Capítulo 3

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Las cosas pasaron rápido. Entre más tiempo pasaba más cambiaba mi perspectiva de Leo. Nos hicimos amigos y fue una amistad muy divertida. Parecía una persona seria por solo tenías que pasar tiempo con él para ver qué eso era mentira. Nos hacíamos bromas pequeñas uno al otro. Y todo era diversión. Aún me gustaba su amigo pero eso fue cambiando. Aunque yo siendo sincera no pensaba eso. Tenía amigas que decían que él me gustaba pero yo solo me reía. Era una locura éramos amigos eso no podía ser cierto. Yo negaba cualquier interés y lo negué una y otra vez.
Durante ese tiempo recibí una noticia algo inesperada. Tomaría un viaje que me alejaría de muchas personas. Me alejaría de amigos y de las personas que llegue a querer mucho. La noticia me dejó impactada y no sabía como reaccionar y mucho menos que decir le a mis padres cuando me dijeron. Este momento de mi vida justo cuando todo me iba bien sentí que me habían dado un fuerte golpe. No me quería ir iba extrañar a muchas personas. Durante ese tiempo no tenía mi mente clara. Retome viejas costumbres; a lastimar me a mi misma para no herir a los demás. Sabía que tenía que ocultar lo que me pasaba y reservar me lo que sentía. Fingí felicidad cuando me sentí morirme. Fingí tranquilidad cuando más estresada estaba. No sabía que hacer conmigo misma pero nunca nadie lo supo. Era muy buena actuando supongo. Me gustaba salir de mi casa a veces me subía al techo a leer unas cartas que me habían dado en la secundaria. Eran cartas de Manuel; alguien quen en esos tiempos consideré el amor de mi vida. Me peleaba con mi hermana para que dejara estar con él. Me escondía de todos para ver lo. Confiaba en él y lo quise bastante que capaz dejaba todo si él me lo pidiese. Pero todos tenía razón él me engañó y en frente de mis ojos más de una vez. Primero mi amiga y luego una niña tarada. Me dolió mucho saber lo y comprender lo. Pero eso da igual no le quitada el significado de cada carta y cada dibujo que me hacía. Encontraba calma con ello. Las noticias no paraba de llegar. Yo me iba y para Manuel según yo ya era el amor de mi vida se dio cuenta que me amaba y toda esa mierda. Fueron tiempos muy confusos. No sabía que sentir.
Había llegado el tiempo de decir que me iba. Las primeras personas fueron mis amigas y después los profesores y de ahí ya todos los que me conocían se enteraron. No sabía como me iba afectar esto pero tuve que lidiar con ello. Se me echaron encima varios trabajos. El estrés y todo qué qué iba pasando lo hicieron difícil de concentrar me. Mis calificaciones obviamente sufrieron por falta de mi concentración. Mis sentimientos estaban todos revueltos. Y a un mes de ir me fue cuando me di cuenta de algunas cosas. Incluso lo que otros veía y negué por algún tiempo.

Diario de RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora