Fairy tail - CACHÉ

||PRÓLOGO||

Para dar comienzo a esta historia primero debemos situarnos miles de años atrás en el segundo plantea más cercano al sol, Venus. Un lugar donde la población femenina alcanzaba el 100% y la única forma de concepción  se daba en relaciones de mujeres con mujeres, los hombres no tenían lugar en ese espacio.

Se creía que antiguamente en aquel lugar habitaban  unas criaturas mágicas con cualidades especiales, para ser mas exactos, hadas, pero ¿Por qué eran tan especiales? Fácil... tenían poderes.

Estos poderes eran específicamente 5: agua, fuego, tierra, aire y el más importante, magia. Cada hada nacía con la predisposición de alguno de estos, por ende también un oficio al cual dedicarse por el resto de su vida, pero lo más complejo era desarrollarlo y alcanzar el punto máximo que un hada pueda llegar a conseguir, Guardiana, donde al momento de la transformación adquirías nuevas habilidades pero también nuevas responsabilidades, como el deber de cuidar una de las 5 gemas mágicas que existían por todo el planeta, lamentablemente eso ocurre cada 100 años y solo 5 personas son las afortunadas.

Pero cuenta la leyenda que nacerían 2 hadas, el mismo día a la misma hora, con el destino de ser guardianas pero estas eran mas especiales que las demás, pues tenían la habilidad de controlar los 5 elementos sin ningún problema y lo más importante, estaban unidas por un lazo que les mantendría unidas por siempre, el cual fue formado incluso antes de ser concebidas.

Cuando se creía que el nacimiento de aquellas hadas había sucedido hubo festejos y celebraciones de todo tipo a lo largo de las azuladas tierras de Venus... Luego todo cambió... Aquel día, horas después del nacimiento de esos pequeños seres, el planeta sufrió un ataque por parte de extraños invasores que solo buscaban destrucción. En forma de salvación para la raza, ambas hadas fueron enviadas en pequeñas cápsulas con dirección a la tierra logrando escapar del tormento. Según la profecía a los 16 años ambas hadas se reencontrarían y lograrían acabar con cualquier mal que atormentaba a sus raíces. Sin más ese 26 de abril ambas madres en modo de desespero se despidieron de sus hijas, colocándoles unos collares que les darían una señal en el momento indicado, con la esperanza de que un día las volverían a encontrar.

- Adiós, María José.

- Adiós, Daniela.

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Bueno, eh vuelto bebes, y eh vuelto con toda.

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Eso los amo.

-Kate.