Hielo En Llamas {Segunda Temporada}

Capítulo 12

Logan iba a hablar, iba a explicarnos todo lo ocurrido. Iba a decirnos como consiguió volver a la vida.

Logan: como todos sabéis, soy un Dios -dijo y luego aclaró su garganta intentando no llorar- pues...

*Flashback de Logan*
Me dolía la cabeza y estaba tumbado en el suelo. Había muerto para quedarme para siempre. Tenía los ojos cerrados y podía sentir a una persona tumbada encima mía, con sus brazos estirados al lado de mi cuello. Su respiración se mezclaba con la mía ya que nuestras narices y bocas estaban a pocos centímetros. Entonces, fruncí el ceño para hacer el esfuerzo de abrir los ojos sin que la cabeza me doliera demasiado. Me esforcé un poco más y conseguí abrir los ojos sin que nada me produciese el suficiente dolor como para no poder levantar ni un músculo porque tenía la sensación de que tendría que defenderme de Afrodita. Supe que era ella porque cuando abrí los ojos vi su pelo moreno corto y su vestido rojo pegado al cuerpo a juego con el color de su pintalabios. Intenté incorporarme antes de mantener una conversación con esa mujer pero me lo impidió posando sus brazos en los míos para que no los subiera ni los moviera. <<Hija de puta>> pensé. Pero tenía tanta rabia encima que lo susurré accidentamente. Entonces noté que el rostro de la mujer se tensaba. No había parte de su rostro que no estuviese tensa o arrugada por la furia. También apretó sus manos contra mis bíceps y clavó notablemente sus uñas postizas en mi piel pero no me hizo daño porque ahora mismo estaba tan concentrado en que quería pegarle un puñetazo en toda la cara que no me di cuenta de el daño que esto producía. Sólo noté un pequeño escozor que había sentido antes a la hora de tatuarme. Giré mi cabeza hacia mi brazo y vi la sangre correr por mi músculo y por las manos de la chica. Entonces, ella dijo algo que no entendí muy bien ya que tenía los dientes apretados. <<No saldrás de aquí, no te saldrás con la tuya>>. Pero esa mujer no era muy cabezota y tampoco tenía el orgullo suficiente como para dejarme aquí. Tampoco se podía resistir a mí, le atraía desde que me vio. Mientras nos mirábamos fijamente a punto de matarnos entre nosotros, ella dio un giro a mi cuerpo para ponerme encima y dejarla a ella abajo. Parecía una escena sexual pero no tenía nada que ver con ello. Sólo queríamos arrancarnos las caras de cuajo. Mientras yo quedaba arriba me dio ganas de escupirle en la cara y borrarle todo el maquillaje que tapaba su cara. Pero pensé antes de hacer nada. Si le conseguía hacer algo, ella no me perdonaría nunca. Entonces pensé una estrategia para que todo volviera a ser como antes: yo podía visitar el mundo de los mortales y a la vez venir a este. Después de pensarlo durante mucho tiempo, observando a aquella mujer mientras le apretaba los brazos tanto o más como me lo había hecho a mí y ella intentaba escaparse con movimientos bruscos, acerqué mis labios a los suyos. Sus pupilas se agrandaron como un hueso de oliva. Nuestras respiraciones volvían a chocarse y nuestros pechos se chocaban entrecortadamente. Ella vio tan cerca mis labios que los observó con deseo y lamió los suyos. Entonces, impulsó su cabeza hacia la mía para besarme pero yo la subí para que no pudiera alcanzar mis labios.
Logan: si lo hacemos tantas veces como tú quieras durante todo este año, me dejarás ser lo que era antes, sin dejar que de ser Dios.
Ella dudó por unos segundos. Se acercó a mí oído y gimió algo de lo que no pude entender mucho pero que lo interpreté como un <<vale, hazme lo que quieras y yo te dejaré hacer lo que quieras>>. Entonces hice lo posible para que ella lo pasara bien y yo no lo pasara tan mal ya que aún seguía enamorado de Iris. Entonces, me desnudé tan rápido que ninguno de los dos se dio cuenta. Ella fue la siguiente y pasó lo que tenía que pasar. A la mañana siguiente me encontraba en mi cama junto una mujer apoyada en mi pecho con un pequeña sábana tapando nuestros cuerpos desnudos. Entonces me levanté sigilosamente y me vestí mientras la miraba con odio. Mientras me ponía mis pantalones vi como ella me buscaba con su mano sin resultado. Abrió los ojos y se los frotó. Nos miramos durante un rato y ella dio un golpecito en la cama. <<siéntate y otra vez>> susurró. Entonces tuve que tumbarme y dejar que surgiera otra vez. Y así casi todos los días durante un año. Estaba por morirme más de lo que ya estaba. Un día, que volvíamos a lo mismo después de que pasara exactamente un año, le pregunté:
Logan: ¿me dejarás irme ya?
Ella miró su reloj. 6 de julio a las 12 de la noche. El día y la hora en las que llegué y cuando todo esto empezó. Ella me miró triste. Le había gustado todo lo que yo hacía y le valió la pena. Se le notaba en la mirada. Pero yo solo lo hacía por puro interés. Entonces ella se levantó de la cama, desnuda y me miró. No pude evitar observarla de arriba a abajo. A pesar de que no sentía ningún tipo de atracción por ella, era una mujer con una buena figura y estaba desnuda. Entonces, me señaló con el dedo y lanzó una especie de rayo a mi frente. Me empezó a doler la cabeza. Era peor que el primer día que morí. Sentía mis ojos cansados. Por un momento los cerré y me quedé dormido al instante.

*Fin del flashback*

Logan: cuando me desperté, estaba encerrado en un baño. Me atreví a mirarme al espejo y tenía unas ojeras horribles. Entonces, decidí coger mi móvil y revisar los mensajes. Mi yo Dios le había mandado un mensaje a Iris super estúpido. Como odio esa parte de mí. Era yo pero era como si no fuese yo. Y por otra parte siempre olvidaba lo que "yo" hacía y eso me provocaba mucha mucha rabia. Cuando apagué mi móvil y bajé la mirada al suelo vi muuuchas plumas esparcidas por el suelo. Seguramente habrían entrando en la cocina por el tuvo de ventilación. Y allí es cuando me encontré con Iris.

Todos me miraron con especial confusión, sobre todo Iris. Después de contar la historia de la mujer no quedaría muy satisfecha. Pero después de todo, Marina empezó a aplaudir y luego le siguieron todos. Yo sonreí aliviado e hice un reverencia. Entonces, Iris se levantó, me abrazó por la espalda y me susurró un <<lo importante es que estás aquí>> al oído. Me giré con una amplia sonrisa y le regalé un pico.

Después de eso, todos decidimos irnos a dormir.

Iris y yo subimos cogidos de la mano y no nos la soltamos en toda la noche. ¿Qué como me di cuenta mientras estaba dormido? Porque realmente no estaba dormido, no me hacia falta dormir. Vivía en un sueño y no quería desaprovechar cada segundo de mi tiempo. Decidí quedarme despierto por un día observando cada rincón del rostro de Iris y apretándole la mano mientras le susurraba cosas que ni yo llegué a entender. Pareció escucharlas pero realmente estaba dormida solo que tenía una amplia sonrisa en la cara que no desaparecería nunca mientras yo estuviese junto a ella, agarrándole la mano como lo estaba haciendo durante toda la noche.
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Me desahogué con este capítulo. Buff, me he quedado a gusto ¿eh?.

Bueno, estamos a puntito de llegar al final de la novela. Le cambiaré el título a "pequeña secuela" porque no se merece el título de "segunda temporada".

Espero que os haya encantaadoo.

Que os vaya bien, Wubbles❤

Haaaaasta oootraaaa.