U n o

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Llegué de nuevo a mi habitación, no quería tomar clases después de toda la información que traía dando vueltas en mi cabeza.
Saqué mi celular del bolsillo y le mandé un mensaje directo a Jin.

—Hey tontito, necesito verte, código 12, te veo en la cafetería en diez. —Tomé un poco de plata de mi monedero, me puse una chaqueta y salí allá.

Jin y yo tenemos esto de los "códigos" en protesta de amistad, este, el número 12 significa "Necesito ayuda urgente" sé que puede ser algo añoñado para nuestra edad pero vale, nunca es tarde para algo infantil.

Llegué a la cafetería, Jin ya estaba con dos vasos blancos humeando en la mesa que siempre ocupamos, esa justo frente a los árboles en la terraza.

—Antes que nada, quiero decirte que ya deberías cambiar de bebida —Viró los ojos —¿Té Chai? Mei, es una porquería.

Ambos reímos y nos sentamos a platicar.

—Necesito que no me juzgues y me apoyes en esto ¿vale?

—Cuando empiezas así es porque se trata de algo serio, escúpelo.

—Hoseok esta metido en problemas, bueno, no problemas como tal pero sé que lo estará muy pronto. —Sorbí de la bebida y moví la pierna de nervios.

—Vamos, deja de darme angustias y dime en qué esta metido ese idiota.

—Peleas clandestinas, no quiero entrar en detalles pero en dos días tú asistirás a una conmigo. —Lo señalé con el dedo índice y el posó sus manos en el pecho dramatizando la situación como si le hubiera dicho el peor insulto del mundo.

—¿Pe-peleas? Oh no, Mei, apenas comienzo en la facultad de medicina y no pienso que sea buena idea, seguro que nos meten a la cárcel. —Mordió el interior de su mejilla.

—Por favor, Jinieee... —Hice un puchero y puse ojos suplicantes.

—Odio que hagas eso, pareces perrito. —Me miró mal —¿A qué hora debemos estar ahí?

—En realidad, iremos con mi hermano.

—¿¡Qué!? Oh no, tu hermano maneja como un maldito loco, no pienso subirme a ese auto del demonio. —Alzó ambas manos en son de paz.

—Se supone que debemos parecer rebeldes en esas cosas, no podemos llegar en taxi o en subterráneo. —Giré la cabeza en desaprobación y riendo por lo bajo.

El resto del día nos la pasamos platicando y por mi parte, soportando los malos chistes de Jin porque si un defecto tenía este carita bonita era que contaba unos chistes de papá terribles.
Cuando volví a la habitación, solo pensaba en cómo sería ese día y contaba las horas y los minutos para que estos dos malditos días pasaran rápido.

—Bien, solo le echaré un vistazo a la página. —Me dije a mí misma echándome boca abajo en la cama abriendo el computador.

Busqué la página de las peleas, me puse a ver el catálogo de los peleadores y ahí estaba de nuevo Jungkook, le di click a su perfil:

Jeon Jungkook
20 años
Busan
Artes marciales
Especialidad: llaves con brazos
y piernas.

Seguí bajando hasta ver sus fotos y vaya, el tipo era bien parecido, ver esa cara me hacía pensar que no debía ser tan malo como lo describió mi hermano pero algo más me decía que era mejor mantenerse alejado de el.
Luego miré más perfiles, todos eran demasiado fuertes, grandes, incluso mirar una sola foto de esos peleadores me aterraba.

Fight for your loveWhere stories live. Discover now