CAPITULO 29

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Me miraba en el espejo. Parecía que mis ojeras habían crecido en las últimas horas. Todo era demasiado perfecto para ser verdad.

Ese día tenía previsto uno de los mejores, y sin embargo, no lo fue.

¿Por qué tuvo que aparecer ese día? ¿Por qué? ¿Por qué justamente en ese restaurante?

Hice un círculo con mi cuello intentando relajarme. El té me había ayudado y al menos mi corazón había recuperado algo su latido normal.

Pasaba el cepillo por mi pelo suave.

-¿Se puede? – Preguntó Josh llamando a la puerta.

-Sí, claro. – Dije soltando el cepillo.

El chico sonrió y adentró parte de su cuerpo en el baño.

-¿Qué pasa? – Le pregunté.

-No, nada. – Contestó.

-¿Por qué no quieres ver a tu hermano?

-Nunca nos hemos llevado del todo bien, y sé que si me pide que vayamos a su casa es para algo.

-¿Para presentarte a su novia?

-No, no. Me huelo que será algo aparte de eso.

-Bueno, si quieres nos quedamos.

-Ya le he llamado diciendo que íbamos. – Contestó.

Sonreí, aun que me costó. No parecía muy convencido de dónde íbamos, pero aún así, no se echó para atrás.

-Te espero en el salón. No tardes. – Dijo.

Asentí con la cabeza observando cómo abandonaba el baño. De nuevo miré al espejo y, rápidamente, terminé de arreglarme.

Me puse un conjunto algo formal, pero no demasiado. No sabía qué me esperaría, ni a qué me tendría que enfrentar. Era el primer miembro la familia que Josh me presentaba y no sabía qué impresión podría darle.

Bajaba las escaleras dirigiéndome al salón, donde estaba Josh viendo la televisión mientras me esperaba.

Cuando escuchó el sonido de los tacones invadir las paredes de la habitación, volteó su cuello y me miró.

Después, sonrió apagando la tele y poniéndose de pie.

-Estás preciosa. – Me alagó mientras se acercaba.

-Tengo que causar buena impresión. – Contesté sonriente.

-Lo harás.

Sonreí a su convincente respuesta. Josh me tendió la mano mientras abandonábamos la casa y nos dirigíamos al coche.

-¿Estás mejor? – Preguntó.

-Sí. – Contesté.

-Lo siento... - Se lamentó.

-¿Qué sientes?

-Este día debería de ser uno de los mejores. ¡Te han aceptado en la universidad que tú querías! Y sin embargo...

-Josh, tú no tienes la culpa. Nadie tiene la culpa. Solo él. Solo el desgraciado que se hace llamar mi padre.

La rabia comenzaba a crecer de nuevo en mí. Mi mano apretó más fuerte la de Josh y mi mandíbula parecía empezar a apretarse involuntariamente.

-Eh, eh. Tranquilízate. – Dijo el chico. – Simplemente piensa que ha sido una anécdota. El día perfecto no existe, desgraciadamente.

Cogí el máximo de aire que mis pulmones me permitieron. Asentí levemente con la cabeza mientras el chico pulsaba el botón de las llaves del coche para que éste se abriese. Ambos nos metimos en el vehículo.

The past come back [Louis Tomlinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora