Prométeme que no morirás [Tatsumi y Akame]

La carta de Najenda

¿Cómo se supone que he de comenzar esto? Ni siquiera estoy segura de por qué lo hago, si es muy probable que esta negra tinta y el blanco papel se llenen de polvo al fondo de un cajón en el escritorio. No lo sé, y no quiero saberlo. Estoy segura de que si sigo pensando esto, lo único que haré es tirar todo a la basura. 

Volviendo, o mejor dicho comenzando, con lo que importa; al leer esta carta sabrás que eres la persona que ocupa mis pensamientos antes de dormir, aparece furtivamente en mis sueños, acelera el palpitar de mi corazón con tan solo acercarse un poco a mí. Eres esa persona a la cuál le dedico cada pensamiento de amor, cada suspiro enamorado, cada momento pasado.

Gracias a ti soy una persona reservada. No quiero dar a conocer lo que siento y pienso por una simple razón: no quiero que se lastime mi corazón. Me da terror que yo me confiese y tu respuesta sea: "lo siento, pero no". 

Estoy atrapada en tus redes, no me dejas huir. Intento alejarme y no puedo, siempre apareces tú ahí, con esa manera tan peculiar de caminar, tu pelo que brilla al sol, tus palabras de dulce voz, tus acciones tan admirables y, sobre todo, esa personalidad tan especial.

A veces me cuesta creer que no eres un niño, pues tu manera de ser eso da a pensar. Admiro esa cualidad, porque puedes ser la mejor persona con la cuál hablar y confiar, pero a su vez transmitir alegría y felicidad con tus juegos, bromas y demás.

Espero algún día poder llegar a ser esa persona que llame tu atención y te haga sentir eso tan doloroso pero bello que es el amor. Básicamente eso es lo que siento: un gran enamoramiento hacia ti. Uno que no se podrá ir nunca jamás. Uno que por ti siempre será. 

Creo que ya lo he decidido. Si algún día reconozco una señal de amor que tengas hacia mí, o si esta infernal guerra acabase, esta carta te llegara. Creo que este es el final de estas palabras. Espero no arrepentirme de esto.

Najenda