Hiraheishi Wa Kako Wo Yumemiru (volumen 2)

Cap 4 - Alucinaciones Auditivas

No es necesario hacer nada, incluso si le llegas a dar oportunidad no pasará nada. Llegará el día donde tendré que pedir prestado ese poder, pero me gustaría que ese día suceda lo más tarde posible. Aunque aquello nunca sucedió, ese pensamiento lograba tranquilizarme.

Pensaba que en mi corazón ya no existía esa oscuridad, pero estaba equivocado. Mi corazón nunca cambio, seguía siendo el mismo, dentro de mí, enterrado en lo más profundo ahí estaba, esa oscuridad. Una vez más sentí que me miraba, sabía que lo hacía. A pesar de que no quería.

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Naklur resultó que si estaba en un viaje de negocios, del cual regresó después de que todos estos problemas ocurrieran. Viendo como me encontraba ella abrió los ojos y me examinó con cuidado, casi al instante ella exclamó:

– John… ¿Qué pasó? ¿Quién podría…?

No tenía intención de ocultar lo que había ocurrido pero para mí todo eso era un asunto del pasado, en este momento hay algo que me preocupa más que cualquier cosa. La conversación que tendré con Naklur es una muy importante.

– Yo no vine con la intención de hablar de esto, vine porque necesito solicitarte algo.

– ¿Qué es lo que deseas de mí?

– Necesito que llames al investigador Brabahu de Sostene.

Al oír esto, Naklur gritó:

– ¿Me estas pidiendo que llame a alguien de Sostene? Me pides que llame a esa persona, el no vendrá, él no se moverá de su lugar si es que no tiene nada que ver con su investigación, es imposi…

– No, él vendrá, trae una carta y escribe lo siguiente: “Hay una persona que ha logrado hacer un contrato con el objetivo de tu investigación”.

– Tonterías… Su investigación está lo bastante cerca para ser considerado una locura, así que…

– Tampoco me gusta lo que estoy haciendo pero no tenemos otra opción, tienes que llamarlo, de lo contrario…

Mientras decía aquello pensaba en esos tres muchachos que han perdido el conocimiento, este desarrollo de eventos era el peor posible. Uno de ellos era aquel aristócrata que ataco a Norm, Bernard, las otras personas, simplemente no los conocía, pero si prestaba atención a su ropa y a su forma de actuar intuía que también era aristócratas.

Las tres personas que hasta hace un momento me miraban con arrogancia, estaban tumbados sin poder recuperar el conocimiento. Sus rostros no mostraban ninguna expresión, sus ojos se encontraban totalmente abiertos, como si miraran a lo lejos, convulsionaban ligeramente. Varios magos aplicaban magia curativa en ellos pero ninguno lograba cambiar ese estado anormal.

Ellos no habían muerto pero sus almas ya estaban rotas, esa es mi única conclusión. Al verlos Naklur frunció el ceño y suspiró:

– Pase lo que pase, ninguna persona en este momento podrá hacer algo, pero…

– Sí, solo podrá hacerlo Brubahu, llámalo tan pronto como sea posible.

– Así será… Dado que estoy a cargo tengo el poder para hacerlo, me pondré en contacto con la gente de Sostene… Pero antes, estás en mi oficina podrías empezar a explicar como es que llego a pasar todo esto, estoy contando de que no me mentiras, John, espera un momento.

Naklur fue a intercambiar algunas palabras con los magos y curanderos que se encontraban cerca, pronto empezaron a alejarse de nuestra ubicación.

– Fueron llevados al hospital… ¿Acaso eso no es suficiente?