OO3 - La conferencia.

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—Louis, muchos han dicho que estás comprometido con tu novia, Eleanor. ¿Es cierto?

Se me revolvió el estómago al escuchar eso. Ni siquiera me imaginaba dándole un estúpido anillo de compromiso frente a todos, diciéndole que "la amo más que a nada en el universo" y besarla de nuevo. Me daba asco esa idea. Miré a todos los reporteros ansiosos por mi respuesta y suspiré, bufé o no sé que haya sido, tragándome el mal sabor de boca y aclarando mi garganta.

—No.

Hablé secamente mientras todos anotaban mi corta y fría respuesta. No sé por qué esperaban que dijera que sí; ni siquera se nota que sea una verdadera relación. Digo, los últimos meses hemos estado demasiado distantes.

—¿Hay problemas en su relación, Louis? —preguntó una señora mayor con la pluma en una mano y una libreta en la otra—. No los hemos visto tan juntos como antes.

—Estamos muy bien —sonreí hipócritamente—. A decir verdad, estamos mucho mejor que antes. Es la mejor etapa de nuestra relación, diría yo.

Dirigí mi mirada a Niall que simplemente negaba leve y le dedicaba ligeras miradas de consolación a Harry, que había agachado la cabeza. Eso me dolió más que la idea de pensar que Calder y yo estábamos comprometidos. Carraspeé bajo para que Liam me mirara y contestara la siguiente pregunta.

—¿Alguna otra pregunta? —sonrió amablemente a pesar de lo que sucedía.

—Sí, ¿cuántos de ustedes están en una relación?

Zayn, Liam y yo levantamos rápidamente. Mientras levantaba la mía le eché un rápido vistazo a Harry, que hacía puño su mano. Entrelazó sus manos un segundo después y miró el techo, quizá evitando miradas de incomodidad, y sonrió.

—Niall —habló un señor—, ¿estás feliz por las relaciones de tus compañeros de banda?

—Demasiado feliz —sonrió abiertamente—. Me alegra que hayan encontrado el amor en la persona indicada —me lanzó un rápida mirada de sarcasmo y bajé la cabeza— y espero que no lo desaprovechen.

La conferencia se alargó una hora más. Una hora de estúpidas e infantiles preguntas con las cuales estaba perdiendo la paciencia y me daban ganas de lanzar mi botella de agua o el micrófono. Quería irme para poder hablar con Harry.

Cuando todos los reporteros se fueron nos pusimos de pie y acomodamos las sillas. Caminé tranquilamente por la planta del edificio hasta que desagradablemente me encontré con un señor canoso y gordo. Mi representante personal de Modest. Hice una mueca al verlo, no quería toparme con ninguno de ellos, y me di la vuelta. Pero ya era muy tarde.

—Louis —me habló amoldando su regordeta mano a mi brazo izquierdo. Giré de mala gana y le dediqué una mirada de asco—. ¿Por qué dijiste que no estás comprometido con Eleanor?

—Porque no lo estamos —reí—. No pueden obligarme a comprometerme con esa estúpida barba sólo para que ustedes ganen más. Bastante daño están haciéndonos a mi y a Harry con una relación, no aceptaré comprometerme con ella ni por un millon de libras.

—Esa "estúpida barba" —hizo comillas—, como tú le llamas, es la que te mantiene en el estrellato. Gracias a ella sigues siendo tan popular como los otros cuatro chicos. Sin su ayuda en este momento sólo la mitad de los aficionados te recordarían. Así que —sacó una cajita aterciopelada de su saco y la puso en mi mano. Me dieron ganas de vomitar en ese momento y por reflejo dejé caer al piso la caja— a más tardar en un mes quiero ver ese costoso anillo en la mano de Calder.

Se alejó tranquilamente mientras yo me agachaba y tomaba la caja, mirándola detalladamente. Prefería darme un balazo antes de entregarle esto a Eleanor. Simplemente no lo haría, ni de broma se lo daría. Yo acepté un contrato en el que sólo decía que mantendríamos una relación de noviazgo por un tiempo, en ningún lugar decía que debía haber un compromiso o matrimonio. Si han llegado a este extremo, no dudo que en cualquier momento me obliguen a decir que la estúpida mujer está embarazada o algo peor. Eso si sería una locura.

Deambulé por el edificio mientras esperaba a que Harry terminara de hablar con su representante para poder volver a casa. Cinco minutos después lo vi acercarse a mi de una forma aterrorizada mientras sus ojos derramaban demasiadas lágrimas y se tornaban de un color rojizo. Una rabia me inundó al entontrar la respuesta de que lo habían lastimado. No me había dado cuenta de que sostenía con fuerza su abdomen y de su mano derecha brotaba un poco de sangre.

—¿Qué te han hecho? —pregunté con preocupación mientras intentaba acercarse a mi.

—Nada —susurró con miedo y se obligó a sonreír—, ¿podemos irnos?

Sin responder, caminé hacia el asensor seguido del rizado y  me adentré a él esperando a que Harry hiciera lo mismo. Presioné el botón de la última planta y esperé a llegar al estacionamiento. Llegando ahí caminé apresurado hacia la camioneta, y unos metros antes de llegar escuché un leve golpe contra el piso.

La caja que contenía el anillo se me había caído y cuando di media vuelta Harry ya la tenía entre sus manos.

—Harry... —me apresuré a intentar explicarlo.

—No lo digas —sonrió a la vez que sus ojos se llenaban de lágrimas—. Te han obligado a casarte con ella.

Me lanzó levemente la cajita y, frotándo su abdomen, se dio la vuelta y caminó hacia el interior del edificio.

Hold Me. |Larry Stylinson.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora