10. Eres grandioso.

114 6 1
                                    


No sabía si lo que estábamos haciendo estaba bien. Él con una pareja y yo besándolo.

- Colby, no creo que esto sea correcto.

- ¿Por qué?

- Tú tienes pareja, la chica se nota que es la chica con la que siempre has soñado, no debes hacerle esto. Y aparte has sido un patán conmigo todo éste tiempo. - no podía mirarlo a los ojos.

- Mi pareja y yo hemos tenido problemas últimamente. No comprende que yo amo el wrestling y que de eso quiero seguir viviendo. Ella no es la chica de mis sueños.

- Pero sigues con ella.

Miro hacía la puerta y después de 5 segundos volteo para volver a besarme y luego decirme al oído "deseo probarte". Me quito el sostén, miro mis pechos y enseguida procedió a besarlos, luego los empezó a morder con desesperación. Él estaba provocando en mí lo que ningún hombre antes había hecho. Su aroma era perfecto para mí, era seductor pero  fresco.

- Ambos sabemos que nos queremos. Tú me encantas Luna.

Lo que él había dicho era cierto. Me gustaba desde antes de debutar en las independientes, pero no quería aceptarlo.

Me cargo para luego llevarme al sofá rojo que se encontraba en la habitación. Me acostó en el. Empezó a besar mi estómago hasta bajar a mi intimidad. Volteó a mirarme para saber si yo lo aprobaba a lo que yo solo dirigí su cabeza de nuevo a mi intimidad. Empezó a desabrochar mi pantalón, cuando se deshizo de el empezó a lamer alrededor de mi braga para bajarla lentamente hasta dejarme completamente desnuda.

- Te haré sentir la mujer más maravillosa del mundo.

Empezó a lamer mi intimidad despacio. De repente empecé a sentir como su lengua se movía mas rápido y jugaba conmigo. Yo no podía dejar de gemir. Él era un maestro en eso.

- Sabes delicioso. - me sonrió.

Luego metió dos de sus dedos para empezar a jugar con mi interior, después de un rato metió tres esos habían dolido un poco más, y él lo noto porque yo gemí demasiado fuerte demostrándole que me dolía.

- Luna, ¿eres virgen? - me miro incrédulo.

- Sí. Tú eres el primer hombre que me mira desnuda. - me sentía intimidada por lo varonil que él lucía.

- Sí quieres paro. No te obligaré a nada que no quieras.

Me quede mirando sus ojos. Sabía que si paraba esto luego me arrepentiría. Solo deseaba que me hiciera suya, que me jodiera completa. Que su musculoso y sensual cuerpo se apoderará de mí y mi inocencia.

- No, quiero ser tuya. Solo ve lento.

Él me miro con un rostro que me causaba mucha confianza. Saco de su cartera un preservativo. Cuando termino de ponérselo me abrazó y deje mis piernas en su cintura.

- Si te duele solo dímelo.

Estaba nerviosa, pero sabia que no quería desertar.

- ¿Estás lista? - me regalo una mirada tierna.

- Hazme tuya.

Empezó a introducir su miembro lentamente. Realmente me estaba doliendo, pero un dolor combinado con placer. Empezó a hacer embestidas lentas y suaves para que no me doliera tanto. Mis jadeos no se hacían esperar. Mientras él estaba dentro de mí besaba mi cuello con una sensualidad única. Con el pasar del tiempo el dolor fue desapareciendo, solo era placer, felicidad y necesidad de que fuera más rápido y rudo conmigo.

- S-Seth... - apenas y podía hablar - ... ve más rápido, se más rudo. Demuestrame... - respiré lo más que podía - ...d-demuestrame porque te llaman "Freakin".

Él no dudo ni un segundo en hacerme caso y sus envestidas eran salvajes, rápidas y más placenteras.

Colby se acosto en el sillón dejándome arriba de él. Sin previó aviso se introdujo dentro de mí.

- Brinca. ¡Tenemos que encender esto!

Le hice caso, empecé a saltar y el placer aumentaba aún más. Mientras yo saltaba él acariciaba mis pechos con desesperación.

- ¡L-LUNA!, no falta mucho.

Él apretaba más fuerte mis pechos. De repente deje de saltar para empezar a moverme lentamente. Eso hacía su agonía más larga, pero sabía que eso era aún más excitante para ambos.

- ¡Vamos nena!, eres grandiosa - no dejaba de morder sus labios - dame todo tu de ti - empezó a golpear mi trasero, para luego apretarlo con desespero. Eso me había encendido aún más.

Empecé a saltar aún más rápido, pero en ésta ocasión yo jadeaba con un tono de inocencia.

- ¡COLBY ERES GRANDIOSO! - llevé mi cabeza para atrás - Colby, creo que el éxtasis se acerca.

Colby se vino y eso solo provocó que yo llegará a mi límite, al tan deseado éxtasis. Él se quedo un rato dentro de mí, me miraba de una manera que hacía que yo me sintiera como un ser lleno de timidez.

- Eres grandiosa pequeña. Eres toda una diosa.

Colby salió de mí y se quito el preservativo para arrojarlo al bote de basura. Me baje de con él. Lopez se paro y se empezó a cambiar, yo me senté en el sillón algo tímida.

- Colby, se que esto para ti solo significó una noche de sexo y ya, u por eso quisiera que después de salir por esa puerta, ambos olvidemos esto y te concentres en tu novia. - me empecé a cambiar.

- ¿Me estás pidiendo que me olvide de la única vez que he sentido que de verdad hago el amor? - me miro con cara de incrédulo.

- ¿Qué?, ¿cómo que "amor"? - estaba realmente sorprendida por lo que había salido de su deliciosa boca.

Colby se arrodillo enfrente de mí.

- Luna, deja de hacerte la desentendida. Ambos sentimos algo más que un simple placer sexual. Cuando observaba tu rostro me hacías sentir más vivo que nunca. Sentía que nuestros cuerpos estaban hechos el uno para el otro - baje la mirada - Observame - levanto mi rostro - yo no te miró como una chica más a la cual me acabo de follar, tú eres especial Luna. Tú eres perfecta para mí.

- ¿A qué quieres con esto?

- ¿No es obvio?

- Quieres que tú y yo...

- No tan pronto. Mi punto es que te pido que me des una oportunidad para poder conquistarte y demostrarte que estamos hechos para estar juntos.

- No lo sé Colby. Tú tienes tu novia.

- ¿Y?, ¿qué acaso estoy condenado a quedarme con ella para siempre?

- Pues no - miré hacía la puerta.

- Entonces no pongas pretextos moralistas.

Me tomo de las manos y luego beso mi nariz.

- Dame una oportunidad. No te arrepentirás, porque yo seré tu "príncipe azul" o eso que es ideal para una princesa como tú. Por favor, te lo ruego. - junto mis manos y luego bajo su cabeza en señal de suplica.

Su cara mostraba sinceridad.

- Está bien señor Lopez. Conquisteme y demuestreme que los príncipes aún existen.

Sonrió y luego me abrazo.

- Me haces demasiado feliz.

Estaba tomando un gran riesgo, pero no podía prohibirme de una posible oportunidad a la completa felicidad.

Lo siento si el capítulo a sido muy simple :(

She's a dream ❣ Seth RollinsWhere stories live. Discover now