Paso como una semana o tal vez un poco más. Me había relajado y realmente ya ni me importaba lo que Leo había dicho ni nada. No niego que aún me gustaba y mucho pero no podía ser porque él no pensaba lo mismo de mi. Me resigne a lo que había pasado y renuncié a la ilusión que tenía. De la misma forma que nos dejamos de hablar de esa misma forma volvimos hacer lo. Así de la nada me volvió hablar. No se que había pasado y en realidad nunca voy a comprender sus acciones. Era un idiota y lo será siempre pero un idiota muy lindo. Como lo hacía de costumbre me despeinó. Honestamente yo ni me esforzaba en mantener mi cabello bien peinado pero aún así. Desde ese momento volvimos hablar y regresamos a viejas costumbres de molestar nos mutuamente. Una vez dijo que mi cabello se veía bien cuando estaba de lado fue extremadamente extraño pero fue lindo. Creo que fue desde ese día que empecé a cargar mi cabello así. Mi cabello de lado ligeramente cubriendo mi rostro. Pero ese no es el punto. Aún me gustaba Leo y ya sabía que no pasaría nada así que actúe como que nada hubiese pasado. Nuevamente en la clase de inglés nos enfocamos en el trabajo y intentamos hacer las cosas. Corrimos con la mala suerte de no tener señal en el salón. Pedimos permiso de ir al aula de computación. La profesora solo permitió que fueras dos personas del equipo. Obviamente fui yo ya que sabía sobre el programa y también fue Leo. Fuimos los dos y nos sentamos en las escaleras a lado del aula. No se que decir sobre ese preciso momento. Recuerdo haber recargado mi cabeza en su hombro por un instante y lo vi a los ojos. Me quede inmóvil en ese momento; muchas cosas pasaban por mi cabeza. Estaba a punto de explotar no sabía que ocurría ni el porqué hice eso. Leo se quitó de es lugar y las cosas se pusieron incómodas entre los dos por un rato. Pero gracias a dios llego su amigo. Este chavo iba en el grupo de una de mis amigas y ver lo me hizo sentir aliviada. Ese momento me salvo. Ellos hablaron y yo solo pensaba de lo tonta que era por habré hecho eso. Ósea no podía yo tanto decía que no quería nada con él que ya se me había pasado y era solo un capricho de niña. Y no, no lo era aún sentía algo por él. Realmente si estaba loca. No se que quería realmente capaz que hacía algo estupido si no llegaba su amigo. Regresamos al salón y no hablamos sobre lo que paso seguimos como si nada. Tal vez solo fue mi imaginación o yo soñé con eso pero no lo podía sacar de mi cabeza. Ese día quedará grabado en mi memoria. Es uno d los recuerdos más bonitos que tengo de Leo aunque para el no haya significado nada. Aunque él ni lo recuerde.
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Diario de Recuerdos
Teen Fiction"Serás un recuerdo hermoso en mi corazón y las letras escritas en este cuaderno viejo"