Izuku a cada novi@ que tiene su hermano menor, Katsuki, le ahuyenta a su pareja.
Todoroki, quién es ahora la nueva pareja de Izuku; ignora por completo al rubio restándole importancia a cada uno de sus comentarios. Puesto que el amor que le tiene a...
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"Es duro decir esto... Pero en verdad no te puedosacar de mi mente, eres alguien en quien confió y creo que desde aquel incidente yo te..."
Volvió a borrar eso, quería confesarse pero no tenía el valor; él era su mejor amigo y desde aquel fatídico día se dispuso a hacerlo sentir mejor y salía mas seguido con él y se dio cuenta que con todo lo que habían pasado juntos se había enamorado de Izuku Bakugō.
Cuando Katsuki lo supo, él apenas tenía unos doce años mas o menos; se burló mucho de él cuando Izuku salía con la Gordaraka (así le apodaba Katsuki) y no dejó de burlarse hasta qué él mismo hizo que esa chica esférica se separará de Izuku. Y ahí es como comenzó su aventura de cómplices.
Muchos decían que por ser así de apegados parecían una pareja, pues él siempre hallaba la manera de calmar o hacer reír a Katsuki... Y mas cuándo sucedió lo de Monoma.
-No Kirishima, se un hombre y dicelo de frente... Un mensaje no es nada varonil- se levantó de su cama y fue a observarse al espejo- ¿como es que Todoroki es su novio?- comenzó a buscar su gel para el cabello; pues había quedado de ir a dejar Katsuki a la escuela por ordenes de Izuku-
Extrañamente no le había dicho el porque de esto, pero no le negaría nada a la familia Bakugō; al desesperarse buscando gel mejor se fue a vestir, pero algo no le cuadraba. Fue de nueva cuenta a ver su cajón para ver si el gel aparecía... Pero no había nada, buscó en los demás cajones y tampoco había.
Se tomó de su cabello que yacía caído y se puso sus zapatos rápido, y como si el mismo satán lo persiguiese, bajó las escaleras tropezando en el penúltimo escalón de estas llamando la atención de su madre. La mujer de cabellos negros fue a ver si su hijo no había roto el barandal de madera de la escalera; y para suerte de su dinero el barandal estaba bien.
-Suspiró mirando a su hijo con sus manos en sus caderas- ¡Para tu suerte el barandal está bien!- le dio un zape a su hijo que lo dejó más adolorido que por la caída-
-¡Ma se me acabó el gel!- chilló como una chica lo hubiera hecho por su maquillaje- ¡comprame más!- abrazó a su mamá por las piernas-
La señora bufó y se fue a la cocina llevando a rastras a su hijo. Le comenzaba a pesar, miró la hora y le dio una rápida patada a Eijirō en la cara.
Eijirō adolorido se levantó sobando su cara y soltando unas cuantas lágrimas por el dolor; miró a su madre y ella solo aguantaba la risa de ver la cara roja de su hijo por el golpe.
