un lugar seguro

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Comenzamos a bromear y hablar de temas diversos, me sentía tan bien, muchos de estos chicos eran interesantes, tenían conocimientos sobre ciencia, tecnología y filosofía eran tan agradables las conversaciones con ellos que cada día mi punto de reunión era   con ellos,  ya no estaba sola, era aceptada y me sentía feliz.

  Un día uno de estos chicos me pregunto- ¿alguna vez has fumado marihuana?
-No- le respondí- nunca he fumado nada.
-bueno, y ¿no te gustaría probar?

Sentí un poco de miedo, pero decidí en probar, no sé  si para que no me fueran a echar de su grupo o por curiosidad, no lo sé tal vez por ambas.

Al inhalar el humo sentí como mi garganta se cerraba y como me ardía, era bastante desagradable lo cual procedí a toser sin control, todos se rieron levemente y alguno comentó -como todo buen principiante jaja-

Día tras día comencé a probar hasta que ya no me resultaba desagradable y fue entonces cuando realmente disfrute la sensación de estar fuera de este mundo, al principio solo sentía mis ojos cansados, pero poco a poco iba mi cuerpo se iba adormeciendo, como si lo hubieran anestesiado, mi cabeza cada vez estaba mas ligera y podía notar como mis pensamientos eran mas claros, como si pudiera ver lo que pensaba, los colores eran mas brillantes y todo parecía estar tan cerca de mi que si estiraba la mano parecía que podía tocar las nubes, el viento se era tan tangible que podía percibir cada una de sus corrientes que pasaban entre mis dedos y cuando rozaba mi rostro, era tan agradable que, no quería dejar de sentirme así, ya que podía escapar de mi realidad y estar en un mundo agradable lleno de sensaciones placenteras y relajantes, pero, también sabía que si nos descubrían nos meteríamos en problemas así que estuve yendo menos frecuente, además de que temía hacerme adicta, ya saben por tantos anuncios anti-drogas y toda esa información  que se ve por doquier.

  Entre todos teníamos una regla inquebrantable, si alguno de nosotros era descubierto por fumar dentro de la escuela, no echaría de cabeza a los demás.

Eso me tranquilizaba bastante, ya que en una ocasión en la cual era el día en que no me reunía con ellos, vi como alguien se acercaba, era uno de los vigilantes que debía hacer su recorrido para asegurarse que cada espacio de la escuela estuviera en buenas condiciones, escuche un grito y después vi como casi todos mis amigos salían corriendo evitando que se les vieran el rostro, por desgracia atraparon a Jeft y como buen amigo nunca dijo nada, lo expulsaron de la escuela y no lo vi de nuevo.

Desde ese día, mis amigos ya no se reunían mas, y de nuevo a mi soledad, pero había encontrado una ventana que me hacía escapar de la realidad, así es la marihuana, por obvias razones no la consumía en la escuela, y puesto que era hija única y mis padres casi nunca estaban en casa, tenía donde hacerlo sin problema.

Pasaron los meses y el verano llego, trayendo consigo dos hermosos meses sin escuela, me la pasaba en mi casa dibujando y durmiendo sobre todo, hasta que un día mis papás decidieron que sería buena idea salir de vacaciones familiares (lo cual me sorprendió bastante) ya que nunca tienen tiempo para mí, solo estaba el trabajo y viajes de negocios a los cuales yo no podía ir por dos motivos, el primero que no podrían cuidarme puesto que  eran viajes de reuniones y esas cosas y en segundo lugar no querían que perdiera clases y honestamente no me gustaba salir con ellos a esos viajes pues eran demasiado aburridos y estresantes, siempre optaban por dejarme con mis tíos  porque que viven en la misma ciudad, ellos me cuidaban en lo que mis papás se encontraban fuera, y estaba bien, no era mucha la diferencia, mis tíos no se entrometían en mi vida, pero al menos tenia alguien con quien hablar fuera de clases.

Nos fuimos de vacaciones a una playa la cual no conocía, pero era muy linda, tenía palmeras por todos lados y el agua estaba tan limpia, era un lugar hermoso, parecía más bien una isla, muy hermosa por cierto, al parecer los dueños se preocuparon por no tocar ni dañar el ambiente natural del lugar.

Mi pasa tiempo preferido durante el viaje era pasear entre la naturaleza, me gustaba ver el paisaje tan hipnotizante, tantas tonalidades de verde, él azul del cielo era tan claro como nunca lo había visto, los colores brillantes como el amarillo y rojo eran un poco más escasos pero resaltaban desde dónde estuvieran que era imposible no distinguir alguna ave o flor desde lejos, era magnífico estar en aquel trozo de paraíso y lo que lo complementaba  era que mis padres estuvieran aquí, que charlarán conmigo y pasar tiempo juntos como familia, por primera vez en mucho tiempo, podía sentirme dentro de una familia.
Pasábamos las mañanas en la playa disfrutando de las maravillas de aquel hermoso lugar, por las tardes solíamos pasear por la playa, no había necesidad de encender algún televisor o de tecnología para pasar un buen día, fueron dos meses en los cuales mis padres se alejaron por completo del trabajo y podía sentir una gran conexión entre nosotros, durante ese tiempo no tuve la necesidad de querer escapar de mi realidad, por primera vez mi realidad era perfecta.

No quería pensar en el momento en que todo esto terminé, sería triste el tener que despedirme de mi paraíso perfecto, disfrutaba cada día como si no existiera un mañana, era tan grande el vínculo con mis padres que estuve a punto de decirles que usaba drogas, pero el viaje acabó demasiado pronto como para poder confesarlo.

Hola soy Jena y esta es mi Historia...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora