Aún no sé cuántos días, semanas o meses pasaron desde la última vez que estuviste aquí...
Ariany.
Sin embargo, aquel recuerdo del día en que te conocí prevalece intacto en mi mente, golpeando mi corazón una y otra vez cada madrugada al despertarme por ese vacío abismal que no desaparece.
Falda negra con el cabello castaño alborotado me preguntaste si me gustaba Pink Floyd. Sonreíste señalando mi camiseta y entonces entraste a mi vida sin dudarlo, sin yo estar listo para ti, y cuando te vi mirándome tan dulcemente, es cuando empecé a quererte.
Ja...el chico triste con una chica tan linda cómo tú. Jamás iba a esperarlo. Pero mi madre siempre me había dicho que las mejores cosas llegan cuando nadie las espera, cuánta razón tenía.
Y esa maldita pregunta aún ronda por mi mente todos aquellos días lluviosos, aquellos que son perfectos para ver una película triste, como lo hacía contigo, éramos un par de tontos riendo mientras escuchábamos tus canciones favoritas con tu complicada explicación de porqué te gustaban tanto, y entonces comenzó a gustarme tu música, porque cuando la escuchaba siempre estabas ahí. Y aunque te has ido, sigo oyéndote todos los días en mi lista de reproducción.
¿Por qué te fuiste?, ¿por qué?
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Éramos. | PRÓXIMAMENTE
RomanceMe gustaba su música. Y quedé completamente enamorado tanto de ella, como de sus canciones.