La magia de Von

Hora de comer

Estaban tres de los cuatro chicos que comparten familia sentados cada uno en una diferente silla de su sala, mirándose los unos a los otros para después dirigir sus miradas al más pequeño de entre ellos, quien se encontraba arrellanado en su sofá viendo caricaturas sin preocupación alguna. 

-Ross...-Dice Kou con un tono calmado aunque ciertamente se encontraba algo furioso- ¿Quieres por favor, pararte de ese sofá y dejar caer tus pequeños glúteos en una silla para que comas algo? 

-No, pero gracias por preguntar- <<Cómo se atreve. Ese mocoso no hace mas que evadir la comida cada que Jay prepara sopa. Mocoso malagradecido.>> Pensaba Kou un tanto irritado. 

-Está bien...-Dice Jay con calma mientras mira a su hermano mayor.-Como el señor es muy exigente para comer, le preparé spaghetti. No lo hago con gusto, claro. Pero no quiero que se salte la comida. 

-¿De verdad?- Pregunta Ross. ¡Vaya! Ese Jay de verdad se merece el cielo. 

-¡Jay...!- Exclama Kou quien aún se encontraba molesto por los berrinches de su hermanito.- No se supone que lo debas de mimar...

-Está bien, solo será por esta vez. El niño asistió a clases sin haber desayunado, seguramente allá no compró mas que papas y un refresco. No puedo dejarlo así.- Le dice Jay a Kou esperando que a este le convenza lo antes dicho. Kou solo puso los ojos en blanco mientras pasaba su mano izquierda por encima de su rostro para procedes a deslizarla hacia abajo y regresarla a un costado de su cuerpo. 

Un repentino gemido de dolor salió de la boca de Darlene, quien en el intento de comer algo de sopa, terminó con una quemadura de primer grado en la comisura de sus labios. 

-¿Te encuentras bien?- Pregunta Kou algo preocupado.

-Sí, estoy bien. Solo... Me quemé- Al terminar de hablar, Darlene soltó una pequeña risa nerviosa. 

-Bueno, yo avisé que aún estaba caliente. Es decir, ¿Acaso no ven el humo que sale de la sopa?-Dice Jay. 

-¡Jay! Cada día me sorprendes más...¿Cómo es que puedes ver con los ojos cerrados?-Suelta Ross entre risas quien hacía burla de los ojos rasgados de su hermano. Al terminar de servir spaghetti en su plato, se dirigió a la mesa para después tomar asiento.

-Joto de clóset- Exclama Darlene a las carreras  con sus ojos fijos en Ross. 

Al dar conclusión a la comida, cada uno se levantó de su asiento, se dirigió hacia el fregadero y lavaron sus utensilios.Todos, claro, excepto Ross...Por su puesto que Jay no se iba a quedar de brazos cruzados. 

-Ross...Por favor,¡Por favor! si no haces nada en casa ¿Podrías por lo menos...lavar lo que usaste?-Jay realmente se había enfadado. 

-Perdón...-Dice Ross algo preocupado. Si algo le daba miedo de ver, era a Jay enfadado. Ross, quien estaba decidido a no morir ese día, alzó lo que utilizó y prosiguió a lavar lo que se le ordenó. 

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Kionda. 

Esta es la primera ''Anécdota'' espero que a ustedes les guste porque a mí no me gustó (?) hshdh  y ps bueno. Es todo x este día uvuv  

Atte. Su Besto compa, Von.