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Era una cálida noche para los Hayashi. Ambos adultos disfrutando de una comedia típica de la época, como cada noche, mientras que la más joven yacía dormida en su recámara.
Sus vidas eran maravillosas, tenían todo lo que habían soñado. Un hogar al cual llegar, una familia a la cual amar y lo que más habían anhelado, paz.
Pues ambos siempre habían vivido con cadenas atadas en sus manos.
El señor Hayashi, al ser uno de los pocos exorcistas que existían alrededor del mundo, todos querían todo de él. Le generaba dinero a montones, sí, pero el cargar con tantas maldiciones no era nada fácil, aún más cuando eso mismo consumía tu energía vital... pero también la de sus futuros descendientes.
Y cuando se enteraron que la pequeña Hayashi iba a nacer, él dejó su vida como exorcista. Desapareció del mapa para jamás poder ser encontrado, les hizo hacer creer a todos que por fin había muerto y se construyó una nueva identidad junto con su esposa.
Ella era una especialista, que debido a su poder para adivinar fortunas era usada por sus padres para conseguir montañas de dinero. Aún siendo prisionera de su propia famila, se enamoró y conoció el sabor de la libertad y una vez hubo probado quiso tener más y más hasta que por fin se rebeló.
Aquello no le agradó para nada a sus padres, sin embargo, antes de que quisieran hacer algo, ella ya había escapado.
La venganza y la ruina fue lo único que acompañó a sus padres por mucho tiempo, sin embargo, supieron pronto, por parte de su hija misma, sobre la criatura que había engendrado con amor. Ella, pensando que quizás sus padres habían cambiado, les dio otra oportunidad y los invitó para que su querida hija, Shao, conociera a sus abuelos.
Sabían que su hija era un caso perdido, pero quizás su nieta no. Así que apostaron lo último de dinero (y su suerte) que les quedaba para contratar al mejor asesino y así matarlos y conseguir a la niña. Su nueva cumbre de dinero.
Así que aquella pacífica noche, se convirtió en la última para aquella desafortunada pareja.
...
El estruendoso sonido de algo rompiéndose contra el suelo fue lo que despertó a la pequeña Shao, quien al interrumpir su sueño comenzó a llorar mientras se paraba en la cuna.
Pasaron unos segundos hasta que vio la luz del pasillo encenderse por la puerta semi-abierta, su llanto calmó pensando que su madre pasaría pronto por aauella puerta y la arrullaría entre sus brazos. Cada vez su sombra se acercaba más y más.
La puerta se abrió provocando un leve chillido, dejando ver la silueta de una persona.
―Mami ―llamó restregándose los ojos. Mientras oía pasos acercándose hacia ella.
La pequeña Shao estiró sus brazos esperando que la cargara y así lo hizo. Sin embargo, una vez estuvo entre aquellos brazos, Shao se dio cuenta de algo.
―Tú no eres mami ―afirmó tomando los largos cabellos rubios de aquella persona tan desconocida para ella―. Estás sucia ―dijo al sentir algo líquido cuando estaba tocando su rostro―. Mami se enojará ―continuó, aún con su no tan perfecta pronunciación, al ver más de ese líquido en sus ropas.
―Ya es hora de irnos ―informó el rubio al ver como aquella niña que sostenía en brazos no dejaba de hablar. Y sin más, salió de la habitación encaminándose a la salida de la casa pues su trabajo estaba casi completo.
―Pero, ¿mami y papi?
―Nos están esperando al lugar donde iremos. Eres una buena niña, ¿verdad? ―dijo, sin atisbo de algún sentimiento que no fuera indiferencia. Ella asintió la cabeza enérgicamente―. Entonces harás silencio hasta llegar.
Y durante todo el trayecto hacia aquel lugar, ella no habló y Silva Zoldyck tampoco.
...
―¿Ya nos depositaron? ―inquirió a la otra persona detrás del teléfono. Shao no entendió aquella última palabra y en silencio trató de repetirla, sin tener éxito obviamente.
En esos momentos, ambos se encontraban a metros de una casa en medio del bosque. La peli miel estaba sentada en el césped mientras que a su lado estaba Silva hablando por teléfono.
―Así que nos engañaron, eh... ―musitó luego de unos segundos. La peli miel notó la mirada del rubio en ella y le dio una pequeña sonrisa un tanto incómoda―. Entonces supongo que los tendré que matar ―Shao tampoco entendió esa última―, a todos ―dijo aún sin quitarle la mirada de encima.
Silva estuvo a punto de cortar la llamada pero la persona tras la línea lo detuvo.
El sonido de los insectos fue lo único que de escuchó durante aquellos minutos.
Silva tomó con fuerza el celular contra su oreja mientras escrutaba con la mirada a la peli miel quien se encontraba tratando de repetir aquella palabra que había dicho el rubio anteriormente, sin embargo, esta vez sí logró pronunciarla, quizás no perfectamente pero para ella era suficiente.
―¿Estás seguro que eso es cierto? ―contestó, luego un largo silencio.
―¡Matar! ―exclamó la peli miel sonriendo ante su éxito y llamando aún más la atención del rubio. Este bufó sarcástico mientras que con su mano libre se aprieta el puente de la nariz .
―Entonces supongo que nos puede servir.
Y luego cortó la llamada.
...
Ya habían pasado varios minutos desde que el rubio había entrado a aquella casa, y habían pasado unos pocos desde que Shao había escuchado gritos desgarradores provenir de la misma, pero ella no entendía qué fue lo pasó.
De pronto Silva salió de la casa, esta vez con más manchas de ese líquido rojo.
―Estás sucia ―volvió a comentar aún pensando que el rubio era una mujer.
―Es hora de irnos.
―¿Y mami y papi? ―insistió esta vez con angustia al ver que aún no estaban sus padres con ella y ellos siempre estaban a su lado.
El rubio no contestó y sólo la tomó en brazos y emprendió el viaje a lo que sería su nuevo "hogar".
Desde ahí, Shao supo que tendría que acostumbrarse a estar separada de sus padres, pues ya nunca los volvería a ver.
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.Mucho bla bla but bue.
¿Se dieron cuenta que me basé en Neon Nostrade para hacer a la mamá de Shao? :0
Pd: Shao de grande en multimedia.
Síguele nomás que sí hay cap.
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Feelings [Illumi Zoldyck x Oc]
Hayran KurguDonde un exorcista lo maldice trayendo de vuelta sus sentimientos que todos creíamos enterrados a seis pies bajo el suelo. Y ahora, deberá lidiar con ellos. . . . . . . Disclaimer: Los personajes le pertenecen a Yoshihiro Togashi, creador del anim...