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Es que no lo extrañas a él, te extrañas a ti.

Mi terapeuta me repitió esta frase mil veces y para mí nunca fue cierta, hasta que un día revise nuestras fotografías viejas y lo vi, note en mis ojos un brillo que actualmente ya no existe, note en mi sonrisa una fantasía de vida a tu lado, cosa que ya no será posible, estaba ahí, felicidad le llaman, estaba ahí, ahora me toca encontrarla de nuevo, pero sin ti. 

Perdimos, ganamos y amamos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora