Hermanastros [JOERICK]

3

*un año después*

Joel opina que Erick anda más repugnante que nunca. Pelea con su madre todo el tiempo y no entiende como Patricia lo aguanta, teniendo en cuenta de que no es su hijo biológico. Siempre llega enojado del colegio, se queja de todo y Joel esta harto de la situación.

Sabe que entró en la adolescencia y que debe "entenderlo" que esta en su etapa de "rebeldía" pero resulta que él nunca tuvo que pasar por algo así...

Aún así, Joel lo mima y lo consiente. Sabe que Erick esta en un mal estado emocional, esta formando quien va a ser él en un futuro, su personalidad y sus amistades. Y que esta en una etapa de desarrollo físico y mental.

De vez en cuando Erick seguía siendo el mismo, aún tenían esos días en los que se quedaban jugando hasta tarde y se divertían.

Erick siempre a respetado a Joel, a pesar de llegar de mal humor nunca a peleado con él. Sabe que es su hermano mayor y escucha todos sus consejos.

Ambos sabían sobre su respeto mutuo.

Esa tarde sería el siguiente paso de rebeldía.

Joel llegó antes a casa, salía una hora antes que Erick los días jueves. Como sabía que probablemente su hermanito llegaría de mal humor, y además quería pasar una buena tarde con él, decidió prepararle algo que le gustase al ojiverde para cenar.

El rizado se dispuso a preparar un pie de limón, era el favorito Erick.

Pasaron las horas y el ojiverde no llegaba. Preocupado Joel lo llamó pero este no contestó ninguna de sus llamadas...

*****
Ya casi iba a llegar su madre del trabajo y Erick aún no llegaba... Por un lado estaba preocupado y por otro muy enojado porque Erick no contestaba el celular y tal vez dónde estaba...

Joel escuchó como se abría la puerta y bajo las escaleras corriendo. Ahí estaba Erick, de pie en la entrada de la puerta con una gran sonrisa que a su vez dejaba ver algo de nerviosismo.

-¿Dónde estabas?- imploró Joel

-Hola, hermano, yo también me alegro de verte- dijo sarcástico.

-¿Dónde estabas? ¿Por qué no contestabas mis llamadas?

-Heeey! Relájate, estoy bien.

-¿Que me relaje? Erick te he llamado por horas, me tenías preocupado.

-Lo siento, sí? Estaba ocupado y mi celular estaba en silencio. Solo... No le digas a mamá, sí?

-Ay dios, Erick me tenías preocupado- Joel pasa sus manos en su rostro en un gesto de frustración- No lo vuelvas a hacer, okey? Me diste un susto...

-No volverá a pasar, de verdad. Pero no le digas a mamá- dijo en tono de suplica.

-Esta bien- soltó un fuere suspiro -pero que no vuelva a pasar- amenazo con el dedo indice.

-Gracias- soltó un suspiro y su gesto de preocupación cambió por una gran sonrisa -eres el mejor- lo abrazó y le dio un beso en la mejilla.

-Lo sé- ambos se regalaron una sonrisa -Vamos a la cocina- lo sostuvo por los hombros y lo llevó dentro.

Erick se sentó en la barra mientras Joel buscaba el pie de limón.

-¡ohhh! Que ricoooo, gracias Joey.

La cara de Ercik era tan feliz que Joel se alegró por dentro, su esfuerzo tenía la mejor recompensa, una radiante sonrisa de Erick.

-Pero, antes de comer, no creas que te salvas jovencito... ¿dónde estabas?

Erick hizo un puchero, tenía muchas ganas de comer su pie.

-oh no, eso ya no funciona conmigo bebé, tu cara de cachorrito ya no me afecta- Dijo Joel y le sacó la lengua.

Erick frunció más su puchero y luego suspiró.

-No es que no confíe en ti solo que... Prefiero no decirte... Por ahora

-Ok. Ahí esta tu pie, adiós.

Iba a salir de la cocina pero las manos de Erick lo detuvieron.

-Si te diré, pero... Cuando este listo, sí? Prometo que te lo diré pero no te enojes conmigo por favor.

-Esta bien bonito- ambos se regalaron una sonrisa y comieron juntos hablando sobre el nuevo juego que salía para el play 4 la próxima semana.