Prólogo

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_Comienza hablar de una vez maldito bastardo.- decía al mismo tiempo que jalaba la silla que se encontraba a unos pocos centimetros de él para después sentarse y acomodar sus brazos bruscamente sobre la mesa quedando así ambos cara a cara. Al parecer quería intimidarme, es una verdadera lástima no soy tan fácil de intimidar como el creé.

_¿Por donde debería comenzar? o mejores términos, ¿por quien?.-dije con una pequeña sonrisa en los labios, no tan notoria, pero lo suficiente para que él la notará.

_No estoy para tus estúpidas bromas habla de una maldita vez o juro que te golpeare en tu estúpida cara de niño bonito.- dijo al mismo tiempo que daba un fuerte golpe en la mesa con ambas manos mientras me miraba fijamente, intentando nuevamente intimidarme, cosa que no funcionaría.Por reacción alguien normal quitaría los brazos de la mesa o como mínimo saltaria sobre su propio asiento por el tan repentino susto, pero jamás me considere alguien normal.

_Que aburrido, ayer parecias estar de mejor humor.-dije mientras me reía por dentro, sabía lo que venía y era algo sumamente divertido_Creo que lo mejor sería que vuelvas mañana, tal vez estes de mejor humor y podamos hablar pacificamente como dos personas civilizadas sin gritos o insultos de por medio.-comenzo a fruncir el ceño y mientras hacía una mueca de molestia, estaba conteniendose para no gritar, era divertido verlo enojado.

_No me jodas maldito bastardo llevas diciendo que vas a confesar hace una maldita estúpida semana y que vuelva cuando este de mejor humor, mi paciencia tiene limite.-me tomo del cuello de la camisa y me atrajo hacía el, mientras que con la otra mano formaba un puño el cuál se encontraba en el mismo nivel que mi rostro, otra vez intentando intimidarme, ¿cuando entenderá que eso no funciona en mi?. Era tan terco y eso lo hacía interesante.

_Ves esto es a lo que me refiero no podemos hablar civilizadamente sin que me estes amenazando o insultando eso es un poco.- me soltó repentinamente de su agarre y eso me hizo callar por unos instantes, estaba apunto de volver hablar, hasta que su risa sarcástica me interrumpió.

_Civilizadamente, no me estes jodiendo ¿Encerio te atreves a exijir una jodida y estúpida
conversación civilizada? ¡Tú! un maldito bastardo psicópata, no me hagas reír y habla de una maldita vez pequeña mierda.-cuando dijo lo último volvió a estampar sus manos sobre la mesa y esta vez se encontraba totalmente de pie y caminaba en círculos, parecía tener unas inmensas ganas de salir de aquí o de matarme. Su semblante cambio a uno más serio y volvió a sentarse, se veía agotado.

_Dime ¿cuántas personas estan detrás de ese falso espejo?.-quería saber, por simple curiosidad, nada fuera de este mundo.

_¿Ah?, eso no te incumbe maldito bastardo.-obtuve una respuesta rápida, eso no me lo esperaba, se veía algo confundido, no sabía que podía poner otra expresión que no fuera enojo.

_Si me incumbe, quiero saber cuántas personas estan escuchando nuestra "amable y linda conversación" y si alguno de esos presentes vendrá siquiera ha ayudarme cuando enloquezcas e intentes golpearme.- y volvió su típica cara de enojo, el era alguien difinitivamente interesante.

_Ten por seguro que ninguno de esos presentes me detendrá es más estarían felices de que te de una jodida paliza y te deje apenas respirando tan solo para que cumplas tu maldita condena.- así que los presentes apartes de policías eran familiares, esto será entretenido.

_Que cruel, pero justo después de todo me lo merezco.- _Seré un "maldito bastardo psicópata" pero soy conciente de lo que hice y que actúe muy mal, pero no me arrepiento en lo absoluto.-Escuche un sonido de un golpe proveniente de aquel espejo, esto estaba siendo más interesante de lo que imaginaba._ Haría todo exactamente igual ya que todo eso nos llevo a este a preciso momento, tu y yo juntos, sentados, platicando, sería una exelente cita si estuvieramos realmente solos ¿no crees?.-a pesar de no querer demostrarlo su rostro denotaba miedo y eso me gustaba.

_A ti encerio te falta un jodido tornillo.-bufe al oir eso, era algo obvio después de todo "soy un maldito bastardo psicopata" me da un poco de gracia recordar aquellas palabras, él comenzó a masajear su cabeza con ambas manos como si estuviera perdiendo la poca paciencia que le quedaba_No quiero estar aquí encerrado contigo más de lo necesario así que habla de una jodida vez.- su voz sonaba profundamente agotada, me daba un poco de lástima.

_Esta bien.-su cara de sorpresa cambio rápidamente a una de incredulidad_¿Porque la cara incrédula?, lo digo encerio, hablaré pero.-ahora su rostro era de enojo, vaya que era alguien muy expresivo era sumamente facinante.

_Lo sabía maldito bastardo ¿Que demonios quieres?.- _lo diré mejor ¿Que demonios quieres a cambio para que me digas todas las malditas ubicaciones de cada uno de los cuerpos que ocultaste? ¡Habla pequeña mierda!.- ahora si estaba completamente enojado. Con un golpe arrojó la mesa lejos, apenas pude quitar mis brazos para que no me golpeara.

_No es mucho la verdad es algo sencillo y simple pero para ti supongo que será algo molesto y eso lo hace divertido.-dije mientras me cruzaba de brazos, ya que ahora no tenía donde recostar mis brazos _¿Tu me harás preguntas verdad? y yo obviamente las tendré que responder correcto.-me estaba escuhando muy atento eso me gustaba_Lo que quiero es simple, quiero que me brindes la oportunidad de hacerte preguntas también, y para que seas tu el más benificiado en este trato aparte de decirte la ubicación de cada uno de los cuerpos, te daré mi testimonio verdadero de como logré deshacerme de cada uno de ellos ¿Qué dices?.-Otro golpe se oyo de aquel espejo, molestar a las personas era uno de mis pasatiempos preferidos.

La puerta se abrió repentinamente y vi a un hombre de cabello largo y negro con unas terribles ojeras, usaba un traje el cuál obviamente lo obligaron a usar, su semblante era extremadamente sombrío, aquel sujeto llamo al oficial y este salió al parecer quería hablar con él a solas. Paso alrededor de unos 15 minutos ya me estaba aburriendo hasta que escuche la puerta abrirse y vi al oficial entrar con unos documentos en manos se dispuso a levantar la mesa que hace unos minutos atras el mismo había arrojado la acomodó en su antiguo lugar después atrajo su silla, se sento y luego puso ambos codos sobre la mesa.

_Eso es jodidamente molesto, no quiero escuchar tus malditas mentiras, pide otra cosa.- así que aquel hombre sabía lo que solía hacer, que curioso.

_Esta bien te comprendo, así que vuelve mañana tal vez estes de mejor humor.-su rostro cambio a una mueca algo extraña, era una combinación de molestia y satisfacción.

_Tu maldito bastardo.-Se paro y volteo al espejo con una extraña sonrisa triunfadora, de alguna manera logre entender lo que estaba pasando_Esta bien escucharé tus estúpidos parloteos y contestaré tus estúpidas preguntas, así que empieza de una jodida ves bastardo

_Bien te recomiendo que compres un café o algo que comer esto será largo...

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El prólogo más largo que he escrito en mi vida xd
Primera vez que escribo algo de suspenso y serio , este fic será algo corto, dedicaré un capitulo entero a un personaje (asesinado xd) como máximo dos, para no alargarlo tanto ¿?
No se si considerar esta historia todobaku o no ...
Perdónen cualquier falla ortográfica y la pésima narración.

El Secreto De Sus Ojos-TodobakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora