Chapter 33.

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Lo extrañaba mucho, pero se había abstenido de molestarlo y la opción más sensata en el momento fue darle su espacio.

BaekHyun se había convertido para él en lo que siempre consideró tan lejano. A pesar de las diferencias que tenían tanto como en personalidad o visiones de vida, la mayor parte solo pensaba en lo especial que lo hacia sentir y lo mucho que disfrutaba reír y hacer bromas junto a él.

Lo había arruinado todo y lo sabía, dijo cosas que podría haber evitado y sin embargo no lo hizo, pero sus razones eran más que suficientes, ¿cómo expones a alguien que quieres frente a otros que no son capaz de entender? Sus padres habían sido duros toda su vida, y no cambiarían de parecer solo porque estaban viendo a su hijo feliz. Simplemente quería protegerlo de su padre y de las atrocidades que pudiera decir o hacer.

En pocas semanas notó lo mágico que podía llegar a ser pasar tiempo con el más pequeño y ahora había tirado todo por la borda y entendía si no recibía el perdón a pesar de que ni él mismo se creía la montonera de frases que habían pronunciado sus labios aquel día que BaekHyun lo dejó. ¿Que no significaba nada en su vida? Por Dios...esa era la mentira más grande que había dicho jamás.

Transcurrido el cuarto día sin saber nada del contrario y la enormidad de discusiones que había tenido especialmente con su padre ya comenzaban a impacientarlo. Sentía hundirse en un abismo sin ni la más mínima escapatoria, y a pesar de que seguía rindiendo igual de bien en clases y en demás cosas, no estaba satisfecho al momento de llegar a su habitación y ver a Wanda sin ser abrazada por los delgados brazos de BaekHyun.

Lo cierto era que por más que buscó al más pequeño por los pasillos de la Universidad, jamás lo encontró, e incluso se había tomado la libertad de enviar a su compañero Heechul a la reunión de la asamblea de estudiantes el día Viernes por la tarde. ¿Acaso hurtó la capa de invisibilidad de Harry Potter y por eso no lo he visto? Comenzaba a creer que se trataba de eso, o simplemente algo más había pasado.¿Debería ir a verlo? ¿Qué probabilidades hay de que no me mande al demonio en cuanto esté enfrente de él?

Para la tarde, ya estaba harto de hacerse preguntas y prefirió actuar. Sólo habían dos opciones; ser escuchado, o perder todo...y esperaba de todo corazón que el menor optara por la primera. Salió de clases sin mucha dificultad y se dirigió a paso lento hasta la casa de BaekHyun, tratando de pensar en las palabras adecuadas; le diría la verdad que había estado callando respecto a su situación familiar esperando que así pudiera entender por qué había mentido aquel día y le confesaría lo mucho que disfrutaba con él alrededor, lo mucho que le hacía falta y lo mucho que lo adoraba.

Al llegar hasta la puerta, su mano tembló ligeramente, sin embargo, se armó de valor hasta tocarla. No le sorprendió ser recibido por la madre del peligris quién lo invitó a pasar con rapidez y una gran sonrisa en el rostro.

-ChanYeol, cariño, ¿cómo estás? -preguntó guiándolo hasta la sala.

-Muy bien, gracias. -sonrió cortés, a pesar de que estaba mintiendo.- ¿Está Baek?

-Si, está en su habitación, pero tiene compañía. Esta mañana amaneció enfermo y dos de sus amigos vinieron a visitarlo apenas se enteraron. -agregó.- pero estoy segura que le hará feliz verte así que adelante, estás en tu casa. -sonrió.

Pues no creo que esté tan feliz si me ve aquí, pero al menos haré el intento, pensó, al subir tímidamente cada escalón. Al llegar al pasillo, notó una figura que salía de la habitación y cerraba la puerta tras él. Se paralizó por leves segundos, pero se relajó al notar que no era BaekHyun.

-¿Qué haces tú aquí?

Lo conozco, estoy seguro que si...¿su nombre cómo era? ¿Min...seok?

Fuck the Karma. || ChanBaek ✨ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora