CAPÍTULO III: Infern

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Gritos horrorizados eran los que se adueñaban de aquella madrugada en la Montaña Kukuroo. Sin embargo, tanto los Zoldycks como los mayordomos de los mismos, ya eran poseedores de unos pequelos tapones de oídos para apaciguar aquellos estruendosos gritos.

Algunos apenas tocaban la cama caían en un sueño profundo, otros... simplemente eran unos búhos. Y un claro ejemplo es el anterior patriarca de la Familia Zoldyck, Zeno, quién no podía leer tranquilo gracias a su primer nieto.

Esto era como un ciclo. Illumi gritaba debido a las constantes pesadillas y al paso de minutos se tranquilizaba para luego volver con el irritante ciclo.

Esperó pacientemente pero estos no tenían la intención de callarse. Visiblemente hartado, Zeno salió de su habitación con la intención de dejarlo inconsciente y así conseguir la paz tanto para él como para Illumi. Y al parecer su hijo tuvo su mismo pensamiento.

—Luego de esto hay que hacer algo con él, Silva. No puede seguir así —acotó el mayor por encima del bullicio del azabache.

—Lo sé —fue lo único que contestó para liderar el camino hacia la habitación de su hijo.

Los gritos se intensificaban en cada paso que daban por aquel pasillo oscuro donde algunos rayos de la luna se colaban por tantas ventanas.
Una vez llegaron a su destino, Silva sólo fue capaz de tocar la manecilla de la puerta cuando toda bulla se desvaneció.

Ambos suspiraron al ver que su ida hasta allá había sido en vano, pues por fin se había calmado.

—Bueno, ya que estamos aquí, busquemos una solución ahora —Silva asintió y terminó de abrir la puerta.

La puerta se abrió dejando ver la silueta de una persona, esta tenía sus dedos posados delicadamente sobre la frente sudorosa del azabache haciendo que la expresión de horror en su rostro poco a poco se fuera relajando.

De inmediato ambos actibaron Gyo y pudieron observar como de los dedos de la peli miel salía una corriente de nen que rodeaba la cabeza de Illumi.

Ella abría lentamente sus ojos al igual que bajaba su mano, los observó. Rodó sus ojos al ver sus rostros desconcertados y al instante volvió a subir su mano apuntando con el dedo indíce a las letras que aparecieron frente a ella.

   « No me dejaba dormir »  Formaba con nen letras con un aspecto eléctrico y tembloroso.

—¿Por qué no lo hiciste desde el principio, Shao? —reprendió Zeno.

Shao se encogió de hombros para volver a subir su mano a la altura de su pecho.

   « Nunca me lo pidieron. » 

Silva carraspeó—. Si hubiera sabido no dudes que te lo hubiera ordenado —respondió—. Tú más que nadie sabe cuán rápido evoluciona tu nen, ahora mismo podrías tener otro poder que aportar ¿o me equivoco?

La peli miel apretó su mandíbula, apenas y haciendo rechinar sus dientes. No le gustaba para nada el camino por el que iba la conversación.

Silva volvió la vista a su hijo, pensativo—. Creo saber cuál será tu siguiente misión.

Sus uñas se cirnieron en sus palmas al cerrarlas en puños, sintiendo la sangre arder con sólo la idea de tratarse del azabache.

   « Sí, Silva-sama » 

...

Sus ojos se abrieron lentamente tratando de acostumbrarse a la luz que se asomaba por la ventana. Parpadeó un buen rato con la finalidad de aliviar el ardor en sus ojos, tal vez por llorar tanto.

Feelings [Illumi Zoldyck x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora