Capítulo 7

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Respiró hondo y miró la puerta que se encontraba delante suya. Si hacía eso ya no había vuelta atrás, pero en realidad de daba un poco igual. Se había abrigado bien, pues era invierno, habían muy bajas temperaturas y había nevado. Finalmente, se aventuró a abrir la puerta que daba a las calles de la ciudad.

Le había comentado a su madre la idea de ir al psicólogo. La mencionada reaccionó muy positivamente, abrazando a su hija. Le dijo que nada le parecía mejor, y que si eso iba a contribuir a que tuviera una vida normal ella pagaría todos los gastos.
Tampoco es que la chica pudiera ayudar económicamente, no tenía ni recibía nada de dinero.

Se tomó un momento para ver las calles cubiertas de un manto blanco. Notó el frío en sus mejillas y en la punta de sus dedos. Respiró hondo, y al dejar salir el aire, contempló el humillo que salía de su boca. Sonrió.
Le gustaba el frío.
Comenzó a caminar, no sin antes activar Google Maps, porque hacía años que no dejaba su casa y prácticamente no conocía la cuidad aunque hubiera vivido la mayor parte de su vida en ella. También conectó sus cascos, abrió Spotify y puso música de Mamamoo, uno de los grupos que le había enseñado Eunbi. En concreto, puso Angel, una de sus favoritas.
Durante la mayor parte del trayecto fue distrayendose mirándolo todo, ya fueran tiendas, escaparates, o estatuas. Todo para ella era nuevo, ya que no se atrevía a salir por miedo a tener contacto con personas y enamorarse de alguna de ellas.
Y seguía teniéndolo, pero necesitaba salir de esta.

Finalmente, se encontró justo delante de la puerta de su destino. Abrió y entró en la sala de espera, donde pudo quitarse el abrigo y demás prendas que ahora le daban calor. Allí vio a gente aparentemente normal. Los ánimos de Sojung bajaron al pensar que toda esa gente tenía problemas de igual magnitud o peores que los de ella, y que no podían superarlo ellos solos. Al final estaban todos en la misma situación.

Clavó su vista en dos chicas que parecían bastante jóvenes en contraste con todas las personas adultas que había en la sala. Una era casi tan alta como ella, con el pelo cobrizo intenso, supuso que teñido. A demás, tenía flequillo a la altura de las cejas, y su rostro era quizá un poco alargado.
La otra chica tenía la cara algo más redondita. Era pálida y su pelo tenía color azabache, también con flequillo, y también a la altura de las cejas. Llevaba hechas dos coletas a ambos lados, lo que la hacía ver más pequeña de lo que probablemente sería. A comparación con la otra chica, está ni siquiera esbozó una sonrisa a modo de saludo al verla, y lucía bastante... "aburrida".

Pasada una hora, llegó su turno. La misma mujer que había salido para hacer a los pacientes pasar, salió buscándola.

-¿Kim Sojung? — dijo mientras revisaba una libreta, levantando la cabeza acto seguido.

La mencionada se levantó y pasó a la sala acompañada por la mujer tras la puerta por la que había salido.

Al parecer, la mujer era la psicóloga, ya que no había nadie más en la sala. La invitó a sentarse, y Sojung obedeció.
Tras algunas preguntas, la mujer pasó a presentarse.

-Me llamo Hwang Eunbi. — Sojung sonrió al recordar a su amiga. -Antes que nada, quiero que sepas que venir a un psicólogo no es nada malo. De hecho, es lo mejor que puedes hacer, ya que somos profesionales cualificados especialmente para ayudarte. Solo hacemos eso, ayudar. Nunca es malo pedir ayuda.

Ante estas palabras Sojung se tranquilizó y sonrió aliviada. Siempre había visto el psicólogo como un sitio para personas raras o malas. Pero claro, ¿qué iba a saber ella? No tenía ni idea de lo que pasaba fuera, siempre enganchada a sus vídeojuegos.

-Ya que esta es tu primera sesión, vas a decirme tu problema y cómo son tus experiencias con él.

Nunca había pensado en eso, así que se bloqueó un poco, pero pudo lograr llegar a la raíz del asunto y empezarle a explicar todo a la mujer.

-Cuando era pequeña, mi madre murió por culpa de mi padre. Creo que ahí empecé a pensar en el amor como algo negativo. Tenía y tengo miedo de enamorarme de alguien porque puede que me pase lo mismo. No quiero que me hagan daño. Por eso me he aislado la mayor parte de mi vida. Las pocas veces que he tenido contacto con las personas no me he sentido tranquila debido a eso.

Hwang anotaba cosas en una libreta. Tras un minuto en silencio, comenzó a hacerle preguntas sobre el tema a su paciente. Preguntas que ella respondía al principio con mucho esfuerzo, aunque luego las respuestas salían solas. La hora entera se basó en preguntas por parte de Hwang y respuestas de Sojung.
Cinco minutos antes de acabar la sesión, Hwang se dedicó a explicarle de una forma profesional y detallada a Sojung su problema.

-Bueno, se acabó. Vuelve aquí en tres días. La siguiente sesión será más o menos como esta, hablaremos de tu problema, y para la tercera te explicaré algunos métodos de solucionarlo. — sonrió amable.

Salió de la sala acompañada de Hwang, y justo cuando iba a salir del edificio, oyó como la psicóloga llamaba a otra paciente.

-¿Jung Yerin? — Sojung volteó por simple curiosidad a ver quién era la susodicha. Vio como la chica de las coletitas se levantaba y caminaba hacia la sala.

Una vez fuera, se abrigó de nuevo. Ya se hacía de noche y empezó a hacer más frío. Al final resultaba que le gustaba bastante estar fuera.
Caminó a su casa.
Sólo era la primera sesión y ya la había logrado a conocerse mejor. Al final le iba a venir bien.
El nombre de la chica se le vino a la cabeza.
Jung Yerin.
A lo mejor entablar conversación con ella no era mala idea, pensó.
A lo mejor necesitaba una amiga con problemas que la entendiera de verdad.
Sonrió. Ya planearía algo.

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Capítulo larguito para compensar esos meses de inactividad. <3

¿Qué creen que pase ahora? ¿Logrará la psicóloga ayudar a Sojung? ¿Logrará nuestra bebé preciosa Sojung conocer a Yerin? Y, ¿qué problema debe tener Yerin para estar en un psicólogo?

Escucho sus teorías. 👀

Pd: no descarten la posibilidad de que surja otra pareja a parte de Wonha. 🌚

Philophobia. [WonHa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora