La cama de Joel tembló fuertemente, haciendo que este se despierte sobresaltado cayendo al suelo. Sintió como todos sus huesos vibraron y el dolor se extendió por todo su cuerpo pero todo acabó cuando se encontró con unos ojos verdes viendolo desde arriba y una sonrisa que aguantaba una carcajada.
Ambos comenzaron a reír por la caída de Joel.
-No vuelvas a saltar de tu cama por favor- dijo Joel cuando por fin pudo detener su risa.
-¿te asustaste hermanito?
-¿disculpa? el hermanito aquí eres tu. Y no, no me asuste, solo que no es muy agradable despertar con un estruendo, idiota- dijo fingiendo estar indignado.
-¿disculpa? el idiota aquí eres tu -dijo imitando el tono que utilizó su hermano y ambos volvieron a reír a carcajadas mientras salían de la habitación.
Una vez que ambos desayunaron y estaban listos salieron de casa y se dispusieron a caminar hacia el instituto.
Cada paso que daban ponía más nervioso a Joel y repasaba mentalmente una y otra vez lo que le diría a su hermano.
-¿que te pasa?- interrumpió sus pensamientos el menor.
-nada... solo que... debo decirte algo-respondió nervioso el rizado.
-Bueno... dime, no me pongas nervioso- dijo tratando de detener los nervios de su hermano.
-Bueno...- hizo una pausa- ay por donde empiezo- dijo más para si mismo que para su hermano y suspiró con pesadez- Erick yo... bueno, tu sabes que yo tuve una novia hace un tiempo atrás.
-¿la que mordía su cabello cuando se ponía nerviosa? no me digas que volviste con ella por favor.
-La misma- rió desganado- y no, no volví con ella- hizo una pausa y respiró profundamente para soltar todo -Cuando estuve con ella yo... no la amaba, ni siquiera me gustaba, jamas nos dimos un beso. Yo solo quería saber algo... quería saber si me gustan las chicas y ahora por fin entiendo que no, no me gustan las chicas, ni siquiera un poco, y créeme que he intentado que me gusten pero simplemente no me gustan. Y no quiero que tu te alejes de mi por eso, Erick tu no eres mi "hermanastro" -dijo haciendo comillas con sus dedos- te volviste mi hermano y te amo, eres en quien más confío y no quiero que pienses que porque me gusten los chicos yo voy a ser otra persona, yo soy yo, Joel. Y no quiero perderte, por favor- dijo casi en modo de suplica.
Erick abrió mucho los ojos ante la sorpresa de la noticia, pero luego su rostro cambió a una radiante sonrisa.
No tuvieron que decir nada, bastó con el abrazo que le dio al mayor como repuesta.
Erick le transmitió todo su amor y comprensión en ese abrazo. A pesar de tener 13 años, era maduro en ese aspecto, comprendía que cuando alguien ama no importaba nada, amor era amor.
A Erick no le gustaba ver a la gente sufrir, él sufrió mucho con la perdida de su madre. Y consideraba estúpido hacer sentir mal a la gente, maltratarlas y hacerlas sufrir por su forma de vestir, por sus gustos, por su raza o por quien se enamoraban.
Estuvieron así un largo tiempo hasta que poco a poco comenzaron a separarse, Joel tenía sus ojos con un par de lagrimas por el cambio de emociones tan repentinas. Pasó de estar realmente preocupado y con miedo de perder a su hermano, a estar completamente feliz.
Siguieron su camino y nadie hablo el resto del trayecto. No era un silencio incomodo, era un silencio lleno de emociones donde se transmitía la paz.
En el instituto se separaron despidiéndose con un abrazo y una mirada cómplice.
Joel iba a hablar con su mejor amigo, Chritopher, también quería contarle y saber si tenía su apoyo o no.
-¡Bieeeeeeeen campeón! más nenas para mí -dijo Chris levantando la cejas de modo coqueto- y dime ¿quien es el afortunado?
-Ten por seguro que tu no, idiota. -dijo actuando de forma indignada- yo contándote algo importante y tu diciendo que tendrás a más tipas disponibles- giró los ojos haciendo que Chris se ria y este se le contagie la risa.
-Pero ya hablando en serio, me alegra tener tu apoyo.
-SIEMPRE tendrás mi apoyo hermano ¿para que están los amigos?
Joel estaba felíz, tenía el apoyo de dos de las personas más importantes en su vida. No lo juzgaron, estaba contento, se sentía libre, a pesar de solo contarle a dos personas de su vida se había librado de un gran peso de encima.
Ahora tenía que continuar con su "salida del closet"
El siguiente paso serían sus padres.Debía confesar, que tenía algo de miedo a su reacción, pero creía fielmente que si sus padres lo amaban, como Chris y Erick, no les importaría que él fuera homosexual, confiaba en que sus padres tendrían su amor por él delante de lo que dice la sociedad.
La madre de Joel siempre lo a amado como hijo único, pero de igual manera ha aprendido a amar a Erick y quererlo como un hijo.
Joel fue el regalón de su padre hasta los 8 años, tenía todo lo que quería, su padre compartía con él todo el tiempo que podía, lo consentía, lo mimaba y lo defendía de cualquier moustro bajo la cama que quisiera atarcalo en la noches.
Todo acabó cuando llegó Erick, ahora su padre debía defender a Erick en las constantes pesadillas con recuerdos de su madre.
Joel quedó de lado. Odiaba a Erick por robarle a su héroe y en vez de culpar a su padre por engañar a su madre, culpaba a Erick por existir.
A medida que fue creciendo se dio cuenta de que su papá fue infiel a su madre y tuvo que hacerse responsable de sus actos.
Se distanció bastante de él pero a medida que pasaban los años su corazón comenzó a perdonar a aquél hombre que en algún momento fue su héroe.
En este momento, su relación con sus padres era buena pero ¿tenía miedo? Por supuesto que lo tenía.