OO1 - Lo lastimé.

771 15 1
                                    

No pueden hacer eso, Louis dijo el hombre de traje mientras caminaba de un lado a otro en la oficina, recibiendo la triste mirada de un castaño, Louis.

Pero nos amamos demasiado, y el amor no se debe ocultar susurró con un nudo en la garganta el menor de esa habitación mientras de su lagrimal derecho se desprendía una gota salada.

Hey, escucha esto. En dos años, cuando su fama aparentemente baje, podrán gritar al mundo entero cuanto se aman, ¿sí? Te lo prometo.

Han pasado tres años de eso, y Harry y yo seguimos escondiendo ese amor tan puro y profundo que nos tenemos desde ese “Oops!” “Hola”, que tan significativo es para nosotros.

Nadie sabe que vivimos juntos y que cuando terminamos nuestras sesiones en el estudio mi pequeño rizado llora desconsoladamente rogando por una oportunidad al mundo de amarnos frente a todos.

“Algún día” había dicho “muy pronto podremos tomarnos de la mano en público, te lo prometo”.

Varias veces he pensado en simplemente rendirme. Tan sólo decir algo como “¿sabes que? No puedo seguir con esto. Me rindo” Pero después recuerdo como se sentiría mi rizado si yo hiciera eso y me da un dolor en el corazón y en el cerebro por tan sólo pensar esa idea.

—Lou... —susurró después de haber llorado por horas, su voz estaba desafinada y rasposa—. Estoy cansado.

—Pues duerme, cielo —lo miré tiernamente y sacudió la cabeza.

—No, no tengo sueño. Estoy cansado... De esto —susurró y me miró apenado—. No creo que pueda soportar más. Sabes lo débil que soy y sabes cuanto me duele tener que estar soportando todo esto, ¡y lo que más me duele es tener que verte con Eleanor y decir que son una "perfecta pareja" y espero que se casen! Odio estar obligado a eso —comenzó a llorar de nuevo—. A veces siento que esto sólo me hace daño. Creo que debería intentar con... Con otra persona, tú sabes. Al final, lo nuestro sólo lo ven como un rumor.

—Un rumor que ha durado cuatro años, Harry —me apresuré a decir, con un nudo en la garganta y los ojos aguados—. No puedes dejar esto. ¿Qué pasó con el "No pararemos hasta que nos rindamos"?

—Me estoy rindiendo.

Estaba mandando lo nuestro al demonio, se estaba rindiendo. Me enojé bastante en ese momento, sí. Comencé a respirar profundamente y contar hasta diez para poder seguir hablando de manera tranquila y no comenzar a gritarle.

—Estás muy mal, ¿sabes? —bufé—. He soportado estar con Eleanor por ti, para que no te hagan daño.

—Me haces daño tú —me miró y fingí que eso no me dolió.

—Cállate, estoy hablando. ¿Sabes cuantos insultos he recibido de parte de todo nuestro equipo de managers? ¿Sabes cuantas veces me han golpeado por defenderte? ¿Sabes todo lo que yo he sufrido con tal de que tú estés bien? Apuesto a que no tienes ni una mínima idea de lo que he vivido —susurré y tuve que ir a la cocina para no descargar mi enojo contra él.

En cuanto salí de la habitación escuché como sus sollozos brotaban de su boca con fuerzas y se me retorció todo al recordar que yo había causado eso, me sentí muy mal y me golpeé mentalmente. “Muy bien, Tomlinson” susurré “Eres oficialmente un idiota”.

No podía sentirme peor porque, ¡mierda! había hecho llorar de nuevo a mi rizadito hermoso. Lo habla hecho sentir toda una mierda cuando yo lo era, yo era el idiota que lo había lastimado así que yo era el idiota. Recuerdo cuantas veces le dije que nunca lo lastimaría, porque si lo lastimaba también me lastimaba yo... y ahora lo he hecho. No puedo perdonármelo.

—Escúchame bien, Styles —dije cuando regresé a la habitación y lo tomé de las mejillas presionándolas con fuerza, parecía un pez—. Si te ha quedado alguna duda... tu mismo dijiste que esto no podía seguir, ¡y tienes razón! —intentaba tomar aire débilmente mientras sus ojos se llenaban de lágrimas y me miraba—. ¿Por qué debo estar con una persona que no aprecia mis sacrificios? ¿Por qué no mejor estoy con la persona que el mundo entero cree que amo? —solté con rabia.

—Louis... —susurró con mucho esfuerzo— m-me lasti-timas.

Reaccioné y, como él dijo, vi que lo lastimaba. Solté sus mejillas y automáticamente aparecieron unas copias exactas de mis dedos en color rojo sobre éstas. Me sentí un mounstro. Una bestia. Un demonio. Me sentí la peor persona del mundo por haberlo dañado.

Ahí me di cuenta de cuando daño le hacía.

Hold Me. |Larry Stylinson.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora