第3章

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Al subir a su habitación, la chica se recostó en su cama tranquilamente, aún quedaban dos horas para que la chica fuese a dormir, sin embargo, quería hacer algo más, tal vez ver una serie o si podía, dormirse un rato mientras escuchaba música, estar sola casi diario, era demasiado aburrido.

—Bueno... al menos me libre de las preguntas de mi hermano. — Susurro la chica mirando el techo de su habitación.

Si, al llegar a casa su hermano no estaba, tal vez había salido con sus amigos o tal vez había ido a recoger a su mama del trabajo, Dong-Jun ya no estudiaba más, su periodo en la universidad había acabado y aún vivía con sus padres y hermana.

Soo-Jung se sentó por un momento en su cama, miro a sus alrededores y al ver su alcancía, sonrió entre dientes, sacaría algo de dinero para al menos ir a la tienda y comprarse algo útil, esto de estar la mayoría del tiempo sola, tiene sus ventajas y desventajas, pero para Soo-Jung, eso no importa, demasiado distraída como para preocuparse por las ventajas y desventajas.

Salió de su casa no sin antes tomar un suéter y llevarse las llaves de su casa, la tienda quedaba más lejos que el taller de dibujo, por lo que tendría que caminar aún más.

💮

—Gracias. — Dijo la chica amablemente sin perder vista en el señor de la tienda.

—No hay de que Soo-Jung. — Sonrió de igual forma el señor.

La chica prosiguió por dar media vuelta, cinco años conociendo a ese señor y sigue siendo el mismo de siempre, humilde y buena persona, por esa razón, Soo-Jung le tiene demasiada confianza, siempre al tanto de la chica, para ella, ese señor es como si fuera el abuelo que nunca tuvo.

Al salir de la tienda, se encontró nuevamente con San-Ha, cuando ambos chocaron miradas, sonrieron de una manera tan linda que ni la chica creyó que podía sonreír de esa forma.

—Hola Soo-Jung, ¿Qué haces tan tarde en la tienda? Puede pasarte algo malo. — San-Ha se acercó a ella y la ayudo con la pequeña bolsa que traía la chica.

—Oh, no te preocupes, conozco al señor de aquí desde hace mucho tiempo, aunque no lo creas, siempre intenta cuidarme desde lejos, él es una gran persona. — La chica sonrió sin perder vista en el chico. — ¿Y tú qué haces aquí?

—Quería comprar una natilla, pero veo que te llevaste la última.

—Oh, lo siento ¿Quieres la mía? Está en la bolsa, si quieres sácala, puedo comprarme una luego, no es urgente, en verdad...

—No, así está bien, hay más tiendas por aquí. — Sonrió. — ¿Quieres que te acompañe a casa?

—Sería un gran favor. — La chica sonrió entre dientes y nuevamente sintió sus mejillas arder.

En verdad estar junto a San-Ha la hacía sentir cómoda, hasta cierto punto podía pasar todo un día con el sin aburrirse. San-Ha es amable con las chicas porque en su casa hay una regla verdaderamente estricta, no importa qué tipo de chica sea, siempre la tienes que tratar como se merece.

—No hay problema, yo puedo ir con ella. — Dijo un RenJun abrazando a la chica por el hombro en un abrir y cerrar de ojos.

Para ambos chicos fue una sorpresa esto, Soo-Jung no vio a RenJun en la tienda y ni siquiera lo vio cerca para poder entender esa extraña aparición, San-Ha se quedó en silencio, había visto a ese chico en el taller de dibujo, desde que lo vio creyó que sería un chico amable y lindo como el, pero ver esa personalidad delante de él y la chica, solo lo hace definir como alguien latoso y celoso.

—Entonces...creo que me voy. — Dijo San-Ha haciendo una pequeña reverencia.

—No, puedes acompañarte, él ya se iba, solo lo decía por--

—Porque es verdad, yo la acompañare, puedes darme la bolsa. — RenJun sonrió y tomo la bolsa donde permanecían las cosas de la chica. — Nos vemos mañana San-Ha, camina con cuidado.

RenJun miro a la chica, y al notar que abrió su boca para decir algo más, inmediatamente cubrió esta con su mano aun sonriéndole al chico, San-Ha, algo incómodo, solo sonrió de manera falsa y desapareció de la escena en cuanto pudo.

«Bien hecho RenJun», pensó Soo-Jung.

La chica le arrebato la bolsa a RenJun y empezó a caminar sin él, era obvio que se había enojado, y cuando RenJun se dio cuenta de eso, apresuro su caminata hasta estar al par de Soo-Jung.

—¿Te enojaste? Vamos, lo puedes ver mañana, aparte, yo quería ser quien te acompañara primero a tu casa, él podía hacerlo después. — Dijo RenJun mirando un par de veces a la chica para que no llegase a caer.

—Pero yo quería que el fuera el primero en acompañarme a casa, no tú, ¿Por qué te entrometes? Aparte, ¿Qué hacías aquí? — Pregunto está dejando de caminar.

—Mi hermana me mando por un jugo de naranja, y desde que vine caminando hasta acá, vi que te encontrabas hablando con San-Ha, entonces aproveché esa oportunidad para venir a molestarte y alejarte de ese chico. — Sonrió entre dientes. — Soy tan lindo ¿No es así?

La chica entorno sus ojos de mala gana dejando al chico plantado, camino por sí misma, RenJun iba caminando detrás de ella, sin embargo, cada que la chica se daba cuenta de eso, hacia sus pasos más rápidos, RenJun, al notarlo, hizo lo mismo que la chica.

Soo-Jung creyó que ya la dejaría en paz, pero cuando vio a RenJun a su otro par, suspiro impaciente y empezó a correr.

Pasando los minutos, sonrió entre dientes victoriosa al darse cuenta que el chico ya no se encontraba más ahí, empezó a caminar tranquila, todo ya estaba oscuro y eso le hacía sentir miedo, vio a sus alrededores y se dio cuenta que ahora estaba perdida, vaya solución para querer alejarse del chico.

Quiso sacar su teléfono, pero la chica lo había olvidado en casa, esto hizo que se quejara y terminara sentada en el suelo.

Apenas pudiendo ver el lugar, pensaba en una solución para llegar a casa antes de que su hermano o sus padres llegaran a casa, si notaban que la chica no estaba ahí, recibiría un buen regaño, más de su madre, a decir verdad.

—Sabía que no era bueno correr, ahora que hago. — La chica se dejó caer por completo en el suelo solo viendo las estrellas.

Su estómago empezó a rugir, así que saco lo único que tenia de comida, su natilla. La abrió delicadamente y se reincorporo una vez más en el suelo, empezó a comer de esta, se olvidó por un momento que estaba perdida, y cuando vio a una persona a lo lejos, dejo su natilla ahí y lo único que se llevo fue la bolsa.

Corrió desesperadamente por llegar a esa persona, y una vez estando con ella, toco su brazo con ambas manos, pidiendo ayuda dándole la dirección de su casa.

—Creí que podías hacer las cosas por ti misma, ahora puedo molestarte más. — Dijo un RenJun sin dejar de ver a la chica con una gran sonrisa en el rostro.

—¡¿Me dejaste todo este tiempo sentada así porque sí?! Ash, en verdad eres un...un...

—¿Un qué? ¿Un lindo chico? — Sonrió entre dientes.

—Solo acompáñame a mi casa, es lo único que quiero, y en el camino, solo no hables. — Dijo desesperadamente la chica.

—Claro. — Dijo la voz tranquila del chico.

Una vez más RenJun sonrió y empezó a caminar al lado de la chica con tranquilidad, estar con el iba a ser un completo caso...

-balsamicmoon

My Favorite Paint | RenJun 仁俊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora