas preguntas sin respuestas y tantas ideas vagas en mi cabeza decidí entrar en las entrañas del bosque de nuevo, tal vez ahí pueda encontrar esas respuestas a tantas preguntas.
Me he adentrado en el lugar y noto de nuevo la presencia de la criatura que me había estado observando, decido acercarme para conversar.
– perdón por lo del otro dia, tal vez te asusté— le dije
– no te preocupes, yo fui quien te asustó— contestó
– no me asustaste, sólo me sorprendió encontrarte aquí, en un lugar donde nunca me imaginé que vivieran seres como tu.
No sabía que hacer pero finalmente le dije.
– mi nombre es Julianne, cuál es tu nombre?
– mi nombre es Emilus, soy una especie en peligro de extinción, vivo con mis abuelos y mi madre, somos los únicos de mi especie que vivimos aquí— comentó
– Emilus quiero que seamos amigos— le dije
– claro— respondió— es bueno para mí tener una amiga.

Platicamos durante horas, me dijo que  definitivamente el bosque tenía un misterio y que tampoco el lo sabía, pero su intuición le decía que yo no era cualquier ser humano, que podía descubrir el secreto.
Le confesé que estaba buscando mi propósito en el universo y que quería ayudar a entender el sentido de la vida. A esta Emilus le pareció una idea brillante y se sorprendió al contarle todo lo que había pasado por mi infancia, llena de traumas.
– Julianne— dijo– creo que eres una persona maravillosa y que puedes lograr lo que te propongas.
– gracias, tu también eres alguien especial— respondí
– Julianne, te aseguro que vas a poder encontrar tu propósito en este lugar, tengo que contarte algo– confesó
– ¿qué pasa?— respondí
– mañana me iré a vivir a un refugio, lejos de aquí, donde nos albergamos los que quedamos de nuestra especie, fuiste una gran amiga en estas pocas horas que hablamos, al menos sentí que tus palabras eran sinceras— dijo
– Emilus, gracias por esta linda conversación, te deseo buen víaje– le dije
– Julianne, estoy seguro que podrás ayudar a alguien en este lugar, lo encontrarás, ya verás — respondió — hasta pronto querida Julianne
– hasta pronto Emilus.

Salí del bosque y me dirigí a casa, aunque tengo que confesar que no puede dormir pensando en las palabras de Emilus «lo encontrarás, ya verás». No dejaban de resonar esas palabras en mi cabeza.
Descansaré un poco y regresaré al bosque de nuevo para descifrar el mensaje de Emilus antes de marcharse.

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