Sara me recibió ojiplática mientras Aarón fue a pagar las consumiciones y la clase.
- ¿Se puede saber qué ha pasado? - me agarró de las manos y añadió - vamos fuera que necesito fumar y me cuentas. Porque en un abrir y cerrar de ojos has pasado de estar sentada junto a la barra desanimada, a estar bailando muy eróticamente con los dos dueños del local. Y sabes, una tiene ojos, y siempre he notado lo buenorros que están.
Sara se encendió el cigarro y le empecé a contar cómo se habían desarrollado los acontecimientos. Ella no paraba de gesticular asombrada. No me creía capaz de lo que acababa de hacer, porque realmente yo nunca había actuado así, pero sus ojos brillaban diciéndome que se alegraba, que estaba orgullosa de mi.
- Sé que es una locura, pero quiero hacerlo - miré al suelo como una niña que pide permiso o perdón - nunca antes había estado tan viva ni tan segura de nada.
- Alicia, ¿qué estás diciendo? - levantó mi cara presionándome el mentón - para una locura que te atreves a hacer, no lo dudes, ve y mañana, sin falta, me cuentas.
Aunque yo ya estaba segura de lo que quería hacer sus palabras me reconfortaron, así que sonreí.
Justo entonces se acercó Aarón y Sara le tomó de la mano.
- Alicia se queda por aquí - le miró e hizo un gesto con la cabeza hacia la puerta del bar para que él lo entendiera y nadie más de los que estaban alrededor lo hiciera - vámonos tú y yo a casa.
Me lanzó un beso con la mano, me dijo que tuviera cuidado e hizo un gesto como de llamada de móvil. Yo asentí, la había entendido perfectamente.
Esperé aproximadamente cinco minutos en la salida, cuando de repente la puerta se abrió. Una cabeza apareció por un lado de manera bastante cómica y no pude evitar soltar una carcajada. Era Jungkook.
- Vamos señorita , para adentro - me hizo un gesto con la mano y cuando pasé por delante de él, me pellizcó de manera juguetona en el culo.
Al entrar vi que Jimin estaba haciendo cuentas en la caja mientras se despeinaba el pelo. le quedaba terriblemente sexy. Y entonces se percató de que estaba allí.
- Enseguida nos vamos - señaló. Cambió la mirada y le dijo a Jungkook - Pon una ronda. Para cuatro. Ella bebe brugal con zero.
- Por favor, siéntate - me pidió Jungkook.
Me volví a sentar, como al principio de la noche, en una de las banquetas de al lado de la barra, pero esta vez cerca de la caja, porque Jimin estaba ahí. No me percaté hasta poco después de que había pedido copas para cuatro.
Jungkook hizo lo que se le pidió, dejó una copa a su compañero, otra a mitad de la barra, y poco después le sentí detrás de mi. Me entregó la bebida desde atrás y se quedó pegado a mi espalda. Sentía su respiración de tal forma que me vi obligada, sin querer, a sincronizar mi respiración con la suya.
Entonces, apoyó su copa sobre la barra con su mano izquierda y puso la otra sobre mi cintura. Inclinó la cabeza hasta mi cuello y me propinó un intenso mordisco seguido de un montón de besos. Yo ladeé la cabeza retorciéndome de placer e intenté mirarle. Cogió mi cara con firmeza e hizo que le mirara. Se mordió el labio y, de repente, me besó.
Sentí como sus labios se abrían suavemente y cómo los míos seguían su paso. Noté como su lengua me acariciaba, primero suave ,y poco a poco, mas y mas fuerte al juntarse con la mía.
Mientras nos besábamos, escuché cómo se abría una puerta y que alguien se acercaba, pero no le di demasiada importancia. Oí que levantaba la copa, que hasta ahora no tenía dueño, y le pegaba un buen trago.
- Bueno, creo que estoy fuera del plan - dijo una voz masculina con un timbre de voz grave muy sexy.
No pude remediar parar de besar a Jungkook para ver el rostro de aquella maravillosa voz. Lo que me encontré al abrir los ojos fue otra obra de arte. Se parecía algo a los otros dos chicos, pero este era rubio y no llevaba el uniforme de trabajo. Vestía una camiseta larga negra y unos vaqueros de pitillo ajustados que marcaban claramente sus atributos.
Y su cara angelical de repente se volvió burlona. Sacó su lengua y se tiró un rato jugando con ella. Yo no podía parar de seguir sus movimientos con la mirada.
- Quédate - alcancé a decir, y rápidamente me tapé la boca como si hubiera dicho algo inapropiado. Creo que en ese momento no lo pensé demasiado, pero en el fondo sabía que jamás me arrepentiría de mis palabras.
- Si insistes, será un placer - se acercó a mi, me agarró la mano y la besó- soy Taehyung, pero puedes llamarme Tae. Y antes de que digas nada más quiero que sepas que estos dos son demasiado veloces y que yo prefiero saber qué secretos escondes, aunque entiendo que quieran comerte entera, porque eres preciosa.
- Si que lo es - dijeron Jimin y Jungkook al unísono.
- Y si nos dejas - añadió Jimin - vamos a regalarte la luna.
Se me paralizó la respiración y el latido de mi corazón se volvió más intenso. No quería pararme a dar vueltas al significado de sus palabras ni quería prejuzgar, quería dejarme llevar, igual que bailando, pero en mi vida, en ese preciso instante. Quería ver qué podía pasar con estos tres chicos sin importarme si duraba un instante o una eternidad, aunque en el fondo estaba muerta de miedo.
- ¿Has terminado ya? - preguntó Tae a Jimin.
- En este preciso instante - cerró el cajón con llave y se unió a nosotros tres.
- Pues vámonos - añadió Jungkook sacando las llaves del coche - y tu te sientas a mi lado- dijo mirándome - Hay que ser cortes y quiero tenerte bien cerca.
Salimos a la calle y fuimos en busca de su coche. Tae se paró en la puerta de un despampanante Mustang color sangre y me abrió la puerta.
- Espera un momento - me dijo justo antes de entrar - tienes algo ahí - tocó mi barbilla y en un instante me besó.
Fue un beso corto, pero intenso y, he de reconocer que me pilló de sorpresa.
- Lo siento, sé lo que dije antes, pero tenía que hacerlo - sonrío y puso sus ojos hacia arriba. Su carácter burlón y provocador me atraía irremediablemente.
-Hey! A ver si voy a ser yo el único que no te haya besado antes de llegar a casa, cuando he sido yo el que primero te ha conquistado - dijo Jimin un poco celoso. Me gustaba esa parte de él.
Decidí acercarme a él. Puse mis manos sombre sus hombros. Empecé a darle un par de besos por el cuello, subí hacia su mandíbula hasta besar su oreja y después le besé en sus carnosos labios, no sin antes morderle el inferior. Seguía sabiendo a tequila.
- Ya estoy mucho más tranquilo - dijo tras emitir un sonido de placer. Me cogió fuerte del culo, elevándome hacia el, y me volvió a besar con ímpetu. Después se mordió el labio y añadió - Mucho mejor así, ya puedes subir al coche, pero que sepas que esto es solo un aperitivo.
Me senté en el asiento del copiloto. Tae y Jimin se metieron en la parte de atrás por la puerta del conductor y Jungkook tomó el volante. No sé como conseguimos entrar allí siendo todos tan altos, pero lo hicimos.
Jungkook puso el coche en marcha y se escuchó el rugir del motor. La verdad es que el coche era una maravilla, la carrocería negra relucía y los asientos de cuero eran de lo más cómodos. Todo esa noche me hacía sentir así, cómoda.
ESTÁS LEYENDO
Seda
FanfictionAlicia es una chica que rompió con su novio y ha estado 5 años sin salir de casa. Esta noche ha decidido salir y se ha encontrado con tres chicos impresionantes que la hará vivir una noche inolvidable. O puede que sea más de una noche... Fanfic de B...