KITSUNE: Dos mascaras un Destino

El Mal dentro de Takeshi: El origen

 Muchísimo antes de la creación de la tierra y de la vida en ella, habían dos espíritus Kitsune, Ena y Takeshi, ambos eran el balance del mundo, siendo la luz y la oscuridad, el bien y el mal, la vida y la muerte, pero aun a pesar de ello, ambos hermanos se llevaban muy bien, es más, se querían mucho, eran uno para el otro, eran inseparables, pero un día todo eso cambio para siempre cuando algo oscuro en Takeshi apareció de la nada y lo terminaría transformando en un ser completamente diferente, Hay que contar esta historia desde el principio para entenderlo, así que iniciamos desde cero.

 Hace mucho tiempo, Takeshi; Kitsune de la muerte, era un ser divino y hermoso, era casi igual a su hermana, un ser puro que vestía de ropas blancas como la nieve, su pelaje y cabellera era igualmente blanco sus ojos azules y sus tatuajes alrededor de todo su cuerpo eran azules, él era muy positivo al igual que su hermana quien le tenía un amor tan inenarrable a él que no se puede describir ni con palabras, sin embargo, aunque diferente de personalidad que era algo sería, igual la quería muchísimo, desde que fueron simples pero juguetones niños se la pasaban horas jugando juntos, se hacían de toda clase de bromas pesadas, carreras, escondites, ETC. Llegando ambos a la adolescencia, Ena y Takeshi se dieron cuenta que a la salida de la luna llena y de su eclipse cada uno se hacía más fuerte y activo a esa noche.

 Ena, quien se hacía más fuerte a cada Luna Llena, siempre bajaba a la tierra de los mortales a pasear por los densos bosques, ya que a ella le fascina mucho hacer aquello, y lo ha hecho tantas veces que incluso en una de esas ocasiones conoció a dos pequeños animales que se parecían a ella, eran dos pequeños zorros, uno era macho de pelaje color gris oscuro, y el otro una hembra con el pelaje totalmente blanco, ella se encariño muchísimo con estos dos y los termino bautizando como Yin a la hembra, y Yang al macho, además de eso les otorgo parte de su magia e incluso la habilidad de que la pudieran entender cuando ella les hablara, ahora cada vez que ella hace una visita y pasea por sus jardines como ella llama a los bosques, pues se consiguen con estos dos, se la pasa siempre jugando y pasando el rato con ellos, por su parte Yin era muy calmada pero muy dulce, y Yang era un travieso lleno de energía.

 Takeshi por su lado, quien se hacía más fuerte en cada Eclipse lunar, conocido por otro nombre el cual los mortales bautizaron con sumo horror; "la Luna de Sangre", bajaba a la tierra para así otorgarles un final rápido y sin dolor a aquellos que sufrían muchísimo y que ya no tenían más esperanzas de vida, en pocas palabras, aquellos que finalmente aceptaban la muerte, el paseaba por los pueblos y entraba en las casas para así traerles un final a estos mortales, por exactamente esto en todos y en cada uno de los pueblos veían con muy malos ojos a este eclipse lunar y ahora le tenían miedo a esta entidad que solamente hacia lo que debía sin intento ni intención de hacer maldad, cada vez que los mortales veían las numerosas Lunas Llenas en esas frías pero bien iluminadas noches salían de sus casas para venerar a Ena, en cambio a Takeshi cuando salían estos eclipses lunares pues era lo contrario, nadie le mostraba un mínimo de respeto ni amor, solo le tenían miedo y más miedo, pero Takeshi se ha dado cuenta de algo gracias a esto, de algo realmente oscuro y morboso, que por todo este miedo y hasta odio de parte de la gente, se sentía muy bien, que toda aquella energía negativa que le tenían solo a él, se alimentaba cada vez más por ello.

 Con el paso del tiempo, de los años, y de los siglos, Takeshi poco a poco por lo anterior mencionado, empezó a oscurecerse cada vez más, hasta incluso empezaron a notarse cambios físicos, como el color de su pelaje que paso de ser blanco a café claro, Ena veía a su hermano muy preocupada y le preguntaba si se sentía bien, pero Takeshi solo decía como ocultando lo que en realidad le pasaba que todo estaba perfecto, desde un punto de vista más profundo del espíritu kitsune empezó a odiarla, empezaba a tenerle un gran sentimiento de envidia y hasta un deseo muy ambicioso de poder, tanto que una noche, de la cual surgió un nuevo eclipse lunar decidió experimentar.