Las notas que no quiero que leas (Adrien Agreste y tu)

Nota 28 (Evernote)

Entré a la fiesta con todos mis amigos y cuando miré al frente... Ahí estas tú, saludando a nuestros amigos que iban delante de mí, cuando te observé todo mi ser se estremeció, a lo lejos escuché tu voz... Era más grave de lo que recordaba, era más... ¿Masculina?, y entonces llegué frente a ti, chocamos los puños como nuestra forma de "saludarnos" y sin previo aviso mi boca comenzó a emitir sonidos que según ella eran palabras...

"Oye, tengo un encargo para ti, ¿Dónde estarás?"

Y entre tantas cosas que yo no recuerdo muy bien... ¡Me diste tú número! Para que te localizara.
Me despedí de ti y al continuar caminando, me di cuenta... Había dos chicas muy cerca de ti... Una a cada lado, ¿quiénes eran?

Después de mucho esperar a que me respondieras mi SMS, tuve que salir un rato de la fiesta para conseguir mayor señal y entonces... Llevé conmigo los dibujos, de tal manera que nadie los viera.

Te vi y mi nerviosismo crecía a cada vez, ¿cómo te hablaría?, ¿que haría?, entre esas preguntas estaba cuando te vi pasar para irte...
Te grité y volteaste, entonces en tu rostro se dibujó una sonrisa que me hizo sentirme más cómoda, te di los dibujos y ¡lo recordaste!, ¡te acordaste de aquella promesa hecha hace tanto tiempo!, observaste los dibujos y me preguntaste quién los había hecho, ¿Qué no es obvio?
Te respondí que los había hecho yo, que podía haberlos hecho mejor, pero no me alcanzó el tiempo, tan solo respondiste asombrado, "¡no, no, no!, ¡están súper chidos!".
Me mataste con esas simples palabras, entonces comenzamos a conversar sobre lo que había pasado en estos últimos meses y de un momento a otro, esas chicas aparecieron...
¡Pero que rabia!, una de ellas se acercó demasiado a ti y ¡escuchaba nuestra conversación!, ¡que falta de educación!, entonces ella comenzó a hablar, " Ya Adrien, te habla tu mamá, vamos", aggg... ¡Detestable!, ¡ella se hacía llamar tu mamá!, pero vi en tu dirección y tu cara era de fastidio, entonces nos movimos de lugar y seguimos conversando, lamentablemente en pocos minutos tuviste te irte y nos despedimos, un simple "agitar de manos", ¿sabes?, me hubiese encantado que me abrazaras Adrien Agreste.