Capítulo 2

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Cuatro horas después de haber conocido a ese hombre perfecto en la biblioteca bajo de mi auto muy cansada por el trabajo. Entro a mi hogar quitándome el saco y dejo las llaves en la mesita que hay a un lado de la entrada

La casa se ve oscura y silenciosa, así que grito:

-¡Mamá ya llegué! - Como no hay respuesta camino hacia la cocina - ¿Pitter?-

Nadie contesta.

Pitter es el novio de mi madre hace apenas un año, mis padres se separaron hace tres años, cuando mi hermana Amanda murió... mi padre se mudó y solo lo veo un par de veces al año.

Nunca lo he conversado con mi madre, pero supongo que la culpa que les produzco lo de Amanda fue suficiente para destruir su vinculo. Ellos ya no compartían nada mas que la pena por la perdida.

Prendo las luces de la cocina y busco alguna nota, pero no encuentro nada.

Mi casa tiene un diseño algo bohemio, es bonita y acogedora, pero se está volviendo algo incomodo vivir entre los coqueteos de Pitter y mi madre, así que por dentro me alegro un poco de poder irme a la universidad el año que viene.

Andrew, mi otro hermano mayor, me ofreció vivir en su apartamento en la ciudad, igual que lo hizo mi padre, pero me niego a que alguien más se haga cargo de mí, además no quiero dejar sola a mi madre hasta que sea inevitable hacerlo.

Abro la heladera y mientras busco algo para comer mi teléfono suena en el bolsillo trasero de mis jeans, miro la pantalla y atiendo al ver que es mi mama

-Hola copito de nieve ¿Ya llegaste a casa? -

Pongo los ojos en blanco por su sobrenombre y camino devuelta al living para prender la chimenea, el frío en esta casa es mas fuerte que afuera

-Si mamá llegue hace un momento, ¿Dónde te...-

Un ruido proveniente del piso de arriba me interrumpe y me sobresalto, fue como si se hubiera caído algo, tal vez fue Mitty, el gato de mi madre

-¿Dónde estoy cariño? - Pregunta mamá distraídamente mientras le susurra a alguien más, seguramente Pitter

-Si mamá, pero yo creí... que estabas aquí- Le respondo mientras camino hacia abajo de las escaleras mirando hacia el piso de arriba desde aquí, pero a simple vista no observo ningún movimiento en la planta alta

-No Copito, Pitter y yo salimos, Mitty se enfermó así que lo llevamos al veterinario, luego el auto se quedó sin combustible y... oye cielo, ¿Está todo bien?-

-¿Entonces el gato tampoco está en casa?- Le susurro mientras comienzo a subir las escaleras lentamente

-No, esta aquí conmigo ¿Algo anda mal Aurelia?- Pregunta ella detectando mi tono de voz un poco agitado

-No mamá, no te preocupes, solo... el viento me asusto-

Le miento, porque sé que si le digo a mi madre que escuché un ruido arriba vendría rápidamente y su camioneta no esta apta para manejar de esa forma sobre la nieve. Ella se ríe distrayéndome de mis pensamientos

-Oh, eso es un alivio. Bueno, estaré ahí como en treinta minutos, enciende la chimenea o si no te vas a congelar copito, te veo en un rato-

Y corta, dejándome sola con el miedo pinchando en mi espina dorsal.

Vamos, yo no creo en lo fantasmas ni mucho menos, en realidad me hubiese gustado que existieran para poder ver a mi hermana aunque sea una vez mas... pero nunca sucedió.

Magic in your eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora