Al llegar a casa, Sun Hee se despidió de YoonGi y se acostó a dormir.
A la mañana siguiente la despertaron unos golpes fuertes en la puerta, ella, sin ganas de nada, se levantó, bajó y abrió la puerta, subió y volvió a acostarse a dormir.-¿No pensabas preguntar quién es antes de abrir? -preguntó YoonGi divertido.
-¿Mmm? Dejame dormir, ¿que hora es?
-Son las...-mira su reloj- las 4 p.m.
Se sentó de golpe.
-¿Ah? ¿Tanto dormí?
-Si, -dijo obvio- anoche volvimos tarde, tontita.
Bufó estirándose en la cama.
-Quiero seguir durmiendo. -dijo tapándose la cara. De repente sintió un peso sobre ella, YoonGi se había tumbado arriba suyo. -Oye, me asfixias!
El chico rió. -¿Me dices gordo?
Ella lo mira negando con la cabeza. -Nunca dije eso, sólo que me asfixio.
YoonGi bajó de encima de Sun Hee y se sentó a su lado, donde la miró fijo.
-Eres linda hasta despeinada -comentó riendo.
~ ~ ~
El chico llevó a la chica a merendar, pasaron la tarde juntos riendo de todo.
YoonGi estaba cambiando la perspectiva de ella, claro que Sun Hee lo notaba.
Sentía que él era su excusa para estar bien. Por fin se sentía querida después de tanto.-¿En que piensas? -preguntó él, ya que se había quedado mirando un punto fijo.
-En como cambiaste mi vida. -soltó de repente- Llegaste y te llevaste mi tristeza, y todo lo malo de mí. -sonríe.
Él apretó su mano agarrándola mientras acariciaba esta.