Dollhouse;kookmin.

god

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Amando todo lo que hace, dispuesto por correr el triciclo en la avenida 52 completamente sin ropa, viviendo un sueño y su mente explotando. Ya siente como si el chico del mundo real le estuviese pidiendo matrimonio, aunque su pequeña hija llore cada noche el solamente le hidrata las pestañas con saliva de rinoceronte.

Callando a la noche como la filantropa de la calle 53, aunque los diminutos vestidos de las demás muñequitas estaban desapareciendo, el Señor Pepito le murmuraba al oído que no llegaria, que es un idiota por esperarlo en la entrada de su hogar.

-Señor Pepito, solo cierra el hocico- Canta el pequeño- Señor Pepito, solo cierre el hocico aunque atraviese su corazón con la nariz del asqueroso muñeco mentiroso.

La canción se volvió un poco tetrica para un chico tonto, aunque se haya hecho un poco tarde el solamente cree en el, como Teresa creyó en el rubio aburrido del año 2012, en la canción de Arjona.

-Hey Jimin, moriras siendo un muñequito de este hogar.- Murmura Hello Kitty.- No intentes escapar, este en tu lugar.  

Su corazón se llena de tristeza, solamente desea cerrar sus ojos e imaginar la familia perfecta junto al chico real. Su casita se volvió peligrosa, ahora asesinan en el arrebol del día 22.

La campañilla esta sonando, han estado entrando muchos espíritus listos para poseer el ferrari de la hermana de Barbie, la campañita suena y habla el Señor Don Ramon, esta pidiendo piedad y que se marchen de su antigua juguetería. Los demonios se encuentras afuera de la casita de jugar, aunque los habitantes de ese lugar se han vuelto los demonios más terroríficos y malvados del pequeño pueblito.

La campanita suena y gritando de alegría, su corazón volvió a sentir fe y desde esa maravillosa llegada sabe que no volverá a compartir sus asiento en el carrusel de la vecindad de atrás.

--He vuelto, volví y me lo quedare por siempre. -Espeta el chico del mundo real.

Los elefantitos eléctricos están llorando, nadie los acariciara de nuevo, los habitantes de esa casita estaba orando para hundirlo en la tina de la habitación numero 33.

-Le dije Don Pepito, le dije que me iría y los dejaría.- Canta Jimin.- Le dije que usted seria el que desapareciera y yo molaría sus juguetitos de madera para que no existieran jamás.