OO9 || Algo está tramando

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—¿Qué pasa Michel? ¿Ahora cantás ópera silenciosa?— bromeó Ámbar después del bostezo de venezolano frente a ella y Emilia rió

—Que graciosa, eh— elogió sarcásticamente —Anoche no pude pegar el ojo toda la noche

—No seas tan dramático, quien debe estar traumado es Pedro que no volverá a abrir una ventana en su vida y Simón que no sabíamos que le tenía miedo a los payasos— mencionó Ámbar

—No, por eso, no pegué el ojo en toda la noche pensando en las palomitas que boté por culpa del grito— Ámbar y Emilia se rieron

—Buenos días— saludó Matteo llegando con un cansado Simón detrás, el italiano se sentó junto a Ámbar y Simón junto a Emilia que estaba junto a Michel

—Te ves terrible— miró a Simón de pies a cabeza con una mueca

—Oh, gracias por el halago, no tenías qué— Emilia sonrió orgullosa

—Ustedes fueron los únicos que se quedaron despiertos por lo de ayer, nosotros dormimos de maravilla, ¿verdad?— Matteo miró a Emilia y Ámbar y éstas dos asistieron con la boca llena de comida

—Hola chicos— llegó Luna al comedor apresurada y tomó una tostada para untarle mantequilla —Michel, despiértate, que llegaremos tarde— le dió levemente con el codo y él levantó la cabeza de su plato un poco sobresaltado, se había quedado dormido por quinta vez en la mañana

Todos en la mesa rieron al ver la comisura del labio de Michel repleta de mermelada y él los miró a todos confundido

—¿Qué?

—Te quedaste dormido sobre la tostada con mermelada— Emilia tomó una servilleta y le limpió la comisura mientras ambos se miraban fijamente, Matteo bajó lentamente su tostada mirándolos con el ceño fruncido y Luna miraba la escena con atención y al mismo tiempo un poco triste

—Lunita— la llamó Ámbar

—¿Mmm?— dejó de mirar a Emilia y Michel que habían dejado de mirarse un tanto nerviosos después de Emilia aclarar su garganta

—Creo que estas untando la mantequilla en el lugar equivocado— Luna bajó la mirada y notó que estaba poniendo la mantequilla en su muñeca

—Maldición— murmuró tomando la servilleta y limpiándose

—Creo que se-será mejor irnos— Michel se levantó y tomó su saco, Luna asintió y le dió una mordida a su tostada para despedirse de todos con un ademán

—¿No has hablado con ella?— le preguntó Emilia a Simón y él negó mirando su plato —Debes hacerlo y hoy, no pueden estar más tiempo actuando como si el otro no existe

∽※∽

—Que emoción que Luna vaya a la entrevista con Felipe Mendevilla— chilló Jazmín

—No puedo esperar para oír lo que tiene preparado para el Roller— Delfina adornó su rostro con una gran sonrisa

—Son unos malagradecidos— escupió Benicio viéndolos desde la barra con Emilia y Ámbar a sus lados —Les diste la oportunidad de formar parte de un equipo y así te pagan

—No veo nada malo a eso, Felipe Mendevilla le puede dar una oportunidad mejor que la mía, te lo aseguro— Benicio miró extrañado a Ámbar —Pará de mirarme así

—Es que ya no te reconozco, a ninguna de las dos— las señaló a ella y a Emilia, quienes intercambiaron miradas y rodaron los ojos —Ahora se la pasan con los losers

—Ahorita estamos contigo, agradece— Emilia dejó escapar una sonrisa triunfante después de comentar —Aparte dices y dices que no nos reconoces y tú... le pediste perdón a Lunita

Benicio abrió los ojos levemente alarmado y Ámbar sonrió ampliamente al notarlo tan nervioso

—¿Eso es cierto, Benicio?— él acomodó el cuello de su camisa desviando la mirada sin intenciones de responderle —No puede ser, ¿acaso te gusta mi prima?— Emilia estaba muy pendiente del Roller, pero al oír ésa pregunta volteó rápidamente donde ellos

—Claro que no— se atrevió a responder al instante —Todos estaban pidiendo disculpas, no me iba a quedar atrás y dejar que me tachen como el malo de la historia

—Sí, claro— aseguró Ámbar sarcásticamente mirándolo con los ojos entrecerrados y compartió una risa cómplice con Emilia, aunque la última por dentro estaba un poco molesta por el hecho de que tal vez a Benicio sí le guste Luna

∽※∽

—¿Puedo?— Luna levantó la mirada confundida y rodó los ojos al ver a Simón frente a ella

—Como quieras— abrió su botella de agua y bebió un poco

—Luna, te extraño mucho— empezó una vez que se sentó —Eres mi mejor amiga desde siempre y no quiero que eso acabe por una tontería

—¿Una tontería? ¿Eso te parece, Simón?— él asintió

—Sí, eso me parece— Luna frunció el ceño molesta —¿Pudiste conseguir el número, no? ¿Vas a una entrevista ahora con él, no? Un tontería

—Me ocultaste algo, Simón, algo importante, todo por creer ciegamente en Ámbar— hizo una mueca al mencionar a la rubia —¿No te das cuenta que ella sólo juega con tus sentimientos?

—No— negó con el ceño fruncido —Ámbar puede ser un poco manipuladora y en ocaciones egoísta, pero jamás jugaría así ni con mis sentimientos ni con los de nadie

—Con los de Benicio jugó facilísimo— murmuró para sus adentros —Ella no ha cambiado, y viendo el panorama no va a cambiar pronto

—¿Qué? ¿Acaso no ves que todo lo que ha hecho para acabar las discusiones entre el Roller y los ex Red Sharks?

—Sí, porque algo está tramando— Simón analizó detenidamente sus palabras y sí, tal vez tenía razón, tal vez Ámbar estaba tramando algo con todo ése espectáculo del Open y el equipo nuevo —No quiero que te lastime, Simón

—No lo hará, Luna, sé muy bien lo que estoy haciendo— Luna sonrió de lado —¿Entonces? ¿Me perdonas por no haberte dicho nada?

—Claro que te perdono, tontito— sonrió y lo abrazó recibiendo correspondencia, pero estaba tan perdida en el abrazo que no se percató de la hora

—¡Simón! ¡Llego tarde a la entrevista!— se separó y se colocó su casco

—Apúrate, apúrate, apúrate— rió al ver a Luna ponerse su mochila apresurada y levantarse

—¡Hablamos en la mansión!— le gritó ya de camino al restaurante y Simón asintió haciendo un ademán

Roller Sharks || Multishipp ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora