Capitulo 3 (Editado)

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Capítulo 3.

" 'Pequeños' traumas".

"Debes conocer el dolor, para comprender el dolor de los demás"


Axel ya se encontraba más que desesperado, se maldecía internamente por haberlos perdido de vista entre la multitud de gente; por instinto corrió haciendo el enorme intento de seguirlos usando el aroma de su Destinado, cosa que para su mala suerte tampoco le había ayudado de mucho, pues el delicioso aroma se había desvanecido por completo bajo todos los demás asquerosos olores de las demás personas que allí se encontraban, Axel maldecía mil veces a todos los Alfas, y Omegas que osaban opacar el delicioso aroma de Su Tomás, con sus apestosos, y repugnantes olores, gruñendo fuertemente a la par que daba zancadas apresuradas sin parar por entre la multitud, este se encontraba sumamente enojado consigo mismo, pues se sentía como un total imbécil por asustar a su adorado tesoro, desde ese preciso momento juro que jamás en su vida volvería a asustar a su querido Tomás, bajo ninguna circunstancia lo volvería a hacer, eso lo daría por hecho; mientras seguía su búsqueda desesperante, casi por un segundo de manera imperceptible pudo olfatear nuevamente el aroma de Su Tomás, automáticamente intento seguirlo, hizo un pequeño recorrido siguiéndolo sin cesar -Sin embargo el destino no estaba a su favor, arruinando cada vez su intento de encontrar a Tomás- Axel camino unos metros más encontrándose con la última persona con la que debía encontrarse.

Su padre, el cual al percatarse del menor rápidamente le lanzo una mirada reprobatoria, mientras negaba lentamente con la cabeza, pues junto a este se encontraba la joven Omega de cabello como el fuego, la cual lo observaba con una mueca que demostraba lo indignada que esta se encontraba, Axel maldijo en un susurro apenas audible cuando se topó con ellos, su enojo subió considerablemente, y para colmar la poca paciencia que le quedaba, el imperceptible aroma de Tomás que apenas llego a alcanzar su nariz, rápidamente fue remplazado por el empalagoso olor de aquella Omega, a la cual ya había agarrado odio, miro por unos segundos a la dichosa pelirroja, mientras soltaba un gruñido de pura advertencia, y fastidio, pues ella era la culpable de perder la única pista de su adoración, este acto hizo que la joven Omega diera un respingo a la par que se escondía detrás de uno de sus guardias, todo por temor al Alfa molesto frente a ella, y de lo que este pudiera hacerle, Axel nuevamente fijo la vista en su padre dándose cuenta enseguida de que este empezaría una reprimenda en contra de él, cosa que lo impaciento de sobre manera, así que antes de que este pudiera pronunciar palabra alguna, Axel se alejó corriendo de aquel lugar dejando a su padre con las palabras en la boca, y a una asustada, además indignada Omega.

Cuando finalmente estuvo lo suficientemente lejos de su padre, siguió con su búsqueda, mientras caminaba entre la multitud de gente, por un momento logro ver una blanca cabellera, sonrió aliviado al notarla, rápidamente sin perder tiempo corrió hacia la susodicha, y pudo corroborar que ¡Sí!, era una blanca cabellera, sin embargo no era de quien esperaba, el cabello blanco como las nubes lo portaba una Alfa de grandes curvas, junto a un Alfa de ojos amatistas con porte imponente, el mayor observo confundido al menor con su evidente ceño fruncido, mientras que ella lo observaba con una adorable sonrisa en sus labios, la cual detonaba complicidad, en ese mismo instante Axel tomo en cuenta la pequeña confusión, y rápidamente se disculpó con la pareja de Alfas por dicho acto, para así proseguir con su búsqueda.

De un momento a otro, y sin previo aviso, su caminar se detiene casi de forma automática, pues su Alfa interno había tomado control de sus piernas, logrando que Axel notara que el mismo intentaba llamar su atención, en ese momento su ansiedad e impotencia aumentaron considerablemente, y nuevamente hizo el intento de proseguir con su importante búsqueda, cosa que no paso, pues simplemente no podía moverse, sin importar cuanto luchara sus piernas no hacían caso a lo que él quería.

El Renacer De Un OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora