Capítulo Cinco

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Los días en la clínica habían pasado lento, la visita de Rita y el papá de Elliot era lo que veía a diario, había veces en que una de las enfermeras se sentaba a conversar conmigo contándome los problemas amorosos que tenía con uno de los médicos. El día de hoy no había tenido ninguna visita, el clima estaba bastante malo, no había parado de llover desde las horas de la madrugada y al parecer tampoco lo iba a dejar de hacer. Me coloque de pie y camine hacia una de las ventanas que había en mi habitación, lo único que podría hacer en ese momento era ver como caían las gotas de lluvia y disfrutar de ese momento, escuchar la lluvia llevaba mi alma a una paz que en los últimos días no había sentido. Eso me hizo recordar lo que me había dicho el señor Kunai dos días antes sobre la persona que me había atacado.

– ¿Sabías que en el pasillo de las habitaciones hay cámaras? – mi mirada seguía en el paisaje que me brindaba el día de hoy, Kunai había llegado hacia poco a mi habitación y en ese momento se encontraba pelando una mandarina, al escucharlo decir eso enseguida llamo mi atención y lentamente me volteé a verle.

– ¿Quién era? ¿Por qué me atacó? – Las preguntas salían de mi boca sin dejar que aclarara mis dudas, ya llevaba cuatro días internada, los doctores me habían hecho un sinfín de exámenes porque había durado tres días en "coma" y aun no sabían porque, pero por ahora no pensaban darme de alta, lo menos que quería saber era las razones por las que me había atacado.

– Eso es lo que queremos saber, esa persona ni siquiera es parte del campus universitario y le perdimos el rastro.

– ¿Le perdieron el rastro?

– Sí, por lo tanto, a penas que salgas de la clínica no podrás volver a tu habitación hasta que encontremos a esa persona.

– ¿Y dónde voy a vivir? – pregunte aterrada, sino podría ir nuevamente a mi habitación, entonces cómo y dónde iba a vivir.

–Elliot y Robie tien... – Antes de que siguiera hablando enseguida lo corte.

–Claro que no, no voy a vivir con ellos.

–Elliot se siente culpable, y el joven Robie lo aprobó, deberías aprovechar lo que se te está dando y antes de que me interrumpas, el caso con este tipo que te quería llevar a no sé qué parte, no tiene nada que ver con mi hijo y por lo único que él se siente culpable es de la amenaza.

–Entiendo.

–Tus cosas están siendo trasladadas a la habitación ahora mismo, aunque tu compañera se opuso al principio, luego de una buena charla de tu seguridad lo comprendió todo, ahora, céntrate en recuperarte lo más rápido posible.

Rápidamente volví nuevamente en mí, tenía que verle el lado positivo a todo esto, aunque no sabía cuál sería ese lado positivo con el tiempo lo aprendería a descubrir, pero podría empezar desde ahora a "buscarle ese lado positivo". Me acerque a la mesita que estaba a un lado de la cama y saque una agenda donde tomaba notas para mis clases y empecé a escribir.

Bueno, uno de los puntos buenos que tendría vivir con estos dos chicos sería comida y hospedaje gratis, luego le seguiría la protección; cosa que no necesitaba antes de tener contacto con Elliot y por último tendría la posibilidad de tener un poco de paz que a comparación con las habitaciones del campus no tenía. Terminando de anotar solo esas tres ventajas tocaron la puerta de mi habitación, era una de las enfermeras que me traía algo para comer.

Faltaban un día para que me dieran de alta y aún no había parado de llover, según lo que había escuchado de la televisión era que era una gran tormenta y nos pedían a todos permanecer encerrados y protegidos de los fuertes vientos. El señor Kunai había ido varias veces a visitarme y estar al tanto de cómo estaba de salud, cosa que realmente agradecía muchísimo, él me dijo que tenía al tanto a mi abuela de cómo me encontraba y que él se haría cargo de todos los gastos de la clínica.

La puerta de repente se abrió sacándome de mis pensamiento y trayéndome nuevamente a la realidad, las tres figuras mojadas hasta la cabeza me sorprendieron muchísimo, eran Rita, Elliot y Robie que en ese momento estaban discutiendo de algo que no entendía. Rápidamente me levante de la cama y busque en el armario unas toallas secas.

–Todo es tu culpa Elliot, te dije que tuvieras cuidado con la calle. – Rita se veía bastante enfada en ese momento con Elliot y Robie no se quedaba atrás, aunque él no decía nada se le veía muy furioso.

–Por favor séquense, están mojando el piso – Le extendí las toallas y ellos tres la aceptaron gustosos.

–Oh amiga, como has estado – Rita abrió sus brazos invitándome a que la abrazara con urgencia, lo pensé un momento antes de darle un abrazo.

–Mejor que nunca – me acerque a ella para que nos diéramos un fuerte abrazo –. De verdad que estaba muy aburrida.

–Ya, ya, ya – su abrazo en ese momento era bastante reconfortante, sentía como si un peso se hubiera caído de mis hombros. Ella seguía consintiéndome en ese momento para que me sintiera mucho mejor, pero de lo que no me alcance a percatar era de las personas que estaba detrás de ella.

–Veo que estas mejor – dijo Robie secándose la cabeza con la toalla.

–Un poco, si, gracias por preguntar – Sentía que mi cara empezaba arder, aunque la anterior vez que nos vimos actué de forma diferente por la adrenalina, ahora volví a recordar el momento que me quede embobada con sus ojos.

–Tus cosas han sido trasladadas a mi casa, no está muy lejos del campus, pero de todas maneras Elliot va a ser tu chofer hasta que las cosas se hayan calmado un poco – Elliot en ese momento se quería quejar sobre la decisión de ser mi chofer, pero creo que se lo merecía.

–Cuando te dan de alta – Rita se acercó donde yo estaba y coloco en mis manos una bolsa con frutas y flan.

–Mañana, el padre de Elliot quedo en recogerme.

–Mi padre le dijo a tu abuela que te iba a cuidar como a su hija... que fastidio– primera vez que escuchaba eso, hasta donde tengo en tendido, ellos dos si habían hablado juntos, pero solo de mi hospitalización y no creo que sobre quedarme en la casa de dos chicos.

–Estás seguro – pregunte aun dudando de lo que él decía.

–Segurísimo, porque crees que te mudó a la casa de Robie y mía, para mantener un ojo en ti– por un momento el silencio en la habitación se hizo tan pesado que hasta podría ahogar a alguien, pero por suerte él continúo hablando–. Además, creo que me debo de disculpar contigo, aunque ese golpe que me diste era injustificado.

–Lo siento, la verdad es que tenía mucho miedo en ese momento, me amenazaron, por poco me secuestran y otras cosas más, creo que ese día no fue el mío la verdad.

–Cuando estén en nuestra casa vas a estar segura, tiene vigilancia las 24 horas y Rita ira verte cuando tú quieras. Robie estaba haciendo un esfuerzo sobre humano para intentar secarse la camiseta mojada sin quitársela y yo como tonta seguía cada uno de sus movimientos.

–Lamento por lo que están pasando gracias a mí, realmente lo siento mucho.

–No hay problema, después de que me ayudes a estudiar después, no le veo ningún problema–. Elliot se acercó a mí con malicia, gracias a esos movimientos lograba que otras personas tuvieran un malentendido.

La visita de estas tres personas me despejo mucho la mente, le pregunte a Rita por Taylor y al parecer estaba ocupado siendo monitor de los nuevos chicos que estaban ingresando en la universidad. La tarde pasó tan rápido, en la que solo se escucha la voz de Elliot y Rita, pero toda mi atención estaba dirigida en Robie, que todo ese momento se la había pasado con los brazos cruzados sobre su pecho, sus piernas largas cruzadas y sus hermosos ojos cerrados. Cuando se hicieron las ocho de la noche, la hora en la que acababan las visitas se despidieron de mí y salieron de la habitación, mientras que una de las enfermeras los regañaba por hacer mucho ruido. Esa noche descanse bien afortunadamente, esperando que fuera mañana lo más pronto posible, así podría volver a retomar normalmente mi vida diaria nuevamente. 


Espero que les haya gustado este capítulo, la verdad es que ya estaba escrito desde hace más de un mes (; ̄ー ̄川 jajaja, pero como me fui de viaje deje todo tirado y hasta elimine del teléfono la aplicación de Wattpad ( ◜◡‾) ,   ahora mismo estoy escribiendo el capítulo 6. Gracias por leerme y tenerme tanta paciencia. 



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